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El precio del petróleo en 2012
D

e nuevo, y como parte de la reflexión y el análisis cotidianos en el Observatorio Ciudadano de la Energía (www.energia.org.mx), realizamos un intercambio de opiniones sobre el comportamiento del mercado mundial de petróleo en 2012.

Lo primero que nos sigue sorprendiendo es la continua elevación de los precios internacionales del crudo. En 2011, el promedio anual del marcador estadunidense West Texas Intermediate (WTI) se elevó 16 dólares por barril, de 79.40 a 95.10. Sin embargo, crudos como el Brent y la misma Mezcla Mexicana de Exportación subieron más. En el caso del Brent, 32 dólares por barril, de 79.51 a 111.62. Y en el del barril de petróleo mexicano, 29 dólares, pues se había cotizado en 72.15 dólares en 2010 y alcanzó 101.07 en 2011.

Por cierto, aquí destacamos y observamos dos hechos: 1) el alto nivel del precio del crudo mexicano, que permitió –a pesar de la baja en el volumen de exportación– los ingresos más elevados de toda nuestra historia por concepto de derechos de extracción de hidrocarburos, asunto sobre el que conviene preparar una nota más extensa y detallada en un momento próximo; 2) el significativo diferencial de seis dólares por barril de la mezcla mexicana respecto al WTI, situación que sólo se había registrado en 1974 y 1975, y cuya racionalidad –en parte derivada de la relación del dólar y el euro– también conviene tratar con más detalle en otro momento. Lo segundo a observar aquí es el comportamiento de la demanda mundial de crudo. En 2011 mejoró un poco, al elevarse en cerca de 800 mil barriles al día respecto a los 88.1 millones consumidos en 2010. Así, llegó a 88.9 millones de barriles diarios.

En relación con el deprimido nivel del consumo mundial registrado en 2009 (84.7 millones), la elevación es de poco más de 4 millones, lo que muestra la dramática caída de la economía del orbe en ese año, después de que en 2008 el consumo fue poco mayor de 86 millones de barriles diarios. Un tercer aspecto que llamó nuestra atención en el comportamiento del mercado mundial de crudo durante el año pasado es el de la estabilización de la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en 30.1 millones de barriles al día, mismo nivel de producción que en 2010, aunque superior en cerca de un millón de barriles a la de 2009, que fue de 29.3 millones. No obstante, todavía inferior a los poco más de 32 millones de barriles que produjo esta organización en 2008.

A este respecto, no dejamos de comentar en el Observatorio Ciudadano de la Energía el papel tan importante que juega la OPEP no sólo por el alto porcentaje de la oferta mundial de crudo que representa –casi la tercera parte–, sino por la enorme dependencia que guarda el nivel de los precios del crudo con esa que es la oferta de menores costos de producción en el mundo, y cuyo descenso, cuando hay elevación de demanda, obliga a la operación de crudos de costos mucho mayores que –por sí mismos– tiende a elevar las cotizaciones, independientemente de otros factores que también lo hacen. ¿Qué panorama –nos preguntamos en el Observatorio– se puede esperar para 2012? En primer lugar, una demanda que puede subir cerca de un millón de barriles al día y alcanzar los 90 millones de barriles de consumo diario en promedio. ¡Qué tan cerca o qué tan lejos de esos 90 millones dependerá, sin duda, del nivel de la actividad económica! A este respecto, sólo conviene mencionar que recientemente se ha abierto de nuevo la discusión sobre cierta recuperación relativa de la economía estadunidense, de los términos de operación de la economía europea y del impulso mayor o menor de economías como la de China y la de la India, durante varios años responsables principales del incremento anual del consumo de petróleo en el mundo.

Un segundo aspecto que observamos respecto al panorama petrolero de 2012 es el de la oferta, donde esperamos una ligera elevación de la producción OPEP, que relativamente tendría poco impacto en los precios, dado que muy probablemente sea inferior al incremento anual del consumo mundial de crudo.

Finalmente, observamos que –justamente por la elevación de la demanda– los precios no descenderían, al menos drásticamente, aunque tampoco se observan condiciones para su elevación, dado que en estos momentos se puede considerar que son relativamente altos respecto al nivel que exigiría el costo de los yacimientos más caros que operan en este momento.

Así, hay opiniones de que las cotizaciones se mantengan muy próximas al nivel actual o, incluso, registren un pequeño ajuste a la baja. Esto significa un crudo mexicano todavía rondando los 100 dólares por barril. Y con ello, nuevamente, altos ingresos fiscales por este concepto. Sin duda.