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Cincuenta científicos del mundo se reúnen en Londres para dejar la medición solar

La hora GMT será historia: se debate nueva definición del tiempo

El cambio, necesario a raíz del funcionamiento en red de las telecomunicaciones o de la navegación con ayuda de satélites a través del GPS

Desde hace 40 años también se usa el UTC, calculado por relojes atómicos, por lo que comienzan a crearse escalas paralelas, alertan

 
Periódico La Jornada
Viernes 4 de noviembre de 2011, p. 2

Londres, 3 de noviembre. Cincuenta científicos del mundo se reunieron a partir del jueves a puertas cerradas al noroeste de Londres, bajo el patrocinio de la prestigiosa Royal Society, para debatir sobre una nueva definición del tiempo, que haría pasar a la historia la hora GMT.

El tema desata las pasiones en la prensa británica. Según el Sunday Times, se trata nada menos que de la la pérdida de la hora GMT, símbolo durante más de 120 años del papel de superpotencia de la Gran Bretaña victoriana.

La Greenwich Mean Time, basada en el primer meridiano de Greenwich, se convirtió en la referencia mundial del tiempo en una conferencia celebrada en 1884 en Washington.

Se comprende que el Reino Unido tenga ese sentimiento de pérdida, declara Elisa Felicitas Arias, directora del departamento del Tiempo de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas, organismo internacional con sede en Sevres, cerca de París, a cargo de definir el kilo y el metro.

La nueva definición propone liberarse totalmente del tiempo solar, basado en la rotación de la Tierra y medido por los astrónomos desde hace más de 200 años a partir del meridiano de Greenwich.

Rige el tiempo atómico

En realidad, hace ya 40 años que el mundo no se rige por la hora GMT, que sigue siendo la hora legal de Gran Bretaña y se utiliza todavía ampliamente en el mundo como referencia.

Una conferencia internacional adoptó en 1972 el Tiempo Universal Coordinado o UTC, calculado en 70 laboratorios del mundo por 400 relojes atómicos (llamados así porque el segundo es definido por el ritmo de oscilación de un átomo de cesio).

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El GMT, basado en el primer meridiano de Greenwich, se convirtió en la referencia mundial del tiempo en una conferencia celebrada en 1884, en Washington. En la imagen, antiguo reloj Shepherd de 24 horas, instalado en 1852 en la entrada del Observatorio Real de Greenwich; abajo, las unidades de longitud básicas del sistema de medida utilizado en Reino Unido

El tiempo atómico tiene la ventaja de ser mucho más preciso, pero difiere unas fracciones de segundo del tiempo definido por la rotación de la Tierra.

Actualmente, para guardar la correlación con la rotación terrestre, un segundo intercalado se agrega aproximadamente cada año.

Y ahora los científicos proponen suprimir ese segundo, abandonando con ello la correlación con la hora GMT.

El cambio es necesario a raíz del funcionamiento en red de las telecomunicaciones o de la navegación con ayuda de los satélites a través del GPS. Esas redes necesitan una sincronización del nivel del nanosegundo, explica Arias.

Como algunos sistemas aplican el salto de un segundo y otros no, su interoperabilidad se ve comprometida.

Comienzan a crearse escalas del tiempo paralelas, señala Arias, alarmada.

Imaginen un mundo que tuviera dos o tres definiciones del kilo, recalca.

Una recomendación que propone suprimir el segundo intercalado será sometida en enero a la votación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, en Ginebra.

Si ese texto es adoptado, el tiempo atómico se apartará progresivamente del tiempo solar, al ritmo de un minuto cada 60 a 90 años, y de una hora en 600 años.

Ante las reticencias diversas, la conferencia de la Royal Society, la academia de ciencias británica, podría dejar abierta la posibilidad de ajustes futuros.

La conferencia podría reflexionar en otra manera de correlacionar el tiempo de rotación de la Tierra, sugiere Arias.

Se podría agregar una hora cada varios cientos de años. Después de todo, nos saltamos una hora con el paso a la hora de invierno, argumenta.