Sociedad y Justicia
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Ambos requieren de responsabilidad y transparencia, dice la comunicadora peruana

Políticos y periodistas deben estar en las redes sociales: Esther Vargas

Despedida de su empleo como profesora, dedicó su esfuerzo a estudiar periodismo digital

También está convencida de que los políticos no pueden gobernar por Twitter o Facebook

Enviada
Periódico La Jornada
Domingo 12 de febrero de 2012, p. 32

Lima. Esther Vargas era una apasionada del periódico impreso; en Perú logró notoriedad como cronista y una columna muy leída Sex o no sex. Hace casi cuatro años un aciago episodio la condujo por caminos entonces impensables para ella: se transformó en gurú de la prensa online con el sitio clasesdeperiodismo.com.

Un día la Universidad San Martín de Porres la relevó de su empleo como profesora; le dijeron que los padres de familia no la querían por su orientación sexual. Ella lo denunció en el texto titulado: Disculpen, soy lesbiana, el cual generó tanto revuelo que el entonces presidente Alan García opinó en favor de ella.

Sin oportunidad de dar clases, estudió periodismo digital por Internet y leyó todo lo que caía en sus manos sobre el tema. A partir de ahí abrió los ojos sobre ese poder y convirtió un blog dirigido a sus estudiantes en una página web que recibe hoy 10 mil visitas diarias y la ha llevado a varios países. En México estará este fin de mes para impartir diversos cursos.

Pese a ser una especie de evangelizadora del uso de las redes sociales, Vargas está convencida de que los políticos no pueden gobernar a través de Twitter.

“Los periodistas tienen que pedir que se dé la cara. En España se han acostumbrado a estas conferencias sin preguntas y la prensa ha renegado. Acá no podemos permitir que nos gobiernen por un twitt. La prensa debe pedir de manera articulada: ‘está bien que uses el Twitter, el Facebook, pero hay un tema importante y debemos tratarlo frente a frente. Por eso tienes que dar una conferencia de prensa’.”

Mientras echa un ojo a los mensajes en su Iphone, explica que los periodistas deben ser muy enérgicos en eso, no pueden permitir que les digan no a las preguntas, porque les están quitando la oportunidad de buscar información.

El fracaso de PPK

La charla fue en el café Haití, un local tradicional del barrio de Miraflores, el de la adolescencia del escritor Mario Vargas Llosa. Ollanta Humala había cumplido cinco meses en la presidencia tras derrotar a Keiko Fujimori en unas elecciones que no sólo sorprendieron por llevar a fuerzas progresistas al gobierno, sino por la relevancia alcanzada por Twitter y Facebook.

A partir de esa experiencia cree que las redes sociales tienen un creciente poder. Si bien no hacen ganar a los candidatos permiten medir el clamor de la gente, la temperatura de la opinión pública. No son concluyentes, pero las encuestas tampoco lo son, a veces se aplican a 500 personas y en Facebook se dan la misma cantidad de comentarios.

Ilustra las limitaciones de Internet con el ex candidato presidencial Pedro Pablo Kuczynski, conocido como PPK, quien ganó a muchos jóvenes en Facebook sin lograr alcanzar un lugar en la segunda vuelta electoral. La moda era ser PPK, pero su mensaje quizá carecía de contenido.

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Esther Vargas cree en el creciente poder de las redes socialesFoto Claudia Herrera Beltrán

Lo mismo ocurrió con Antanas Mockus en Colombia, un fenómeno de Internet que fracasó en la elección. Vargas encuentra la explicación en que mucha gente sigue desconectada de Internet, pero la información generada en ese ámbito se traslada cada vez más a los medios tradicionales.

Por eso aconseja a políticos y reporteros estar presentes tanto en la plaza pública como en las redes sociales. A veces dicen que eres un periodista de Google o de escritorio y hay que hacer ambas cosas: estar con la gente real y con los lectores virtuales.

Escándalo Peña Nieto

Asegura que los políticos tendrán fiascos absolutos si conciben a las redes como otro escaparate de propaganda. La gran equivocación de nuestros políticos es querer replicar el éxito de Barack Obama comprándose una Blackberry; necesitan más que eso: un equipo brillante y generar conversación.

Les aconseja plantearse preguntas clave: “¿Soy transparente para estar en las redes sociales? ¿Estoy dispuesto a aceptar cualquier tipo de cuestionamiento? ¿Puedo responder a mis seguidores?

Enterada del escándalo del priísta Enrique Peña Nieto en las redes sociales, porque su hija llamó prole a sus críticos, Vargas dice que es un buen ejemplo de cómo los deslices se magnifican y que los candidatos deben cuidar hasta lo que hace su familia en Internet.

Porque se han dado casos en Perú de funcionarios que tuitean: Estoy con los niños pobres en un pueblo, pero se descubre por el ubicador de la Blackberry que están en la playa.

De ahí que recomienda responsabilidad en el uso de las redes. En Perú hay “congresistas convertidos en trolls” o periodistas groseros y vulgares.

Menciona el escándalo desatado en Brasil por unos reporteros que celebraron en Twitter ser los primeros en publicar el obituario de un vicepresidente. Desde su perspectiva no debieron comentar con ligereza una práctica interna del diario que quizá llevaría tiempo explicar al público.

Pero considera normal cometer esos errores: No sabemos nada de Twitter y Facebook y debemos ser humildes. La gente sabe más que nosotros, encuentra errores ortográficos, de concepto o manejo de fuentes.

Eso no implica la desaparición del periodismo, aclara, porque en Internet también hay mucha basura y los reporteros pueden servir como curadores o selectores.