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Ver día anteriorMartes 7 de febrero de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Haciendo milpa

C

on motivo del Año Internacional de la Biodiversidad, hace dos años tuvo lugar en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el encuentro La milpa: baluarte de nuestra diversidad biológica y cultural. El campus se vistió entonces de gala, al recibir a campesinos y científicos que en un diálogo respetuoso compartieron sus saberes.

Ligado a este encuentro se publicó a mediados de 2011 el libro Haciendo milpa: la protección de las semillas y la agricultura campesina, que se presentó en diciembre del mismo año. Lo coordinaron Elena Álvarez-Buylla, Areli Carreón y Adelita San Vicente; fue publicado por la UNAM con la participación de Semillas de Vida, AC.

Es un texto relevante, pues ahí se recogen la declaratoria que enmarcó el encuentro, así como textos académicos, el Pronunciamiento de la Primera Feria Nacional de Semillas y 13 experiencias campesinas de estados como Puebla, Guerrero, Chiapas, Tlaxcala, Jalisco, San Luis Potosí, Nayarit, Morelos, Veracruz, Michoacán, Oaxaca y del Distrito Federal. Hubo una primera Feria Nacional de Semillas.

En el encuentro participaron 34 grupos de investigación en ciencias y en humanidades de 28 dependencias de la UNAM. También estuvieron representadas la Conabio, la Universidad Autónoma de Chapingo, la UAM y la UACM.

En el prólogo se asienta que 70 por ciento de la producción agrícola nacional tiene como base semillas nativas que son salvaguardadas, mejoradas y adaptadas a los diferentes climas y necesidades agrícolas por los propios campesinos mexicanos, lo que muestra la importancia de este conocimiento para la soberanía y la seguridad alimentaria del país.

La declaratoria recoge un importante concepto, que Armando Bartra ha sabido condensar: “Más que hombres de maíz, los mesoamericanos somos gente de la milpa… los mesoamericanos no sembramos maíz, hacemos milpa, con toda la diversidad entrelazada que esto conlleva. Y la milpa –sus dones, sudores y saberes– es el origen de nuestra policroma cultura. No solo la rural, también la urbana…”

Los académicos y las organizaciones campesinas pidieron al rector, José Narro, y al secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Elvira, comprometerse para apoyar los esfuerzos que hacen día a día los trabajadores del campo para salvaguardar las semillas nativas, a fin de preservar la agrobiodiversidad mexicana en la que se sustenta la diversidad biológica y cultural del país. Consideran urgente que la política agrícola nacional fortalezca la agricultura campesina. También exigieron la prohibición inmediata y permanente de la siembra de maíz transgénico en cualquier lugar del territorio nacional.