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Retrata una parte del Mazatlán que amamos, señaló la secretaria de turismo estatal

Festeja el Colegio de Sinaloa su aniversario 20 con libro de Antonio López Sáenz
 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de enero de 2012, p. 4

Acaba de salir a la luz Antonio López Sáenz, pintura + escultura + dibujo (2011), libro que forma parte de los festejos por los 20 años del Colegio de Sinaloa, del que el artista mazatleco es fundador.

En la presentación del volumen, efectuada en la sede de Banamex, patrocinador del tomo junto con el gobierno de Sinaloa y otras instancias, López Sáenz (1936) trajo a la memoria a Estela Shapiro, galerista que lo promovió durante tres décadas: “Con el lamentable fallecimiento de Estela, en 2003, y el consecuente cierre de su galería, me hallé enfrentado a mí mismo ya sin su consejo, apoyo y promoción como galerista, dealer y, sobre todo, querida amiga. No interrumpí el trabajo, el oficio y la dedicación disciplinaria que ha sido mi constante. Sin Estela y su galería recibí en Mazatlán el llamado de varios galeristas interesados en manejar mi trabajo. No acepté y me mantuve independiente produciendo y exponiendo mi trabajo en Sinaloa y algunas veces en el extranjero”.

En el volumen, Juan José Rodríguez escribe: “Fue en 1972 cuando Estela Shapiro supo que ‘en un cuarto de azotea en Coyoacán’ vivía un joven que hacía pinturas abstractas, ligeramente regordetas; con su olfato de artista oteó la posibilidad de que allí se encontrara una figura en ciernes, un nuevo integrante del cuerpo de pintores para su futura galería, y partió a encararlo de la misma manera que un manager de boxeo acude a los gimnasios en pos de atletas desconocidos”.

Directa, altiva y femenina, continúa Rodríguez, “a partir del trabajo de Estela nuestro artista comenzó a vender cada vez más y con mejor cotización, hasta que al fin pudo dedicarse exclusivamente a pintar –trabajó mucho tiempo como restaurador– y modelar esculturas a su gusto y tiempo por largos años, llegando un momento providencial en el que ni siquiera necesitó radicar en la ciudad de México. Al fallecimiento de sus padres, decidió regresar a Mazatlán, a la casa que le dejaron; desde entonces retomó la tranquila vida porteña, el sedentarismo creador como un credo y la luz del sol del Trópico de Cáncer como materia prima para el lienzo de todos los días”.

Sáenz no conocía a Mauricio de la Cruz, editor del libro, no obstante, reconoció que con el nuevo volumen sobre su trabajo plástico reciente, me sentí redescubierto después del silencio que siguió a la partida de Estela y, repito, el cierre de su galería. En 1992, Editorial Siglo XXI y la Dirección de Investigación y Fomento de Cultura Regional publicaron un libro que también lleva su nombre como título.

Para María Luisa Miranda Monrreal, titular del Instituto Sinaloense de Cultura, hablar de la obra del artista es hablar de la vida misma, de Mazatlán, del mar, del mundo y sus colores. Ha creado una obra que expresa nuestras tradiciones, el trabajo, la fiesta, el deporte, la familia y, claro, el amor indisoluble. Su modelo, sin duda, son sus padres, protagonistas de un matrimonio amoroso y monolítico; él así lo ha expresado. El color y la forma en su obra son firmes, dan fe de una personalidad tenaz y creativa, de una disposición muy definida para correr los riesgos a que todo artista con ideas nuevas se expone.

Agregó: Es un maestro también de la sensualidad, que no sólo es notable en los cuerpos, símbolo de lo majestuoso, sino en los detalles de sus figuras, los perfiles, el bigote, los peinados, la indumentaria, además del misterio de máscaras de carnaval, de la ausencia de rasgos en los rostros, que es, quizás, la característica más visible. Lo mismo el mar, ese universo azul que parece ser el depósito de todos sus recuerdos.

Por su parte, Oralia Rice, secretaria de Turismo de Sinaloa, reiteró que el artista retrata una parte de ese Mazatlán que tanto amamos, ese Mazatlán del mar, del carnaval, de las bandas, de la historia, que es precisamente lo que queremos mostrar al mundo. De allí que quisiera nombrarlo como embajador turístico de nuestro estado.

Con motivo del 20 aniversario del Colegio de Sinaloa, así como de su museo de arte, se abrió la muestra antológica Realidades reconstruidas, también de López Sáenz.