Opinión
Ver día anteriorLunes 21 de noviembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Tabasco inundado y el noroeste seco
C

uando la mayor parte del estado de Tabasco lleva ya dos meses bajo el agua y los daños al patrimonio de la gente, la infraestructura pública y el sector agropecuario suman miles de millones de pesos, oficialmente se reconoce que la escasez de agua en las presas del noroeste del país puede incidir en que se especule con los precios de algunos granos básicos. Lo anterior se debe a que hay una sequía extraordinaria. Según el titular de la Secretaría de Agricultura, Francisco Mayorga, hay problemas de agua, pero todavía no es catastrófico, y se está cuidando el líquido al extremo para evitar lo peor en entidades como Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Zacatecas, Guanajuato, San Luis Potosí y Aguascalientes. O en Sinaloa, donde se dejarán de sembrar en el ciclo otoño-invierno entre 150 mil y 200 mil hectáreas de maíz, lo que significa una baja en la producción calculada en 5 millones de toneladas. La entidad aporta 75 por ciento de la producción de maíz nacional en dicho ciclo. Como remedio a lo que pasa se anuncia un apoyo extraordinario a la producción de dicho grano (básico en la alimentación nacional) en Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Veracruz y Campeche. Agregó el funcionario que los pronósticos no son buenos, pues la sequía se puede prolongar uno, dos o tres años, no sabemos, pues por el cambio climático los escenarios son inciertos

Mientras Agricultura señala que la situación en el norte de México no es catastrófica, la Comisión Nacional del Agua sostiene que es un problema grave. José Luis Luege Tamargo, su titular, indica que es la peor que ha sufrido México en 70 años, y sus efectos, más graves que las inundaciones en el sur de México. Agregó que la sequía traerá frentes fríos más secos, sin humedad, por lo que las heladas serán más intensas, mientras las lluvias de aquí a febrero estarán 30 por ciento por debajo de la media. Para el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Elvira, se trata de una sequía excepcional que afecta tres cuartas partes del país, por lo que pidió sustituir los cultivos que consumen mucha agua, por otros más resistentes a la sequía. Se requiere, dijo, una reconversión de cultivos para adaptarse a las condiciones actuales, y para lograrlo se elabora un plan para enfrentar esta contingencia, que de ninguna manera pone en riesgo la seguridad alimentaria del país, pues se están tomando las provisiones necesarias, cuya medida principal es que algunas de las áreas que producen estos cultivos tendrán que cambiar de región en el país, utilizando semillas que consuman menos agua y estableciendo un programa de empleo temporal. En la lucha contra la sequía y sus efectos suman esfuerzos las secretarías de Agricultura, Medio Ambiente, Desarrollo Social y Hacienda.

Por si no bastara lo anterior, y esperando que los funcionarios se pongan de acuerdo sobre la magnitud de la sequía y sus reales efectos, la Comisión Nacional Forestal llamó a estar alerta porque pueden presentarse incendios en estos meses, especialmente en Chihuahua, Sonora, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Al respecto, cabe recordar los graves incendios ocurridos en Coahuila y sus efectos tanto en la cubierta vegetal como en la avifauna de la entidad. Además, las asociaciones de productores agropecuarios aseguran que cientos de miles de cabezas de ganado han muerto y morirán de sed, y que no reciben el apoyo que les prometieron las instancias oficiales. Igualmente, los campesinos de las entidades donde supuestamente se van a sembrar líneas de cultivo que requieren menos agua desconocen los planes gubernamentales sobre la materia, a lo que se agrega la dificultad de cambiar sus sistemas productivos de la noche a la mañana.

La sequía anunciada oportunamente hace de las suyas. Se prevé que dure otros tres años, lo que agravará la situación que desde años atrás se vive en vastas regiones agropecuarias del país. Mas para el gobierno todo está bajo control, los precios de los productos básicos no aumentarán, la producción de los mismos está garantizada y hasta será mayor que antes. En fin, el moderno milagro de la multiplicación de los panes en tiempos de secas.