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Sustituye a Abel Prieto Jiménez, quien será asesor del presidente de Cuba

Nombra Raúl Castro a Rafael Bernal Alemany nuevo ministro de Cultura
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 7 de marzo de 2012, p. 30

La Habana, 6 de marzo. El gobierno del presidente Raúl Castro nombró como nuevo ministro de Cultura a Rafael Bernal Alemany, quien era el número dos de esa cartera, en sustitución de Abel Prieto Jiménez, en un momento en el que el sector comienza su restructuración como parte de la reforma económica en curso.

Prieto, que tenía 15 años en el puesto, será asesor presidencial debido a su experiencia y los resultados positivos en su gestión, según una nota oficial. Bernal tenía el mismo tiempo como viceministro primero de Cultura y estaba encargado de la administración.

Hace años era conocida la intención de Prieto de dejar su posición, por razones de salud. Todavía como ministro, el mes pasado explicó la restructuración, al anticipar que se busca desinflar la burocracia en el sector.

No tocaremos ni a un solo creador, intelectual o técnico en función del hecho artístico, pero sí hay que reubicar a una gran masa de personas que no son esenciales en el sector administrativo y, en ocasiones, entorpecen, dijo.

En declaraciones a la prensa local, Prieto describió: Se hace tremendo esfuerzo en reparar instituciones y no hay vida cultural. Se abren de ocho a cinco, pero apenas ofrecen servicios, están llenas de compañeras y compañeros que juegan con las computadoras al solitario y se trasladan papeles de un lado a otro. Todas esas instalaciones debían estar al servicio de los artistas, los verdaderos promotores culturales, y de la población.

Agregó: Hemos despilfarrado dinero, empleado mal el presupuesto. Esa es la verdad, es durísima, pero es la verdad. Y no es culpa de los trabajadores que pierdan el tiempo, es culpa nuestra, no hemos sido sensibles al problema, generamos plantillas estrafalarias. Es una situación insostenible.

Prieto advirtió, sin embargo, que “todos estos pasos los damos con cautela. Probaremos con algunos experimentos y lo haremos con un gran sentido de responsabilidad. No podemos desnaturalizar, distorsionar la política cultural. Nunca consideraremos el libro como una mercancía (…) No podemos dudar en subvencionar todo lo que pueda correr riesgo por falta de demanda. La cultura es estratégica.”

Foto
El presidente cubano y Abel Prieto Jiménez en La Habana, en imagen de archivo del 14 de febrero de 2008Foto Ap

Según diversas fuentes del área, los cambios en marcha implican que pasarán a convertirse en empresas algunas entidades que hasta ahora eran estatales, como centros promotores de música, editoriales, galerías y agencias de representación; en algunos teatros el pago a los artistas estará vinculado a la taquilla; aumentará la comercialización de las giras nacionales; se abrirán las salas de cine a otros usos; se reducirá la matrícula en las escuelas de instructores de arte y se discute la creación de cooperativas para operar librerías.

Bernal apenas es el tercer titular de Cultura. El primero fue el líder histórico Armando Hart, quien fue nombrado en 1976, al crearse el cargo, después de una época de dogmatismo y represión en el medio artístico, que se conoce como el quinquenio gris.

Prieto remplazó a Hart en 1997, también en un momento sensible, cuando la crisis postsoviética precipitó fenómenos nuevos en la cultura cubana, como la drástica caída de los recursos públicos y la irrupción del mercado y el turismo.

Se expandió entonces la comercialización internacional de las artes plásticas y la música, crecieron los ingresos de un sector de creadores y aumentó la presencia de artistas cubanos en el exterior, todo lo cual tenía regulaciones que debía operar el Ministerio de Cultura.

Graduado en letras hispánicas, Prieto hizo carrera en el sector cultural de la administración pública. Dirigió las editoriales Letras Cubanas y Arte y Literatura y el Centro Cultural Juan Marinello. Fue viceministro de Cultura y presidente de la Unión de Escritores y Artistas.

Durante 20 años (1991-2011) fue integrante del Comité Central y del Buró Político del Partido Comunista. Fue miembro del Consejo de Estado (1993-1998) y es diputado desde 1993. Ha publicado las novelas El vuelo del gato (1999) y Los viajes de Miguel Luna (2012).