Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 16 de octubre de 2011 Num: 867

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Regalo
Jaime Caballero

Tocando esta juventud
Nikos Karouzos

Tomas Tranströmer: un compromiso con la luz
Ana Valdés

Un Alfonso Reyes llamado Nicolás Gómez Dávila
Ricardo Bada

El tirano democrático
y la libre servidumbre

Fabrizio Andreella

Cien años de La muerte
en Venecia

Enrique Héctor González

El doble rostro de Doble R
Vilma Fuentes

Leer

Columnas:
La Casa Sosegada
Javier Sicilia

Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

Corporal
Manuel Stephens

Mentiras Transparentes
Felipe Garrido

Al Vuelo
Rogelio Guedea

La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain

Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
Núm. anteriores
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Felipe Garrido

Lágrimas

La niña, sentada en el piso, lo miraba con los ojos arrasados en lágrimas. Sólo lo miraba. Él hubiera querido que dijera algo, que gritara. Pero, ¡era tan pequeña! Le buscaba los ojos, nada más, y él le esquivaba la mirada. No podía hacer otra cosa. Apretaba los dientes mientras guardaba una última camisa, algún calzón en la maleta. La mujer miraba hacia otro lado, como si no estuviera en el cuarto, como si no supiera lo que pasaba –nunca había estado donde debía estar. Eso había sido muchos, muchos años antes, pero era ahora cuando, de pronto, lo había recordado. Y la angustia que sentía, el duelo, la desesperación no remediaban nada, no enderezaban nada, no mitigaban en nada el dolor del rompimiento. No con la mujer, que no tenía ningún valor, sino con la niña, que era carne suya. Por el contrario, lo hacían crecer, lo redoblaban, y ahora era él quien dejaba escurrir las lágrimas, quien se veía borrado en el espejo al tiempo que recordaba.