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Desde los últimos 30 metros tenía asegurado el título y lo festejaba

Óscar Soto da oro a México en pentatlón y clasifica a JO

Hasta el final sabes si te cubres de gloria, dijo el campeón continental

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Con el boleto para Londres 2012, Soto aspira a mejorar el quinto lugar que obtuvo en los juegos de PekínFoto Ap
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Periódico La Jornada
Lunes 17 de octubre de 2011, p. 3

Zapopan, Jal., 16 de octubre. Aún no cruzaba la meta y un sonriente Óscar Soto subió los brazos en los últimos 30 metros. Sabía lo que había logrado al dar la primera medalla de oro a la delegación mexicana y escribir con letras doradas su nombre en la historia del pentatlón moderno.

La seguridad del atleta se intuía desde la víspera, para conseguir el ansiado metal que generaciones vieron pasar y jamás ganaron. Fue el día de Óscar, en una competencia que empezó a las 7 de la mañana y terminó pasadas las 17 horas, en un deporte tan demandante que hasta el final sabes si te cubres de gloria.

Soto acumuló 5 mil 728 puntos, para dejar la medalla de plata al guatemalteco Andrei Gheorghe (5 mil 672) y el bronce al chileno Esteban Bustos (5 mil 656), quien salió molesto durante la premiación porque los organizadores lo confundieron con su compatriota Nikkos Papadopolo mientras recibía la medalla que le colgó el presidente de la Organización Deportiva Panamericana, Mario Vázquez Raña.

Lo sorprendente es que el pentatleta nacional no ganó ninguna de las cinco pruebas. Fue octavo en esgrima, con 892 unidades; sexto en natación (mil 252), segundo en equitación (mil 200) y también segundo en la carrera y tiro (2 mil 384), aunque fue en esta última con la que cerró de forma impecable para cubrirse de gloria.

Después de tres competencias el mexicano estaba en el cuarto sitio, pero sabía que podría ceñirse el título para recuperar la confianza que le habían perdido algunos directivos, que festejaron en el palco con cerveza y vino, como si fuera propia la dorada.

Toda la plana mayor del deporte mexicano estaba en las tribunas y celebraba con abrazos la hazaña del pentatleta.

“Es una gran alegría, se cumplió un sueño y esta medalla, que le dedicó a mi familia –sus padres lo acompañaron en la conferencia de prensa–, es producto de años de trabajo. La victoria llega cuando uno se lo propone, ésa es la filosofía que hay en nuestro grupo”, dijo el campeón continental, quien además ganó el pase a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Dar al país la primera dorada debe “ser un aliciente de ánimo para que mis demás compañeros sumen preseas y podamos cumplir con el pronóstico –mejorar 24 oros– y México se sienta orgulloso de sus atletas de alto rendimiento”, añadió Soto.

Si hace cuatro años en Río de Janeiro –recordó Óscar– terminó décimo fue porque los mexicanos cargaban con una maldición de quedarse en la orilla por la equitación sin obtener preseas. Ahora “es momento de reflexión para que los jóvenes como yo, Abraham Camacho –finalizó décimo con 5 mil 352 puntos, entre 25 contendientes—y Tamara Vega logren sus metas sin que nadie les niegue apoyo”.

De su boleto olímpico, consideró que desea superar el quinto sitio de Pekín 2008, porque sólo le faltaría esa medalla en un ciclo en el que ha estado en lo más alto del podio también en los Juegos Centroamericanos de Mayagüez 2010, y salir con el pie derecho como lo hice hoy para colgarme el metal más preciado.

Casi a punto de romper en llanto agradeció a sus padres Aurelio Soto y Elisa Carrillo de ser mi amuleto de la suerte, ya que cada vez que lo acompañan en sus competencias internacionales sale campeón, y espero que estén en Londres.

Al final el pentatleta se sintió apenado por la desorganización que imperó tras ganar su medalla, en una persecución de los medios que provocaron los organizadores al tratar de impedir que lo entrevistaran en una zona mixta que cambiaron de acuerdo con su conveniencia, en tanto Vázquez Raña y su comitiva salían sigilosamente para abordar el helicóptero con el que llegaron al club Hípico zapopano.