La negativa del gobierno federal ampliar a 2013 el plazo para cerrar el relleno sanitario Bordo Poniente derivó en graves problemas en el manejo de la basura en la ciudad y un incremento promedio de 30 por ciento en los costos de operación, informó Fernando Menéndez Garza, coordinador general de la Comisión para la Gestión Integral de los Residuos Sólidos del Distrito Federal.

En entrevista con este diario, explicó que “nunca hubo condiciones para ampliar la vida de ese relleno, el más grande del mundo, y se fijaran los requisitos para su aprovechamiento –como sucedió en Nueva York, donde las autoridades ambientales dieron un respiro de cinco años–, por lo que tuvimos que pelear en el ámbito jurídico”.

La presentación de diversos estudios técnicos que avalaban la posibilidad de aumentar a 25 metros de altura la acumulación de basura sin riesgos de lastimar la geomembrana y provocar la fuga de lixiviados, no fueron suficientes para ampliar más allá de 2008 su vida útil. Se solicitó entonces un amparo que nos permitió ir hasta 2010 y después nos pasamos un año entre abogados para dar otro respiro de un año.

La fecha límite fijada por las autoridades federales era el 31 de diciembre, y aunque no fue el acuerdo favorito de todos, nos circunscribimos y cumplimos, cuando no habían concluido las pruebas de impacto ambiental, urbano, de logística y autorizaciones para llevar la basura al estado de México, cuyo gobierno nos ha apoyado, reconoció.

Hoy se tienen autorizados cuatro rellenos en Ixtapaluca, Cuautitlán y Xoconautla, pero en el acuerdo se señala que debe haber otros más, que deben ser considerados la base para crear Centros Integrales de Reciclaje y Energía (CIRE), para dar valor agregado a los residuos, y repercuta en la población que vive y trabaja con ellos.

Fernando Menéndez Garza, durante la entrevista a este diarioFoto Roberto García Ortiz

A un mes del cierre del Bordo Poniente, reconoció, el problema de manejo de la basura no está resuelto todavía, pero la etapa más crítica ya pasó. Ahora viene la fase creativa, como incentivar al sector privado para que participe y otorgue los servicios que la ciudad requiere a costos más económicos, por medio de la explotación de biogás.

Un total de 200 empresas han mostrado interés en participar en este proyecto, cuya licitación pública internacional se emitirá en unas semanas, a lo que se sumará la puesta en operación de la segunda fase del CIRE de Aragón –la Secretaría de Obras informó que arrancaría el 15 de enero–, y mejorar la logística para trasladar los residuos al estado de México.

Mencionó que se cuenta con 250 trailéres propios y se rentaron 30 privados para reducir los tiempos de traslado, aunque el uso de la autopista a Ixtapaluca significa pagar 750 pesos por unidad. Estamos en pláticas con Caminos y Puentes Federales y Banobras para llegar a una tarifa justa por utilizar ocho de 90 kilómetros que tiene, lo cual significaría 64 pesos.

Así que estamos a la espera de firmar con las autoridades federales el acuerdo de cierre, clausura y mantenimiento del Bordo Poniente, en el que se define cuántas toneladas se irán a rellenos, a cuántos, las carreteras a utilizar, los costos adicionales, las acciones e infraestructura a construir para que funcione este proyecto, y la distribución de los recursos obtenidos por la explotación de biogás, afirmó.