fotos: JOSÉ ALBANO. Niños tapeba. Ceará, Brasil, Novas Travessias, Contemporary Brazilian Photography. Verso, 1996

Unos Mapuche de película

(una visión irónica tras la agresión policiaca
y militar contra la comunidad wente winkul mapu)

Pedro Cayuqueo

Hay gente que no cree, pero al sur del BioBio se filman hoy las mejores películas sobre Vietnam. Si, leyó bien, sobre Vietnam, aquella guerra de John Rambo, Oliver Stone, los Sikorsky UH-1H, banda sonora de Creedence y por supuesto los “malditos Charlies”. Hace pocos días, el fotógrafo independiente Felipe Durán dio con la filmación de la nueva superproducción de los estudios Paramount Pictures.

El acierto fotográfico lo realizó en la comuna de Ercilla, en tierras de la comunidad Wente Winkul Mapu, donde un programa piloto impulsado por el gobierno habría posibilitado la reconversión laboral de los comuneros en entusiastas extras guerrilleros de Hollywood. “Antes debíamos filmar en países como Filipinas, Tailandia o Camboya, donde además de dictadores debíamos lidiar con serpientes y mosquitos. Era increíble la cantidad de dólares que gastábamos en coimas y repelente para insectos”, señaló uno de los productores, oriundo de Nashville, Tennessee, y quien sólo se identificó como Steve. “Además” —agregó— “el parecido entre vietnamitas y mapuche es increíble, si hasta sangran y mueren de la misma forma… nos han dicho que también comen mucho arroz… ¿es así?”.

En Ercilla, en tierras de la comunidad Wente Winkul Mapu, un programa piloto impulsado por el gobierno reconvirtió a los comuneros en extras guerrilleros de Hollywood.
“Poder filmar en zona mapuche la guerra de baja intensidad que se vive en Colombia es un desafío para cualquier estudio cinematográfico”, subrayó un ejecutivo.

Hasta el momento autoridades de gobierno no han querido confirmar ni descartar su vinculación con el exitoso programa de reconversión laboral indígena. Pese a ello, fuentes cercanas a la producción de Operación Comando Saigón VII: La Venganza del Tet, reconocieron el compromiso gubernamental con el rodaje desarrollado al interior de las comunidades mapuche de Ercilla. “Ha sido total”, indicó un miembro del equipo de efectos especiales y de larga trayectoria en superproducciones sobre la guerra en el sudeste asiático. “Cuando filmamos Apocalipsis Now en Filipinas tuvimos una gran colaboración del gobierno local. Recuerdo que nos facilitaron aviones del ejército, inclusive algo de napalm, sin embargo en Chile el respaldo ha sido total; armas, tanquetas, gases, helicópteros y cientos de comandos del gope, todos muy pero muy profesionales y en sus papeles; ha sido muy fácil trabajar con ellos”, indicó el técnico, oriundo de Denver, Colorado, y quien sólo se identificó como Raymond. “Estamos maravillados con Chile. Nos han dicho que existen muy buenas canchas de ski, la cazuela es magnífica. Estoy muy ansioso de regresar con mi familia”, agregó entusiasta.

Según publicó The Hollywood Reporter, prestigiosa revista especializada en las últimas novedades de la industria, el arribo de los grandes estudios al sur del BioBio era cosa de tiempo. A juicio de la publicación, los intentos de Universal Pictures por establecer en Atacama una base para rodajes de películas sobre la guerra de Irak, desechados finalmente por la presión de multinacionales mineras, habrían puesto los ojos de su competidora en La Araucanía. “Si bien en un principio se pensó en la zona mapuche como locación ideal para filmes sobre el lejano oeste, la avanzada legislación chilena en materia de reconocimiento de derechos indígenas lo habría impedido”, apunta la publicación.

Dicho corpus jurídico, sólo comparable con el existente en Finlandia respecto de los sami, sanciona duramente los estereotipos indígenas en el cine. “Fue entonces que se nos ocurrió pasar de los western a la guerra de Vietnam; si los mapuche por ley no podían hacer papeles de navajos y comanches, nada les impedía actuar como rebeldes norvietnamitas”, confidenció a THR el productor de Paramount, Gary Levinsohn, responsable de Saving Private Ryan y The Patriot, entre otras afamadas producciones bélicas.

Las expectativas, reconocen fuentes de Paramount en Chile, son más que auspiciosas para la industria y sobre todo para los mapuche. A los remakes de antiguos clásicos de Vietnam, como Pelotón y Born To Kill, ambos ya en carpeta, se sumarían megaproducciones bélicas sobre diversos grupos guerrilleros regionales. “Latinoamérica siempre nos ha parecido un mercado interesante de explorar”, confidenció a The Clinic un alto ejecutivo de Paramount en conversación telefónica desde Los Ángeles, California.

“Poder filmar en zona mapuche la guerra de baja intensidad que se vive en Colombia es un desafío para cualquier estudio”, subrayó. “No lo descartamos a largo ni mediano plazo”, agregó el ejecutivo, quien no ocultó su interés por llevar al cine alguna de las surrealistas acusaciones del Ministerio Público contra los mapuche en Chile. “Son historias increíbles. La Operación Paciencia contra CAM, el Juicio de Cañete, las conexiones Mapuche-FARC. Tal imaginación de vuestros fiscales escasea por estos días entre los guionistas de Hollywood”, reconoció. Luz, cámara, ¡acción!

The Clinic, Santiago de Chile.
10 de noviembre de 2011