Opinión
Ver día anteriorViernes 11 de noviembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Vacuna contra el melodrama
E

n su desigual y muy variada filmografía, el director Steven Soderbergh –quien ya ha anunciado su prematura jubilación del cine– ha procurado mantener una distancia conceptual frente a los temas que ha abordado. En su más reciente realización, Contagio, lo que el director ha ensayado es un derivado del thriller y de la película de desastres que prescinde de las emociones baratas.

Sin intentar ser un falso documental, la película es una precisa aunque fría descripción de los hechos que podrían producir una pandemia mundial en nuestros días, seguida por los esfuerzos de las autoridades correspondientes para combatirla y evitar el pánico colectivo.

En su único juego narrativo, la película se inicia en el segundo día del contagio, cuando Beth Emhoff (Gwyneth Paltrow) vuelve de un viaje de negocios a Hong Kong, hace una breve escala en Chicago para un acostón con un ex novio, y regresa a su hogar en Minneápolis, donde su marido Mitch (Matt Damon) se sorprende de la celeridad con la que su esposa fallece de lo que parecía una gripe común. Con ese arranque se establece que Beth será la paciente cero y, en consecuencia, las diversas personas que han tenido contacto con ella desde su estancia en China –salvo Mitch, quien resulta inmune– sucumbirán a la enfermedad.

El sacrificio anticipado de una actriz conocida, quien uno calcula sería una de las protagonistas, es una de las estrategias empleadas por Soderbergh para desarmar el usual mecanismo melodramático del cine de desastres. Varios intérpretes reconocibles aparecen en la película, pero sus personajes serán poco heroicos según normas hollywoodenses. Nada que ver con un Dustin Hoffman logrando proezas de último minuto para salvar a su agonizante esposa, como ocurría en Epidemia, de Wolfgang Petersen (Outbreak, 1995).

En su parte más eficaz e interesante, Soderbergh muestra las diferentes medidas que toman los científicos para identificar la naturaleza del virus, rastrear su origen y tratar de desarrollar una vacuna que lo contenga. Al mismo tiempo, el personaje de Mitch servirá para atestiguar la descomposición social que la pandemia provoca entre la gente común, mientras un periodista independiente (Jude Law, odioso como de costumbre) utiliza sus blogs para crear más confusión y alarma con reportes amarillistas sobre cómo la enfermedad es una conspiración del gobierno y las compañías farmacéuticas.

La resolución formal comparte esa eficiencia descriptiva, con mucho plano fijo, pocos emplazamientos y limitados movimientos de cámara. Soderbergh, bajo el usual seudónimo Peter Andrews, ha operado la cámara digital Red, utilizando la luz disponible la mayoría de las veces, y así ha conseguido ese realismo clínico, despojado de cualquier artificio espectacular. (La nota discordante la aporta la música demodé de Cliff Martínez, un regreso nostálgico a los sintetizadores, quizá en evocación de los thrillers paranoicos de los años 70.)

En una entrevista publicada en la revista Film Comment, el cineasta admite haber cortado una hora ya editada de material adicional porque no quería tener relleno innecesario. Tal vez ha exagerado en su rigor, porque en el último tercio Contagio no hace justicia a algunas de las subtramas. En particular, se siente desperdiciado el episodio sobre una enviada de la Organización Mundial de la Salud (Marion Cotillard) que ha sido secuestrada por un funcionario chino con el fin de conseguir la cotizada vacuna para los habitantes de su pueblo. Este es uno de los contados casos en el cine actual en que parece faltar pietaje, en lugar de salir sobrando

Al margen de que sus apuntes políticos no son muy profundos, Contagio funciona como un elocuente recordatorio de un estado de emergencia que podría darse en cualquier momento y extenderse por el mundo entero, sobre todo para quienes hemos vivido un conato –o falsa alarma, según se vea– de pandemia como el que se dio aquí en 2009. La prueba de su eficacia es que el espectador hipocondriaco –como lo es uno– sale de la proyección con la urgente necesidad de lavarse las manos y evitar el contacto con otras personas.

Contagio (Contagion) D: Steven Soderbergh/ G: Scott Z. Burns/ F. en C: Peter Andrews/ M: Cliff Martínez/ Ed: Stephen Mirrione/ Con: Marion Cotillard, Matt Damon, Jennifer Ehle, Laurence Fishburne, Jude Law, Gwyneth Paltrow, Kate Winslet/ P: Participant Media, Imagenation Abu Dhabi FZ, Double Feature Films, Regency Enterprises. EU-Abu Dhabi, 2011.

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