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Viviendas anegadas desde hace dos meses

Abandono oficial agrava daños por lluvias en Nacajuca

Afectados aseguran que sólo han visto al edil en la Tv

Persisten inundaciones en Campeche

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Pobladores de la zona chontal de Nacajuca, Tabasco, llevan más de dos semanas viviendo en casas improvisadas a la orilla de la carreteraFoto Alfredo Domínguez
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Viviendas de los pobladores de la zona chontal de Nacajuca, Tabasco, siguen anegadas, y no han recibido ayuda de las autoridadesFoto Alfredo Domínguez
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En la colonia Las Torres, en Villahermosa, los anegamientos han durado más de una semana y el agua está a punto de rebasar el dique de costales de arena colocado por los pobladoresFoto Alfredo Domínguez
Corresponsales
Periódico La Jornada
Lunes 24 de octubre de 2011, p. 33

Las corrientes del río Samaria, alimentado por descargas de la presa Peñitas, golpean comunidades chontales del municipio de Nacajuca, Tabasco, que además padecen falta de apoyo oficial.

Viviendas, escuelas, templos, sembradíos y potreros siguen inundados pese a que el nivel de los ríos ha bajado y ayer se cumplieron cinco días sin lluvias en la entidad.

De acuerdo con la dirección general de Protección Civil del estado, la cifra de afectados por la creciente de ríos se incrementó en dos días de 256 mil a 289 mil, en 903 comunidades de los 17 municipios, debido al desbordamiento de los ríos Usumacinta y Grijalva, que causaron estragos en Centla.

En Nacajuca, a 35 kilómetros de Villahermosa, 37 de 68 comunidades continúan en contingencia. Hay pueblos anegados desde hace dos meses por lluvias torrenciales y el incremento de las descargas de agua de la hidroeléctrica Peñitas, que actualmente desfoga mil 500 metros cúbicos por segundo.

Por aquí no le hemos visto la cara al Marco Leyva (presidente municipal de Nacajuca), pero en la televisión sí lo vemos que anda diciendo que ayuda a las comunidades inundadas. ¿Dónde está esa ayuda? Aquí todos, hasta los niños, duermen el suelo. No tenemos colchonetas ni agua, y la mayoría tenemos infecciones en los pies, reprochó Domitilo López Pérez, de 34 años, quien junto con su esposa y tres hijos, además de otras ocho familias, acudió a un albergue de la Secretaría de Salud en la comunidad indígena de Guatacalca.

Los poblados Guácimo, Jiménez, Pastal, Chicozapote, Cantemo, Congregación, Guatacalca, Oxiacaque y La Cruz Ocualtitán, en la región chontal, padecen estragos causados por el río Samaria y por sus afluentes, El Mango y San Cipriano.

El retorno va para largo

En un recorrido se observa que al lado de una carretera de terracería, en el tramo que une la ranchería Jiménez con los ejidos Chicozapote y Cantemo, la gente improvisó con láminas y plásticos refugios a la orilla del camino, a unos metros de sus viviendas, anegadas desde hace dos meses.

Ojalá se acordaran de nosotros, porque en el radio a diario escuchamos que están dando despensas, pañales y leche a los damnificados, pero a nosotros no nos toca. Tenemos niños y ancianos y nadie nos apoya, dijo María del Carmen Chablé Hernández.

Se le preguntó cuándo retornaría a su vivienda y replicó: Eso va para largo. Faltan las lluvias de la última semana de octubre y un poco después, si tenemos suerte, para noviembre regresaremos, porque el agua en la casa todavía tiene un metro.

A la pesca de votos

Las familias de esta franja cuentan que sólo recibieron despensas de la fundación Isabel de la Parra, que encabeza el político Jaime Mier y Terán, de quien se dice en Villahermosa que es gente de (el ex gobernador priísta) Roberto Madrazo y está buscando una diputación o lo que caiga.

Vecinos de Guatacalca consideran que las inundaciones de este año se deben a los desfogues de la presa Peñitas. Todos sabemos que esa compuerta de El Macayo fue instalada para salvar a Villahermosa de las inundaciones. La misma Conagua (Comisión Nacional del Agua) explicó que 70 por ciento del agua la mandan al Samaria, para inundarnos todos los años, dijo Candelario Hernández.

La Conagua colocó costales de arena a lo largo de dos kilómetros en ambos lados de la carretera Nacajuca-Villahermosa para protegerla de los ríos Samaria, El Mango y San Cipriano. Pero el agua se filtra hacia la vía.

Mientras, el tramo Palizada-Santa Adelaida, que comunica Campeche con Tabasco, fue reabierto para camionetas y unidades pesadas, pero persisten las inundaciones en al menos 24 comunidades del municipio campechano de Palizada.