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FC: de olvidos y modestia

PIB: ¿vigorosos resultados?

Fox-Calderón: década perdida

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Sombrío, el panorama económico para el año próximo. Especialistas consideran que la creación de empleos será baja. La imagen, captada en la ciudad de MéxicoFoto María Luisa Severiano
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uando las cosas van mal o muy mal, como el calderonato comprenderá, los genios gubernamentales suelen privilegiar los resultados aparentemente buenos y olvidan los rotundamente malos. Tal es el caso del inquilino de Los Pinos, quien en plena celebración por las cifras contenidas en el más reciente informe del Inegi (PIB, tercer trimestre de 2011) subrayó que (se respeta sintaxis) la economía mexicana acumula siete trimestres seguidos, ya casi dos años seguidos, de crecimiento, constante trimestre, tras trimestre, modesto, si se quiere, pero qué importante es que, en momentos de tan grave crisis internacional, nuestra economía pueda crecer. Y se quedó tan tranquilo.

Al eufórico Felipe Calderón le pasó de noche que antes de esos siete trimestres seguidos de aumento la economía mexicana registró cinco periodos iguales consecutivos con caídas históricas, de tal suerte que el balance dista mucho de ser modesto, como asegura, y se torna verdaderamente espeluznante. Si se hace la operación aritmética completa (sumas y restas, y no sólo sumas), el resultado concreto es que desde el inicio oficial de la crisis la sólida economía nacional creció, por llamarle así, a una tasa trimestral promedio de apenas 0.7 por ciento, proporción mucho más cerca del estancamiento que de la modestia descrita por el susodicho. El balance sectorial es igual de aterrador: en 12 trimestres consecutivos las actividades primarias avanzaron 0.8 por ciento, las secundarias 0.2 y las terciarias 1.1, es decir, el campo cada vez produce menos, la producción industrial prácticamente está paralizada y lo mejorcito del navío de gran calado es el sector servicios.

Ese es el resultado concreto de tres años (octubre de 2008 a septiembre de 2011) de caídas olvidadas y alzas cacareadas a todo pulmón. Cuando se registraban las primeras el discurso oficial no se cansó de atribuir el desplome a factores externos, pero cuando se presentan las segundas la cosa cambia, pues se deben a la solidez interna, según la versión de Los Pinos. El hecho es que con ese 0.7 por ciento como promedio trimestral no se llega a ninguna parte, como tampoco con la tasa anual promedio del calderonato, que si bien va será de 1.7 por ciento. Con ello, en la docena trágica panista (Fox-Calderón) el modesto crecimiento económico sería equiparable al reportado en la primera década perdida –los años 80–, cuando la tasa anual promedio de crecimiento fue de 1.9 por ciento.

Mientras el inquilino de Los Pinos mantiene las cifras negras en el cajón de los olvidos, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados advierte que los riesgos internos y externos que afectan la actividad económica nacional se han multiplicado, lo que se ha traducido en un detrimento de las expectativas de crecimiento nacional e internacional. Entre los internos se puede mencionar la menor dinámica de la demanda doméstica (el consumo evoluciona lentamente y la inversión no repunta) y que algunos componentes del gasto muestran desaceleración. Asimismo, podría suscitarse una astringencia del crédito al consumo como resultado de un posible repunte inflacionario; una alza inesperada de la inflación que provenga por el lado de la oferta, en particular, de los productos agropecuarios, ante los efectos de las prolongadas sequías, sin olvidar la inseguridad.

Entre los externos se cuenta una mayor desaceleración de la actividad económica estadunidense, lo que ha influido en menor crecimiento de las exportaciones mexicanas; volatilidad inesperada en los mercados financieros internacionales que dé lugar a un ajuste de cartera adicional, lo cual tendría efectos sobre la captación de recursos de las economías emergentes, entre ellas México; incremento inesperado de los precios internacionales de las materias primas, en particular alimentarias y energéticas, que si bien han disminuido continúan en niveles elevados.

Ante el panorama de menor crecimiento de la economía mundial, en particular la estadunidense, se ha ajustado a la baja su expectativa de expansión, lo que ha repercutido sobre la economía mexicana a través, principalmente, del menor crecimiento de sus exportaciones, situación que ha propiciado un ajuste a la baja en los pronósticos sobre la evolución de la actividad económica nacional tanto para el presente año como para 2012. La economía mundial continúa expandiéndose, pero a un menor ritmo y en un entorno más volátil, por lo que los riesgos a la baja han aumentado, situación que incide en la economía mexicana a través de su canal comercial, el turístico y las remesas, por lo que la economía mexicana continúa enfrentándose a mayores riesgos a la baja.

Las expectativas tanto del sector privado como de organismos internacionales se han ajustado a la baja. El promedio del pronóstico económico para 2011 es de 3.75 por ciento, cifra inferior a la prevista por la Secretaría de Hacienda de 4 por ciento; sin embargo, destaca que dichos valores son inferiores al crecimiento observado en 2010 (5.5). Para 2012 se estima que continuará reduciéndose la dinámica económica del país; así, si bien el pronóstico de la SHCP se ajustó a 3.3 por ciento, en el cuadro se aprecia un promedio de 3.39 por ciento; cifras que continúan mostrando la pérdida de dinamismo de la economía nacional.

El citado centro de estudios indica que si bien el PIB creció en el tercer trimestre de 2011, su avance “no alcanza al de 2010; de hecho, fue menor en cerca de 30 por ciento. Los factores que influyeron en la dinámica de la economía mexicana en ese periodo fueron: por el lado externo, la menor demanda de exportaciones mexicanas, ya que, con cifras ajustadas por estacionalidad, su dinámica pasó de un crecimiento de 4.1 por ciento en el segundo trimestre a una caída de 0.6 por ciento en el tercero; en particular, las exportaciones manufactureras lo hicieron de un incremento de 2.65 por ciento a uno de sólo 0.34 por ciento, respectivamente. Además el nivel de la inversión no repunta, ya que continúa por debajo de su máximo observado de octubre de 2008. De hecho, de acuerdo con las cifras ajustadas por estacionalidad, en agosto de 2011 ese indicador mostró un decremento de 0.44 por ciento en relación con el mes inmediato anterior.

Las rebanadas del pastel

¿Tanta es la mugre y los malos manejos financieros en Mexicana de Aviación, que el gobierno calderonista prefiere enterrar a la aerolínea, con sus 8 mil trabajadores, que denunciar a los responsables y actuar en consecuencia? De entrada, a Gastón Azcárraga ya lo bajaron de la dirección del Grupo Posadas para alejarlo de los reflectores.