León, Gto., 25 de marzo. En plena discusión de la reforma al artículo 24 constitucional, el secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, se pronunció esta noche –durante una cena privada a la que asistieron el presidente Felipe Calderón y el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré– por que en México se garantice la libertad religiosa, entendida como una condición que va más allá de la libertad de culto.

Bertone subrayó, también en presencia de los secretarios de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, y de Economía, Bruno Ferrari, que la libertad del hombre para buscar la verdad y profesar las propias convicciones religiosas, tanto en privado como en público debe estar reconocida por el ordenamiento jurídico.

Mientras el Papa se retiró a descansar al Colegio Miraflores, su secretario de Estado remarcó ante casi 500 personas, entre obispos, funcionarios federales y locales, que es de desear que en México este derecho fundamental se afiance cada vez más, conscientes de que este derecho va mucho más allá de la mera libertad de culto.

Según Bertone, esta condición impregna todas las dimensiones de la persona humana llamada a dar razón de su propia fe, y anunciarla y compartirla con otro, sin imponerla como el don más preciado recibido de Dios.

En la catedral basílica de León, el cardenal recordó que este año se conmemoran 20 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano. Señaló que tanto la Iglesia como el Estado tienen la común tarea, cada uno desde su misión específica, de salvaguardar y tutelar los derechos fundamentales de las personas, entre ellos el de la libertad religiosa.

A pocas semanas de discusiones en el Legislativo sobre la pertinencia de reformar el 24 constitucional, el prelado dijo que, en búsqueda de dicho derecho, la Iglesia no cesa de exhortar a todos para que la política sea una labor encomiable y abnegada en favor de los ciudadanos y no se convierta en una lucha de poder o una imposición de sistemas ideológicos rígidos que tantas veces dan como resultado la radicalización de amplios sectores de la población.

En Los Pinos ocultaron la asistencia de Calderón a la cena y la confirmaron una vez que trascendió en el ámbito eclesiástico, el cual mencionó que hubo palabras del Presidente. Bertone resaltó ante el Ejecutivo que la Iglesia y sus ministros están comprometidos en la hermosa labor de trabajar por el hombre. Aseguró que la institución ha escrito una página de esta historia de servicio a la humanidad.

Acudieron también el arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago; el presidente de la CEM, Carlos Aguiar Retes, y Norberto Rivera, entre otros jerarcas.