Opinión
Ver día anteriorSábado 5 de noviembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Infancia y sociedad

AMLO y los ninis

¿D

ónde están? ¿Cómo viven? ¿Cuáles son sus angustias? ¿Cuáles sus sueños? ¿Es posible revertir su marginalidad? Además del crimen organizado, ¿hay quien piense en ellos y les dé una oportunidad?

Son preguntas que deberían responder públicamente Calderón y sus ministros, así como el Instituto Nacional de la Juventud, el DIF, la SEP y hasta la UNAM, a través de su Seminario de Investigación en Juventud.

Porque lo único que realmente sabemos es que son jóvenes en edad de entre 15 y 29 años, sin escuela ni trabajo; sabemos que los mayores tenían 6 años cuando Salinas tomó la presidencia; que son víctimas colaterales de las políticas económicas de los gobiernos de Calderón, Fox, Zedillo y Salinas. Porque los ninis no surgieron de un día para otro, sino poco a poco, arrojados por la reducción paulatina de oportunidades para quienes más debiera haberlas: niños y jóvenes.

Los ninis son la prueba fehaciente de la ineptitud y la inmoralidad de gobernantes y funcionarios de 1988 a 2011, quienes se han llenado los bolsillos con un dineral de sueldos y prestaciones, a cambio de prácticamente ningún trabajo importante para la gente.

Los ninis son prueba cruda del fracaso del sistema económico, educativo y cultural, y debe bastar su existencia para hacer un alto y replantear todo en este país. Para tener una idea concreta de la dimensión de este desastre humano, diremos que estos jóvenes, por su número, pueden llenar 70 veces (sí, 70 veces) el estadio Azteca. Son multitudes.

Hasta hoy, el único presidenciable que ha hecho públicos su preocupación y su proyecto para ninis es Andrés Manuel López Obrador. Él propone un plan de emergencia para atender a los 7 millones de jóvenes e integrarlos a la actividad productiva y darles capacitación. A este plan, denominado Jóvenes construyendo el futuro, se destinarán 150 mil millones de pesos anuales, y tendrá una duración de dos años.

El programa para atender a 7 millones de jóvenes irá por ellos casa por casa para brindarles opciones. Los recursos para realizarlo saldrían, por ejemplo, de reducir 50 por ciento los salarios de la alta burocracia, que hoy cuesta 190 mil millones de pesos en la nómina del gobierno federal. Es decir, al reducir a la mitad esos abusivos salarios, habría un ahorro de unos 100 mil millones. En los próximos días, AMLO dará a conocer los detalles de este urgente programa de rescate.

Con el corazón en la mano, deseamos que López Obrador llegue a realizar este proyecto para la juventud víctima del neoliberalismo, así como muchos otros programas para el desarrollo humano, que es lo que realmente importa.