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Javier Sicilia pide condolerse de esas muertes; hay miles de familias destrozadas, apunta

Macabra, cifra de víctimas de la violencia admitida por el gobierno, sostiene experto
 
Periódico La Jornada
Viernes 13 de enero de 2012, p. 18

Las estadísticas dadas a conocer por la Procuraduría General de la República (PGR) que señalan que en la guerra contra el narcotráfico han ocurrido 47 mil asesinatos son una cifra macabra, aun cuando ha sido minimizada, porque hay organizaciones no gubernamentales que han contabilizado más de 60 mil fallecimientos. Pero lo más importante es que las autoridades no consideran los daños humanos y sociales que ha dejado esta lucha, porque no se contemplan entre 10 y 15 mil desaparecidos ni tampoco los más de 120 mil descendientes afectados por esas muertes ni los miles de heridos, afirmó José Luis Piñeyro, especialista en seguridad nacional y fuerzas armadas.

Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, llamó a condolerse de la muerte de cualquier ser humano, con un sentido elemental de fraternidad, a propósito de las cifras reportadas por la PGR.

Piñeyro, también académico de la Universidad Autónoma Metropolitana, insistió en que “las autoridades han olvidado los daños sociales y humanos que ha dejado esta supuesta guerra contra el narcotráfico, en la cual existen miles de personas traumatizadas por la violencia de haber vivido enfrentamientos o resultar afectados físicamente.

Si damos por válido lo que dice la autoridad, de que solamente 10 por ciento de los asesinados son población civil inocente, es una cifra muy grande; pero los costos humanos son todavía más grandes, ya que se tendrían que considerar los desaparecidos, los huérfanos y las viudas.

Tampoco han sido considerados los heridos con diferentes grados de lesión ni las personas traumatizadas, entre las cuales hay niños, mujeres, viejos y jóvenes. Entonces, en pocas palabras, las estadísticas gubernamentales no reflejan esos costos.

El general Luis Garfias Magaña afirmó que esta campaña ha tenido buenos y malos resultados. Consideró que debió hacerse con más eficacia y energía, pues éste ha sido un sexenio terriblemente sangriento.

El general, especialista en seguridad nacional, agregó que “esta campaña ha tenido luz y sombras, más sombras que luz, y aunque la campaña que ha llevado a cabo el presidente Felipe Calderón tiene su lado positivo, ya que ha provocado muchos arrestos y aseguramientos, creo que no ha sido correcta, porque hubiera sido necesario actuar con más energía y aplicar el artículo 29 de la Constitución (suspensión de garantías) para evitar lo que constantemente se dice: que hay violaciones a los derechos humanos”.

Javier Sicilia, al participar en el último día de actividades del Encuentro con la Sociedad Civil, foro organizado por la Confederación Patronal de la República Mexicana, consideró increíble que el presidente Calderón y la clase política en general no se dieran cuenta de lo evidente: detrás de cada muerte hay un ser humano y familias destrozadas.

De acuerdo con el poeta y activista, vivimos un parteaguas civilizatorio, ya que la forma actual del Estado se encuentra en vías de desaparecer para dar lugar a algo nuevo, en un parto tremendamente doloroso y sangriento.

Al hacer un balance de la situación que atraviesa México, Sicilia lamentó que el país está balcanizado, fracturado y en guerra, con crímenes y abusos totalmente impunes, por lo que llamó a construir una nueva democracia en la cual lo humano y la fraternidad sustituyan el enfrentamiento y el odio.

Por eso nosotros hablamos con todos, porque con el diálogo hay que unir la derecha y la izquierda, arriba y abajo, el norte y el sur, y sentir como propia la muerte de cualquier ser humano, sea cual sea su ideología o su origen.

El presidente de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste, Raúl Ramírez Baena, consideró que el número de muertos dado a conocer por la PGR es una cifra conservadora, que no refleja exactamente la realidad. Basados en experiencia empírica, estamos convencidos de que los datos son mayores. Esto es sólo la punta del iceberg.

Deploró además que el gobierno federal quiera vincular indirectamente los asesinatos con la delincuencia organizada, sugiriendo que todos los muertos eran criminales, para justificar su falta de investigación. Advirtió que en las estadísticas falta incluir los actos de tortura y desaparición forzada cometidos por soldados y policías, muchos de los cuales no son denunciados.