Sociedad y Justicia
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Causa hipertensión y está ligado al cáncer; juguetes, fertilizantes y pilas tienen el metal: ONG

México, sin plan para reducir presencia de cadmio en productos, pese a nocividad
 
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de noviembre de 2011, p. 51

A pesar del daño que causa el cadmio a la salud humana y al ambiente, México no cuenta con ningún plan en marcha para reducir la presencia de este metal en juguetes y productos industriales como baterías y fertilizantes.

En México se producen al año alrededor de mil 600 toneladas de ese metal y se exportan abonos, químicos, fertilizantes, materiales fosfatados y antioxidantes y otros compuestos estabilizados para caucho o plástico con dicho componente nocivo.

Además, este país es un fuerte importador de acumuladores eléctricos de níquel-cadmio, cadmio solo y desperdicios, así como polvo, pigmentos y preparaciones con base en ese metal.

La pregunta del millón es por qué no se aplican medidas para atender esta situación, como podría ser una reducción del contenido de esos materiales en los productos, señaló Rosario Norzagaray, directora de la Red Mexicana de Manejo Ambiental de Residuos de Baja California.

El tema es institucional. El gobierno sólo reacciona al grito desaforado de la comunidad, respondió la ambientalista a su propia pregunta abierta.

Creada en 2000, esta red del noroccidental estado mexicano, que aglutina a 10 miembros activos, ejecutó desde 2009 el Programa de Desarrollo de Capacidades para el Manejo Adecuado de Residuos Electrónicos, con el cual capacitó a 15 entidades educativas de la zona y recolectó 17 toneladas de esos materiales entre computadoras, teléfonos móviles y baterías.

El cadmio es parte de bienes industriales como baterías recargables de níquel-cadmio, fertilizantes, pigmentos y estabilizadores en plástico y tubos de pvc y en pinturas, así como catalizadores y conservadores en la industria del plástico, aleaciones y cigarrillos.

La población ingiere el metal por la cadena alimentaria, el agua contaminada por cultivos cercanos y por el consumo de tabaco abonado con fertilizantes fosfatados que contienen ese elemento.

El cadmio se almacena principalmente en los riñones y causa hipertensión arterial. Además, ha sido asociado con el cáncer en animales de experimentación, así como tumores malignos en próstatas de humanos.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) analizó la situación de cadmio, plomo y mercurio en América Latina y el Caribe y pidió una acción global respecto de los dos primeros.

El Pnuma señaló que la exportación de productos nuevos y usados que contenían plomo y cadmio seguía siendo un desafío para los países en desarrollo y con economías en transición, que carecen de capacidad para administrar y disponer de las sustancias en los productos de una manera ambientalmente adecuada.

No es difícil pedir los residuos, sino ver a dónde van a parar, para cerrar el ciclo, planteó Norzagaray, en cuyo estado operan más de 200 plantas manufactureras.

La población no tiene conciencia sobre residuos peligrosos, pues no se le ha dado información verídica, confiable y atractiva. La participación de la sociedad es mínima, añadió.

México vendió alrededor de 880 mil toneladas de productos con cadmio e importó 1.2 millones de toneladas entre 2001 y 2009, según el Pnuma.

La Organización Mundial de la Salud y los gobiernos de Estados Unidos y de México fijaron un límite de 0,005 miligramos por litro, como la concentración máxima permisible.

La presencia de metales contaminantes en moluscos en el Golfo de México fue confirmada por la investigación “Bioacumulación de cadmio, plomo y arsénico en crassostrea virginica (ostión americano) del sistema lagunar Tamiahua”, en Veracruz, publicada en agosto de 2010 en la Revista Internacional de Contaminación Ambiental.