El grabador Adolfo Mexiac (Cuto de la Esperanza, Michoacán, 1927), en palabras de Tania Morales, es un guerrero de la sociedad, un crítico de lo sucedido en el medio social, un creador de conciencias.

Morales es curadora de la exposición retrospectiva con la que se rinde homenaje nacional al artista en el Museo Nacional de la Estampa (Munae).

Para muestra basta un botón. Mexiac participará en la realización de una plaquette para apoyar a los grupos indígenas que son despojados de sus riquezas y tierras. Lo convocan principalmente los huicholes, así como otros grupos.

Justicia pendiente

En los albores de su carrera, Mexiac tuvo la oportunidad de visitar muchas zonas del país donde viven grupos indígenas como los tarahumaras, los coras, los huicholes, los mixtecos, los mazatecos y los mismos purépechas. Esto me enriqueció el panorama y conocí la marginación en la que han vivido y todavía viven, ya que por desgracia los gobiernos de México desde la Colonia no les han hecho justicia. Por eso estoy muy cercano con estos grupos, porque siento que son parte de nuestra identidad, les debemos mucho y constantemente se lo regateamos.

Integrante del Taller de Gráfica Popular (TGP), Mexiac reconoció en rueda de prensa, hace unos días, que la función de esta vertiente artística en México ha cambiado: Después de la relevancia que tuvo la gráfica en los años críticos que fueron los del TGP, y que cambió paulatinamente el sistema político del país, la gráfica se ha enriquecido en muchos aspectos. Se diversificó, dejó de ser nada más un medio de crítica social y empezó a decorar los salones como lo venía haciendo desde hace mucho en muchas partes del mundo. Es decir, empezaron a utilizarse los colores, otras técnicas, como el aguafuerte, la aguatinta, la serigrafía y los medios modernos de reproducción como los electrónicos. Ésta es la gran ventaja de todo lo relacionado con las artes gráficas, que están muy cerca de los medios de comunicación más que, digamos, la pintura, que es de alguna manera más elitista.

Adolfo Mexiac: homenaje nacional reúne 130 piezas: 44 matrices, un boceto y 85 estampas, todas provenientes del acervo del artista, ahora resguardado por el gobierno de Colima y que alberga el Centro Cultural Adolfo Me-xiac, en la capital del estado, señaló Patricia Salas, organizadora del acervo. Y aunque el Munae posee 52 obras del artista, éstas no se colgaron en sus muros.

El guión curatorial de la muestra se divide en tres momentos, explicó Morales.

Como Mexiac es un conocedor completo de las técnicas de estampado, el primer momento presenta las matrices con estampas para ver el resultado. El siguiente es un recorrido de su trabajo realizado en el TGP, como obras que creó en Vietnam, en 1968. En el tercero se presenta a un Mexiac de los últimos tiempos, que no deja de ser crítico ni alguien que aporta socialmente su visión de lo que pasa no sólo en México, sino en el mundo, pero con su tinte mucho más divertido y sarcástico.

Escala en Colima

La noche en que se inauguró la exposición, Mexiac imprimió un grabado hecho ex profeso, que donó al Munae. Octavio Fernández, director del recinto, dijo que la muestra itinerará en varios estados. El primero será Colima.

La exposición Adolfo Mexiac: homenaje nacional, en el recinto de avenida Hidalgo 39, Plaza de la Santa Veracruz, Centro, concluirá el 4 de marzo.

Asimismo, en el Munae se puede visitar la muestra La Parota: XV aniversario, que terminará en la misma fecha. Reúne 76 obras, la mayor parte producidas en el Centro de Formación y Producción de Artes Gráficas de Colima La Parota, pero otras que le fueron donadas.

Se trata de trabajos, por ejemplo, de Francisco Toledo, Leonora Carrington, Manuel Felguérez, José Luis Cuevas, Gilberto Aceves Navarro, Vlady, Demián Flores, Gabriel Macotela, Marisa Boullosa y Nunik Sauret, para quien este centro ha cumplido con creces su misión y se ha vuelto un referente en el ámbito nacional para todos los artistas gráficos del país.