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Se compromete a respetar los resultados de los comicios de julio próximo

Recula Calderón y asegura que evitará expresiones que provoquen recelo
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Acompañado por los titulares de los poderes Legislativo y Judicial, los secretarios de Marina y Defensa y algunos miembros más de su gabinete, entre otros invitados, Felipe Calderón encabezó ayer la ceremonia por el Día de la Bandera en el Zócalo de la ciudad de MéxicoFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Sábado 25 de febrero de 2012, p. 7

Felipe Calderón Hinojosa se comprometió a respetar el resultado de los comicios presidenciales de julio próximo y anunció que su gobierno evitará pronunciarse o tomar acciones presumiblemente electorales que generen recelo o suspicacias entre los ciudadanos y los actores del proceso.

Arropado por las fuerzas armadas en la Plaza de la Constitución –la cual fue sellada por elementos del Ejército Mexicano, la Policía Federal y agentes de tránsito de la capital del país para celebrar el Día de la Bandera–, Calderón modificó, por lo menos en el discurso, su postura en torno a la disputa electoral.

La víspera había comentado en una reunión privada, a la que asistieron 700 consejeros de Banamex –propiedad de Citibank–, que la precandidata de su partido, el PAN, Josefina Vázquez Mota, se encontraba a cuatro puntos porcentuales de Enrique Peña Nieto, según encuestas ordenadas por la Presidencia de la República.

Así, Calderón modificó su línea discursiva y ponderó que en México las elecciones son competitivas y los conflictos tienen vías institucionales para ser solucionados conforme a reglas democráticas.

Antes de externar su compromiso de respetar el resultado de los comicios se calificó de profundamente democrático y respetuoso de la legalidad y el orden jurídico. Dijo que busca conciliar las libertades políticas de gobernantes y gobernados con la equidad necesaria en las contiendas electorales.

Frente al asta bandera del Zócalo, ante un público seleccionado –estudiantes, vendedores de La Lagunilla, elementos de las fuerzas armadas, reporteros, el ministro Juan Silva Meza, el legislador José González Morfín, los secretarios de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván; de Marina, Francisco Saynez Mendoza, y rodeado por militares y marinos vestidos de civil, algunos de los cuales vigilaban desde las azoteas de Palacio Nacional, la Catedral Metropolitana y edificios del Gobierno del Distrito Federal–, Calderón se enfiló por el discurso pretendidamente de rectificación ante la creciente crítica y malestar entre sectores políticos y de la sociedad.

“Me queda claro que las condiciones de competencia electoral despiertan una entendible sensibilidad política en los participantes, quienes reclaman, a su vez, mayor esmero y consideración por las autoridades en general y de los servidores públicos en particular. Entiendo que es fundamental que, en nuestras acciones, los gobiernos despejemos cualquier suspicacia al respecto y, por tanto, actuemos para que no quede duda de nuestra condición de demócratas.

“Es por ello que, en consecuencia, el gobierno federal se esmerará en evitar expresiones o acciones que puedan generar recelo o desconfianza entre los ciudadanos y los actores políticos. Como jefe del Estado mexicano he actuado y actuaré en todo momento como demócrata en este proceso electoral que, estoy cierto, debe ser caracterizado por la equidad y la pluralidad.

“Como Presidente de la República actuaré estrictamente apegado a la ley, velando por el buen desarrollo del proceso electoral, manteniéndome atento a los riesgos que emerjan frente a él, respetando los puntos de vista de los actores políticos y sociales, y exhortando a todos a la competencia responsable, informada y libre. En consecuencia, procuraré, aun más intensamente, actuar en apego a lo que siempre hemos creído, que es la democracia y sus principios, que no implica, desde luego, la claudicación de las ideas propias y convicciones, pero que sí exige de todos especial cuidado y responsabilidad para la buena marcha y conducción de la definición de los destinos de México.

Ser demócrata es mi más profunda convicción política, la escuela en que he sido formado toda mi vida. Hoy refrendo claramente que respetaré a la autoridad electoral y la apoyaré, como siempre lo he hecho. Que mantendré el respeto y, a la vez, el espíritu de colaboración con los poderes públicos, con el Poder Judicial y con el Poder Legislativo, y con los integrantes de ambos. Y que respetaré, por supuesto, y en ello quiero ser enfático, el resultado de los comicios y a quien resulte vencedor a través del voto libre de los ciudadanos.

Bajo la sombra de un Vicente Fox, que intervino de manera abierta en la campaña electoral de 2006, Calderón trató de convencer de que será vigilante del proceso, que no intervendrá y garantizará la ley en todo el país. Solicitó a los ciudadanos que no evadan sus derechos políticos.

A los mexicanos les pido que ejerzan sus derechos políticos. Debemos esforzarnos para que cada mujer y cada hombre que se encuentre en suelo patrio pueda ejercer sus libertades y derechos políticos a plenitud, para que haya en todos la plena libertad de expresión de ideas, derecho en cuya garantía se ha esmerado el gobierno. Que cada ciudadano pueda elegir libremente a sus representantes y desarrollar sus actividades, y vivir en la paz que anhelamos y que preservamos.