Ginebra, 17 de febrero. La alta comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos, Navi Pillay, pidió hoy una investigación independiente sobre las causas del incendio que la madrugada del miércoles dejó más de 350 reos muertos en una cárcel superpoblada de Comayagua, en Honduras, y dijo lamentar profundamente este trágico suceso.

Urgimos al gobierno a garantizar que se brinde de inmediato a los familiares de quienes estaban presos en la cárcel de Comayagua cuando se produjo el incendio informaciones completas sobre la situación de sus parientes, afirmó en un comunicado dado a conocer por su portavoz Rupert Colville.

Añadió que quiere se esclarezca si las condiciones en la cárcel contribuyeron a las enormes pérdidas de vidas. Además, advirtió que el incendio es el tercer incidente de este tipo en una cárcel hondureña la última década, y deploró que en esta prisión para 250 detenidos hubiera aparentemente 800 presos cuando ocurrió el drama.

Pillay también manifestó preocupación por la situación en otras prisiones latinoamericanas. Ha habido una ola de violencia en cárceles de América Latina, que dejaron muertos en Uruguay, Argentina, Venezuela, Chile o Panamá, añadió. Instó a los estados a garantizar las condiciones de detención.

Expertos de Estados Unidos y otros países se sumaron este viernes a las investigaciones sobre las causas del incendio, mientras crecen las denuncias de la eventual responsabilidad de las autoridades en el siniestro. Mientras, un grupo de cinco forenses mexicanos se incorporó a las labores de identificación de los prisioneros fallecidos.

La ministra de Derechos Humanos de Honduras, Ana Pineda, señaló que el Estado debe prepararse para enfrentar demandas de familiares de los reclusos fallecidos. Dijo que corresponde a la Procuraduría General de la República preparar la defensa.

En tanto, se informó que a 356 aumentó el número de reos muertos en el incendio de la cárcel de Comayagua, luego de fallecer el viernes otra de las víctimas.