Más de 2 mil beneficiarios de créditos hipotecarios del Fondo de Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste) dejaron de pagar sus adeudos en 2008 y a la fecha siguen sin hacerlo, debido a que no han sido resueltas sus demandas por la mala calidad en los materiales empleados en la construcción de sus casas.

Además, detectaron que el fondo incurrió en graves irregularidades que dañaron su patrimonio y el de los trabajadores, porque pagó a las constructoras de los conjuntos habitacionales Tecámac, Villas del Real, Real del Sol, Urbi Quinta Montecarlo, Urbi Hacienda Balboa, Cofradías, Los Álamos y Las Américas –todas en el estado de México– cuando las viviendas ni siquiera se habían empezado a construir, y en otros casos, sin los avalúos que respaldaran su costo. Además, no se contrataron las pólizas de seguros de vida, desempleo y daños a las viviendas.

Los afectados fueron beneficiarios del Programa Extraordinario de Créditos (PEC) que operó Fovissste entre 2002 y 2005 y por el cual el organismo otorgó 75 mil créditos hipotecarios. En 2008 crearon el Frente Mexiquense en Defensa para una Vivienda Digna, AC, para exigir al Fovissste que atendiera sus reclamos por lo que consideraron la afectación de su patrimonio. Adquirieron deudas que deberán pagar a lo largo de 30 años por inmuebles sobrevaluados en alrededor de 40 por ciento.

Actualmente, dijeron, las casas tienen grandes hoyos en su estructura y/o el sistema de drenaje colapsado, evidencia de los pésimos materiales empleados en la construcción.

Aseguraron que el Fovissste nunca les hizo caso. Por eso dejaron de pagar sus deudas. En respuesta, el Fondo interpuso juicios civiles que al final beneficiaron a los trabajadores. Alrededor de 25 jueces del Distrito Federal y el estado de México resolvieron que los acreditados no tenían que pagar las pólizas de los seguros de vida, desempleo y daños a la vivienda porque no existen.

Al menos el Fovissste no pudo acreditar ante los juzgados la existencia de los contratos de dichos seguros ni las actualizaciones anuales. Es muy probable, entonces, aseguraron los miembros del Frente Mexiquense, que ninguno de los 75 mil créditos del PEC cuente con esa protección y que los acreditados estén pagando por algo inexistente. Nosotros nos dimos cuenta porque Fovissste nos demandó una vez que dejamos de pagarle, señalaron.

Eso explica que cuando los habitantes de los inmuebles acuden a reclamar al fondo por el deterioro que presentan sus casas, a pesar de que no han cumplido ni 10 años de haberlas ocupado, el organismo turna el problema a las constructoras en lugar de hacer válido el seguro correspondiente. El Frente Mexiquense entregó a La Jornada copia de los oficios que en este sentido ha emitido el Fovissste.

Con las resoluciones de los juzgados civiles, los integrantes del Frente Mexiquense iniciaron en 2010 nuevos procesos judiciales, esta vez en el ámbito penal ante la Procuraduría General de la República (PGR), para que se investigue la actuación de los funcionarios de Fovissste que violaron la normatividad y afectaron el patrimonio del fondo y de los trabajadores.

También presentaron una queja ante el Órgano Interno de Control del Fovissste. Aunque desde diciembre de 2010, la titular del área de quejas, Graciela Penilla Martínez, notificó al frente la recepción de la queja y le asignó un número de expediente, nunca nos ha vuelto a llamar ni sabemos si se hizo o no la investigación.

En cambio –dijeron los afectados– surgió la información de los servidores públicos contra quienes se presentaron demandas penales e incluso ya se consignaron y han sido encarcelados varios de ellos por el presunto delito de fraude, luego de que obtuvieron créditos hipotecarios por montos superiores a los que les correspondían.

Para el Frente Mexiquense es claro que los trabajadores no pudieron haber alterado sus comprobantes de ingresos porque tienen la obligación de presentar originales y los representantes de las sociedades financieras de objeto limitado (Sofoles), así como el personal de Fovissste la responsabilidad de verificar en el papel, y en sus bases de datos, la autenticidad de los documentos.