Opinión
Ver día anteriorMiércoles 16 de noviembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Jazz

E.L.R.A. y Eugenio Toussaint Trío

Ensamble Libre de Ritmos Africanos (Jazzorca, 2011)

S

in mayor preámbulo, se trata de uno de los mejores discos que hemos escuchado en los tiempos recientes. El ya célebre e inagotable Germán Bringas hace mancuerna con su hijo Sim –quien viajara primero a Cuba y después a Senegal y a Guinea Conakry para buscar (y encontrar) el pulso de sus percusiones– y arman un ensamble que hace detonaciones simultáneas de free jazz, música libre y varios de los ritmos africanos; a saber: kakilambe, sinte, soli, mozambique, chachalokuafun, fanfani, djolé, sorsornet, fanga y marakadon.

En este disco, E.L.R.A. es mucho más que un feliz hallazgo. Es un ritual donde inmemoriales ancestros y obstinados entes de la vanguardia se dan la mano, se cierran el ojo y se tocan el alma. Germán se muestra con la fuerza y la vitalidad de siempre, con ese andar a ras de cielo y esos personalísimos códigos en saxos, trompeta y tank drums (instrumentos que él mismo fabrica con tanques de gas y con los que ya grabó un primer disco, del que pronto nos ocuparemos).

Sim… Sim es un chaval impresionante que tunde sus percusiones (djembé, chekere, dundún, sangban, kenken, krin y congas) con joven maestría, ya con intensidad abrasiva, ya con ductilidad religiosa, pero siempre con ese poder envolvente que te atrapa, te sacude te embriaga y… y tú feliz, botando y rebotando por todos lados, acordándote repentinamente del Art Ensemble of Chicago, aunque poco o nada tenga que ver con la Navidad.

La espesura de Mantis, el primer tema, es una suerte de coladera o muro de contención que impide el paso a los que nada tienen que hacer aquí (algo parecido a las primeras páginas de La casa verde o La insoportable levedad del ser). Después, como en los casos de Vargas Llosa y Kundera, la obra se va como agua y te resistes a aceptar el final. El bajo de Alain Cano cumple con amplitud y luce en Axolotl. Temas tradicionales del África occidental, como Sofa y Mane, son parcialmente rediseñados, con solvencia, por los esquemas freejazzeros de los Bringas. Aunque ya puestos a escoger, nos quedaríamos con Mono, de las piezas mejor armadas, y Zopilote, una contribución de Ángelo Moroni, que al inicio nos remitía más a los trazos del merengue dominicano, hasta que el sax y las voces la cambian de nivel y las percusiones finales la llevan muy muy cerca de las obras maestras.

Eugenio Toussaint Trío En Vivo en Pólak Fórum (Pólak Fórum, 2011)

Un disco póstumo, el último concierto que ofreciera el maestro apenas unos días antes de su muerte, en febrero pasado. La presentación oficial se llevará a cabo este 20 de noviembre en el Pólak Fórum (Darwin 119, esquina Leibinitz, colonia Anzures).

Pero yendo a los contenidos tenemos que apuntar una primera obviedad: el desempeño instrumental del trío es impecable. Con Aarón Cruz al contrabajo, Gabriel Puentes en la batería y Eugenio en el piano, todo lo que sucedía en el escenario parecía trazarse de una sola pincelada, con la facilidad y la naturalidad de una extraña canonjía que se reinventaba en cada compás.

Seis de los ocho temas incluidos pertenecen a Toussaint, y de ellos, cuatro forman parte de Oinos, el álbum de vino sincopado. Ahí están la elegancia y el color directo de Pinot noir, la cautelosas y brillantes corcheas de California, las regias espirales de Toscana (en lo personal, algo de lo más disfrutable), los vaivenes rítmicos y armónicos de Envero.

Maiden voyage, de Herbie Hancock, contribuye con la reflexión y los claroscuros, mientras que Giant steps, el estándar de Coltrane que se ha interpretado y vuelto a interpretar por todos los rincones del planeta, aparece aquí en la personalísima caligrafía del trío; todos sueltan amarras y se van… lejos, para que a media travesía, en un solo soberbio y rutinario, Gabriel muestre el poder y la profundidad de su genio.

Está también A mis hijos, aquel lúdico arrullo que Eugenio tocara a piano solo en El pez dorado (2003) y que aquí abre las compuertas para que el duende de Aarón Cruz se muestre a plenitud. Y para cerrar, un clásico de la cosecha eugeniana: Picasso, incluida en The Painters (1996), cuando Sacbé funcionaba como cuarteto. Dos discos de colección. Salud