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Exigen fin a recortes a la educación, liberar a los detenidos y la dimisión de la gobernadora

En ciudades de España miles repudian la represión a estudiantes en Valencia

En Madrid marchistas colocan libros en la sede del PP; éstas son nuestras armas, sentencian

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Manifestación de estudiantes en Valencia contra la brutalidad policiacaFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 22 de febrero de 2012, p. 24

Madrid, 21 de febrero. Con libros en la mano, miles de jóvenes se manifestaron este martes en varias ciudades españolas para expresar su repudio a la represión policial contra los estudiantes ordenada por el gobierno conservador del presidente Mariano Rajoy. No tenemos miedo y si somos el futuro ¿por qué nos da por culo? fueron las consignas más repetidas en un movimiento que ya se conoce como la primavera valenciana.

Los jóvenes tienen tres demandas concretas: el fin de los recortes en educación, la liberación de los más de 30 estudiantes detenidos desde el pasado jueves y la dimisión de la delegada del gobierno en Valencia, Paula Sánchez de León, quien fue la que autorizó la represión contra estudiantes de secundaria.

“Esto nos pasa por un gobierno facha” y vale la pena luchar como en Atenas gritaron durante más de cuatro horas miles de jóvenes reunidos en Valencia, Barcelona, Sevilla, Cáceres, Córdoba, Oviedo y Madrid, en solidaridad con los estudiantes agredidos por la policía antidisturbios.

Estos hechos quedaron registrados en numerosos videos que circulan en la red, como el que muestra a un agente que empujó a dos adolescentes contra un vehículo en marcha. Las niñas; aterradas, se tiraron al suelo, se taparon la cara y lloraron. Las imágenes de la represión en Valencia fueron el detonante de la indignación general, pero sobre todo del colectivo estudiantil, que decidió salir a la calle en solidaridad con sus compañeros.

El origen del movimiento fue una marcha de los estudiantes del Instituto Luis Vives de la ciudad de Valencia, que protestaban contra los recortes de recursos públicos en su escuela y exigían una educación digna. La policía arremetió contra los adolescentes, lo que provocó que diversos grupos parlamentarios cuestionaran en el Congreso de los Diputados al ministro del Interior, Jorge Fernández.

Durante las primeras concentraciones fueron golpeados y detenidos decenas de jóvenes, muchos menores de edad. La policía incluso atacó a varios periodistas, incluidos uno de Radio Nacional de España y otro del periódico catalán La Vanguardia.

En Valencia, este día, y a diferencia de lo ocurrido el jueves y lunes pasados, la policía antidisturbios se mantuvo al margen de la marcha y se limitó a proteger los edificios públicos. En la movilización había estudiantes de todos los niveles, así como padres de familia, profesores y ciudadanos indignados por la situación que atraviesa su región, prácticamente en quiebra financiera ante los desmanes de corrupción y el despilfarro de dinero público durante años.

En Madrid, la movilización comenzó en la Puerta del Sol. Los manifestantes estuvieron cerca de media hora gritando frente a la sede la Comunidad de Madrid, resguardada por agentes antidisturbios, a quienes los jóvenes gritaban: ¡vergüenza! Los participantes, en su mayoría estudiantes de secundaria y preparatoria, afirmaron que no tienen miedo y que la lucha seguirá mientras continúe la política fascista del PP.

Después de la Puerta del Sol, los alrededor de tres mil jóvenes se dirigieron a la calle Gran Vía, que cerraron en ambos sentidos, para de ahí dirigirse a la Glorieta de La Cibeles, tomaron el Paseo del Prado hacia la sede central del PP, en la calle Génova. Ahí se vivieron los momentos de mayor tensión, pues los agentes antidisturbios activaron un férreo dispositivo de seguridad, con los rifles de balas de goma a punto y las macanas en mano.

Los jóvenes, a cambio, depositaron libros en la puerta del partido al grito de éstas son nuestras armas. Un vecino del barrio, resguardado por la policía empezó a gritar a los jóvenes: rojos de mierda. Piojosos hijos de puta. Si habéis perdido las elecciones.

En Barcelona y Sevilla protestaron miles de personas que también cerraron calles en señal de protesta.

En ministro del Interior, Jorge Fernández, señaló desde el Congreso que el gobierno y la policía van a controlar el exceso de quienes se manifiesten de manera violenta, al tiempo que advirtió a los jóvenes que las marchas y bloqueos son ilegales, y que están siendo engañados por gente interesada, en alusión a los partidos de oposición.

En el Congreso de los Diputados también llegó la primavera valenciana, una vez que los diputados del bloque de la Izquierda Plural portaron un cartel con la leyenda Yo también soy el enemigo, en alusión a lo que dijo el jefe de la policía de Valencia, Antonio Moreno, cuando le preguntaron el número de efectivos que utilizó para reprimir a los adolescentes: no es prudente revelarle al enemigo cuáles son tus fuerzas, señaló.