Opinión
Ver día anteriorSábado 5 de noviembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
En el Chopo

Naftalina, Miguel Ríos y Ringo Star

E

l jueves 27 de noviembre fue un día extraño. Daba tiempo para asistir a dos conciertos que probablemente fueran sendas despedidas. Y decir adiós siempre duele. En el auditorio Javier Barrios Sierra de la Facultad de Ingeniería tocó Naftalina, longeva agrupación comandada por Federico Arana, quien ha podido reunir grandes músicos alrededor de ésta banda. El concierto fue al más puro estilo Naftalina/Arana: humor, parodia y buena ejecución instrumental. Una de las rolas más festejadas fue Fin de la historia, basada en los acordes de El Metro Balderas, de Rockdrigo, pero con una letra que hay que oír, está de risa loca:... cuando iba a decirle/ qué me ves pendejo/ ay, que dolor/ era yo en el espejo. Poco antes que terminará Naftalina había que irse directo al Auditorio Nacional para estar con Miguel Ríos a las ocho y media. Bye, bye Ríos rock hasta el final fue nostalgia y rencuentros con rolas entrañables –Bienvenidos, A todo pulmón, Nos siguen pegando abajo, El himno a la alegría– e inevitablemente, se recordó el concierto de Miguel de 1988 en la Plaza México, tocada que abrió, nuevamente, las puertas al rock masivo en vivo en el DF.

Cinco días después de aquel jueves, y con una excesiva carga de melancolía, asistimos al Auditorio Nacional para ver de cerca a Ringo Star, quien está convertido en un chamaco rocanrolero de 71 años. Entró al escenario jovial, sonriente y con el saludo hippie de paz y amor en ambas manos. Ringo inició su concierto con It don’t come easy y antes que bajara la euforia, sonó Honey don´t, rocanrolito clásico Beatle, que fue enriquecido por el piano/sinte de Edgar Winter y el baile de Starkey.

Al terminar la rola, Ringo se alejo del micrófono y se dirigió, feliz, rumbo al sitio que le dio la merecida fama que ostenta: la batería. Desde allí dirigió Choose love, que precedió al éxito de The Mc Coys, Hang on Sloopy –conocida en México como Lupe mi amor. Chale. Al abandonar el Auditorio resonaban las líneas de She’s leaving home: She (We never though of ourselves) Is leaving (Never a thought for ourselves) Home (We struggled hard all our lives to get by)... que por supuesto, no tocaron esa noche.

Cuentos y fábulas con Luz de Riada

Son casi 52 minutos de sonidos sin etiqueta, donde hay pinceladas de experimentación, jazz, progre, en fin, de música. Las atmósferas son diversas, pero por ahí se pasea la nostalgia, la ternura, la ensoñación, como en los Cuentos y Fábulas –títulos del disco– que siempre traemos en la bolsa izquierda del pantalón. Esta producción esta enmarcada por “…textos originales escritos en un lenguaje antiguo, y ya muerto” extraídos de un libro comprado en una librería de viejo que nadie recuerda donde está. El cd trae 15 temas ejecutados por Hugo Hernández, en la batería acústica; Ramsés Luna en clarinete, saxos, voz y Wx5; Hugo Santos, grand stick y Alejandro Vergara, guitarras. Ya se puede ver/oir su rola Comparsa de cronopios por youtube y el disco se puede comprar en el Tianguis del Chopo.