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Hemos encontrado como 60 casos, pero pueden ser cientos, señalan familiares de policías

Denuncian que a ninguna autoridad le importa desaparición de agentes de la PF
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Llegada de mil 500 policías federales a Monterrey, Nuevo León, el 28 de agosto pasadoFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Jueves 27 de octubre de 2011, p. 14

“Al recorrer las distintas procuradurías y oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal y de la Policía Federal (PF) se encuentra uno muchos casos de familias que están pidiendo que se investigue la desaparición de sus parientes, policías federales que estaban comisionados en algún operativo contra el crimen organizado y un buen día ya no se supo nada de ellos. Hemos encontrado como 60 casos de agentes que están desaparecidos.

Los familiares comentan que pueden ser cientos, pero aunque a las autoridades se les exige que nos informen su paradero, todo lo que nos dicen es que están investigando, aunque al principio también nos respondieron que pudieron haberse ido con mujeres o se pasaron al otro bando, con los delincuentes, afirmó Víctor Rolón, tío del agente de la PF Adrián Domínguez Rolón, quien desapareció el pasado 17 de febrero junto con el también policía federal Miguel Gutiérrez Cruz, cuando se dirigían a sacar dinero del cajero automático que se localiza en una tienda en el municipio de Uruapan, Michoacán.

Los hermanos Víctor y Georgina Rolón dieron una conferencia de prensa para denunciar el caso y señalar que ni autoridades de la SSP federal ni de la Procuraduría General de la República (PGR) han respondido a su exigencia de esclarecer el paradero de los agentes.

La Jornada solicitó por conducto de la dirección general de comunicación social de la SSP federal la versión de las autoridades, concretamente de las dependencias relacionadas con el empleo de los agentes desaparecidos; sin embargo, al cierre de esta edición no hubo respuesta institucional.

Adrián Domínguez y Miguel Gutiérrez, de 31 y 34 años de edad, respectivamente, fueron enviados en noviembre de 2010 a Uruapan, con el fin de integrarse al grupo de agentes federales que participa en los llamados operativos conjuntos contra el crimen organizado en esa zona, concretamente para perseguir a integrantes de La familia michoacana o de Los caballeros templarios.

Georgina Rolón afirmó al ser entrevistada que su hijo le dijo que regresaría a la ciudad de México el 19 de febrero, que ese día terminaría su comisión; sin embargo, dos días antes salió del hotel Regis, en Uruapan, rumbo al centro de ese municipio para sacar dinero de un cajero automático.

El agente Adrián Domínguez tenía cinco años en la PF, y durante esa misión vivía, al igual que decenas de sus compañeros, en el hotel Regis, ya que la corporación no cuenta con una base para su estancia en la zona.

Yo fui al hotel y hablé con el comandante Teodoro Bonfil. Le pregunté qué sabía de mi sobrino (Adrián Domínguez), y primero contestó que no lo había visto a lo largo de todo el día de su desaparición, y luego declaró que la última vez lo vio a las nueve de la noche, pero nunca ha querido entregar copia de sus reportes de asistencia ni rastrear los teléfonos para ubicarlos, afirmó Víctor Rolón, quien vive en Estados Unidos, pero desde hace ocho meses apoya a su hermana en la búsqueda.

Georgina Rolón dijo que de acuerdo con “la poca información que hemos podido obtener, Adrián y su compañero fueron a sacar dinero de un cajero que se encuentra en la tienda Coppel, en el municipio de Uruapan, y ya no se supo nada de ellos.

Nos enteramos de su desaparición por algunos de sus compañeros y al principio ni la Policía Federal ni la Secretaría de Seguridad Pública federal interpusieron denuncia. Fuimos los familiares quienes acudimos ante la PGR en Michoacán, y allí un día se declararon incompetentes.

A ocho meses de la desaparición de los dos agentes federales, los familiares de Adrián Domínguez Rolón afirman que a ninguna autoridad federal le ha importado el caso, incluyendo al secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y al comisionado general de la Policía Federal, Facundo Rosas Rosas.

Víctor y Georgina Rolón señalaron que solicitaron el apoyo de la procuradora Marisela Morales. “El asunto –añadieron– es que nos respondió con oficios en los que nos indican que si queremos tener información del caso debemos ir a las oficinas de la PGR en Michoacán. Pero lo único cierto es que durante ocho meses las autoridades se han concretado a decir que están investigando, luego de que hemos estado exigiendo que se esclarezca el paradero, pues al principio el comandante Teodoro Bonfil nos decía que no sabía nada de él y su compañero, muy seguramente o se pasaron al otro bando (grupos criminales) o se habían ido con mujeres y desertaron de la corporación”.