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Los griegos deberán decidir si continúan o no en la eurozona, dice el primer ministro

FMI y UE congelan ayuda a Grecia en represalia por el referendo de Papandreou
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El primer ministro griego, Giorgios Papandreou, al momento de llegar a la cumbre del G-20 que se celebra en la ciudad francesa de CannesFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 3 de noviembre de 2011, p. 24

Cannes, 2 de noviembre. El primer ministro griego, Giorgios Papandreou, admitió este miércoles que el objetivo del referendo que convocó es preguntar a los griegos si su país permanece en la eurozona o la deja, e indicó que la consulta popular podría celebrarse el 4 de diciembre.

En tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea decidieron congelar el sexto tramo de ayuda a Atenas por 8 mil millones de euros, aprobado la semana pasada y que debería hacerse efectivo en los próximos días.

La directora del FMI, Christine Lagarde, sometió la continuidad del préstamo al resultado del referendo en Grecia. Cuando se haya realizado la consulta y se hayan levantado todas las incertidumbres, haré una recomendación al consejo de administración del FMI sobre el sexto tramo de nuestro préstamo para sostener el programa económico de Grecia, afirmó Lagarde en un comunicado difundido en Washington.

Mientras, los principales líderes europeos como la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, advirtieron que Atenas no recibirá más recursos hasta que acepte todos los compromisos adoptados en la cumbre europea del 27 de octubre, y si el referendo transcurre en favor del euro, anunciaron en Cannes.

Si las reglas de juego no son aceptadas, ni la Unión Europea ni el FMI van a entregar el más mínimo céntimo a Grecia, advirtió Sarkozy en una declaración conjunta con la canciller alemana, tras una minicumbre convocada de urgencia después de la decisión de Papandreou de llamar a una consulta sobre el plan de rescate de su país, aprobado hace una semana en Bruselas.

Estamos dispuestos a rescatar a Grecia con base en la solidaridad europea. Pero Grecia tiene que cumplir sus compromisos, apuntó el presidente francés.

Ahora está en juego el paquete de ayuda, que comprende una quita de 50 por ciento de la deuda griega en manos privadas –cerca de 100 mil millones de euros de los 350 mil que el país heleno adeuda–, la recapitalización de los bancos afectados, así como el aumento de la capacidad de respuesta del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) a un billón de euros para evitar el contagio de la deuda a países como Italia o España.

Merkel aseguró que el pueblo griego tiene derecho a decidir sobre la adopción de las medidas acordadas hace una semana, entre ellas una quita de 50 por ciento de la deuda griega a cambio de más austeridad y mayor supervisión de los acreedores externos. La canciller dejó muy claro que la prioridad es mantener la estabilidad del euro, con o sin el país heleno.

Deseamos continuar con Grecia, pero hay reglas y no podemos aceptar que no se respeten. Europa es demasiado importante para que se juegue con las reglas que hemos adoptado, la secundó Sarkozy.

Papandreou ratificó el sorpresivo anuncio que hizo el martes sobre someter a referendo el nuevo plan de ayuda a Grecia, y adelantó que se realizará entre el 4 y 5 de diciembre para decidir además si el país permanece en la zona euro.

Sarkozy y Merkel convocaron a Papandreou a para que explicara esta sorpresiva decisión, pues consideran que hace peligrar no sólo el paquete de medidas adoptado con muchas dificultades el pasado jueves en Bruselas, sino la permanencia de Grecia en la zona euro y con ella su quiebra.

Antes de este encuentro, Sarkozy y Merkel se reunieron en una minicumbre con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y las máximas autoridades europeas, Herman Van Rompuy y José Manuel Barroso, así como el jefe de filas del eurogrupo, Jean-Claude Juncker.

Este acuerdo prevé, entre otras cosas, una quita de 100 mil millones de euros de la deuda de Grecia detentada por los acreedores privados.

El FMI acordó en mayo de 2010 un préstamo de 30 mil millones de euros al país, a entregarse a lo largo de tres años, de los cuales hasta el momento se han desembolsado 17 mil 400 millones. El sexto tramo del préstamo es el que está supeditado al voto de los griegos.