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Primeros frutos de la investigación con material de embriones humanos en ensayos clínicos

Tratamiento con células madre devuelve la visión a dos mujeres

Una padecía la enfermedad de Stargardt; la otra, degeneración macular seca

Deberían enfocarse en los resultados de seguridad y no en las mejoras visuales, señaló un médico detractor de la terapia

Hasta ahora, ninguna de las pacientes a experimentado inflamación, rechazo ni teratomas

 
Periódico La Jornada
Sábado 28 de enero de 2012, p. 2

Nueva York, 27 de enero. Antes del tratamiento, la artista plástica de 51 años estaba legalmente ciega, ya que no podía leer ninguna letra del típico test que se aplica en los consultorios oftalmológicos.

Desde su adolescencia padecía enfermedad de Stargardt, la forma más común de degeneración macular en pacientes jóvenes, y estaba empeorando día a día.

Una segunda paciente, de 78 años, sufría degeneración macular seca –principal causa de ceguera entre ancianos– y no podía ver lo suficientemente bien ni como para salir de compras sola. Pero luego de ser tratadas con células madre de embriones humanos donadas, ambas mujeres mejoraron drásticamente, informaron investigadores.

Las células madre son el material maestro del organismo, ya que pueden transformarse en cualquiera de los 200 tipos celulares del cuerpo humano.

Los resultados de este estudio son el primer informe de uso médico de células madre tomadas de embriones humanos, lo que los vuelve termómetros cruciales sobre si la controvertida técnica podrá alcanzar alguna vez usos terapéuticos generalizados.

En un artículo publicado el lunes en la edición en Internet de la revista médica The Lancet, médicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), y científicos de la biotecnológica Advanced Cell Technology informaron que las primeras dos pacientes del ensayo clínico no padecieron efectos de salud adversos.

Una semana después de que se les inyectaron las células derivadas de embriones de días de vida en su ojo, la artista plástica podía contar dedos, y luego de un mes podía leer las cinco primeras letras del test oftalmológico estándar.

La mujer puede ver más color y contraste, comenzó a usar su computadora y por primera vez en años puede enhebrar una aguja. Fue al mercado por primera vez en años.

Los resultados de seguridad, y no las mejoras en la visión, es en lo que las personas deberían focalizarse, dijo Dusko Illic, experto en células madre del King’s College de Londres, quien no participó del estudio.

No obstante, los defensores de la posibilidad de que las células madre curen la ceguera están entusiasmados con los resultados.

Objeciones y riesgos

El uso de células madre embrionarias para la investigación o tratamientos genera controversia por motivos éticos y médicos. Algunos oponentes argumentan que la técnica implica asesinato, debido a que la remoción de células madre de los embriones humanos de días de vida casi siempre destruye al embrión.

ACT es la única compañía que actualmente evalúa células madre embrionarias en pacientes.

En noviembre de 2011, la empresa pionera en investigación con células madre Geron anunció que detenía el primer ensayo clínico de la historia con este material en pacientes con lesiones medulares y que abandonaba el campo de estudio.

Cuando Robert Lanza, jefe científico de ACT, se acercó al cirujano oftalmológico Steven Schwartz, de la UCLA, para que dirigiera el ensayo clínico, éste pidió el consejo ético de dos de sus pacientes: dos monjas ancianas. Ambas le dijeron que avanzara, según contó el año pasado.

Incluso los científicos que respaldan la investigación con células madre argumentan que podría resultar peligroso su uso terapéutico. La misma propiedad que las vuelve tan valiosas para la investigación –su capacidad de transformación en cualquier tipo de células del cuerpo– también las hace riesgosas, podrían formar teratomas, tumor que surge cuando las células madre generan gran cantidad de tipos celulares.

Otra preocupación es que el trasplante de células derivadas de embriones humanos podría ser rechazado por el sistema inmune del paciente.

El propósito principal del ensayo clínico llevado a cabo sobre las pacientes con problemas visuales era determinar si las células implantadas causaban daño. Hasta el momento, ninguna paciente experimentó inflamación ni hay indicios de que los sistemas inmunes estén atacando a las células foráneas. Tampoco reportan señales de teratomas.

No es cura para la ceguera

La meta del estudio era determinar la seguridad, y como mucho, ver si la terapia puede desacelerar o detener la pérdida de visión, no restaurarla. “Que haya mejoras observables en su visión por más de cuatro meses es un bonus”, dijo Lanza en una entrevista.