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Michael Mann, atacado por crear y defender la gráfica más politizada de la ciencia

Científico del clima, dispuesto a dar la pelea contra consorcios

Conocida como palo de hockey, muestra el brusco incremento de las temperaturas mundiales hacia finales del siglo XX

La industria de combustibles fósiles y algunos republicanos la consideran fraude

Foto
En la gráfica, los cambios registrados en el hemisferio norte en los pasados mil años. Ante la falta de registros formales anteriores al siglo XIX, se usaron muestras de hielo polar, anillos de árboles y modificaciones en los arrecifes coralines para los parámetros. Las temperaturas más elevadas ocurrieron en las últimas décadas del siglo XX. La imagen, tomada de www.skepticalscience.com/broken-hockey-stick.htm
The Independent
Periódico La Jornada
Martes 24 de enero de 2012, p. 2

Aunque es uno de los hombres más vilipendiados en el muy vituperado campo de la ciencia del clima, el profesor estadunidense Michael Mann es sorprendentemente jovial. Pese a ser el foco de una brutal campaña orquestada por la industria de los combustibles fósiles y por destacados miembros del Partido Republicano, su alegre estoicismo es contagioso en verdad.

“Los que niegan la realidad del cambio climático tienen tanto tiempo atacándome, que ya casi me parece que es desde siempre –comenta el profesor de meteorología de la Universidad Estatal de Pensilvania–. Me resisto a ser figura pública, pero he aprovechado la oportunidad para comunicar ciencia.”

Mann se volvió el blanco de los ataques por ser el autor y vehemente defensor de una gráfica del calentamiento global conocida como palo de hockey, que la revista Nature ha descrito como la gráfica más politizada de la ciencia.

El palo de hockey generó gran parte del oprobio lanzado contra científicos del clima a resultas de unos mensajes de correo electrónico robados de la Universidad de East Anglia (Inglaterra) y filtrados a la Internet hace dos años, en lo que se dio en llamar el Climagate. Muchos de esos mensajes eran copias de correspondencia entre el equipo de esa universidad y Mann y sus colegas en Estados Unidos.

La gráfica muestra que las temperaturas mundiales permanecieron constantes durante varios cientos de años y se elevaron bruscamente hacia finales del siglo XX, tal como la cuchilla que brota de la punta de un palo de hockey sobre hielo.

El original, publicado en Nature en 1998

El estudio original fue publicado en Nature en 1998. En el curso de cinco años, Mann se ha vuelto el centro de una campaña que busca desacreditar la ciencia del clima atacando el palo de hockey, término que no fue acuñado por Mann, sino por un colega. Es famosa la declaración hecha en 2003 por el senador republicano Jim Inhofe: el calentamiento global es el fraude más grande perpetrado contra el pueblo estadunidense.

El legislador republicano Joe Barton giró un citatorio a Mann para tener acceso a su correspondencia, y luego vino otro del procurador general de Virginia, Ken Cuccinelli, también republicano, así como solicitudes basadas en la libertad de información de parte de organizaciones que representan a la industria, entre ellas el Instituto de la Tradición Estadunidense.

Las demandas acusaban a Mann y sus colegas de no revelar sus métodos de investigación porque tenían algo que esconder. Mann insiste en que ha sido tan abierto como ha sido posible en cuanto a sus datos y métodos, pero que el objetivo de esas demandas es más de intimidación que de apertura. “Lo que intentan es borrar la distinción entre correspondencia privada y datos y métodos científicos, que desde luego están a disposición de otros investigadores para que los reproduzcan.

Me parece algo intencional y malicioso. Buscan congelar el discurso científico, intimidar a los investigadores que trabajan en campos que amenazan sus intereses, expresa.

Que una oscura gráfica aparecida en una revista científica haya enfurecido a tanta gente ha sido objeto de mucha especulación en Internet. El estudio original de Mann y sus colegas donde apareció el palo de hockey hacía hincapié en la naturaleza tentativa de la estimación de temperaturas pasadas antes de la invención de termómetros precisos.

Frente a la falta de registros formales de temperatura anteriores al siglo XIX, intentaron usar indicios tales como muestras de hielo polar, anillos de árboles y cambios en los arrecifes coralines. Por la naturaleza de este enfoque, su gráfica mostraba grandes barras de error, de extensión cada vez más amplia mientras más se remontaban en el tiempo.

La mayoría de los científicos del clima sostienen que la gráfica del palo de hockey no es el elemento central de la argumentación sobre el papel de la contaminación generada por el hombre en exacerbar el calentamiento global y la perspectiva de un peligroso cambio climático. Aun así se ha vuelto el arma humeante de ambos lados del debate, pues muestra que vivimos incrementos de temperatura sin precedente, o bien, que hemos caído en el garlito científico más grande de la historia.

“Cuando publicamos nuestro artículo en Nature, en 1998, nos remontamos seis siglos atrás –explica Mann–. Un año después publicamos un seguimiento que se remonta a un milenio atrás y expusimos varias salvedades. De hecho, las salvedades e incertidumbres aparecían en el título, y el resumen enfatizaba en lo tentativo del estudio, dado que se trataba de temas muy complicados.

Es frustrante que todo este contexto se haya perdido en gran parte y que se haya caricaturizado el resultado. A menudo quitan las barras de error para darle una apariencia más definitiva de lo que se intentaba.

Pero si el objetivo de los adversarios del cambio climático era someter a Mann y otros como él, definitivamente no lo han logrado. Mann publicará este año un libro sobre la controversia del palo de hockey y está decidido a continuar la batalla. Los científicos tienen que reconocer que están en una pelea callejera, advierte.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya