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El pueblo demostrará que es constructor de su destino, dice el candidato de la izquierda

AMLO: en julio se sabrá si entre todos logramos hacer un cambio verdadero

Pide reflexionar sobre el actual sistema de injusticia y corrupción que destruye a México

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El abanderado de la coalición Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, en su casa de campañaFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Sábado 31 de marzo de 2012, p. 8

Perdonar no es olvidar. Aunque Andrés Manuel López Obrador ha dicho que ya perdonó a Felipe Calderón por el fraude electoral en los comicios federales de 2006, ayer se refirió tácitamente al hecho en la parte final del mensaje que leyó ante los medios de comunicación, en el arranque formal de su segunda campaña presidencial: Volveremos a ganar, dijo.

Ataviado con traje oscuro, camisa blanca y corbata azul; con un retrato de Benito Juárez cuidándole las espaldas, López Obrador se mostró optimista en su breve mensaje: Creo que el pueblo sabrá estar a la altura de las circunstancias y demostrará que es dueño y constructor de su propio destino; se hará realidad nuestra estrategia, que se resume en una frase: sólo el pueblo puede salvar al pueblo, sólo el pueblo organizado puede salvar a la nación.

Como solía hacer cuando era jefe de Gobierno del Distrito Federal, el ahora candidato de la coalición Movimiento Progresista citó a conferencia de prensa a las siete de la mañana. Dice un refrán que al que madruga Dios le ayuda, pero otro dicho popular advierte que para uno que madruga hay uno que no se duerme. Antes, en los primeros minutos de la madrugada ya habían arrancado las campañas de sus contendientes del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Peña Nieto, y de Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota.

El hecho es que había expectación. Desde antes de la hora señalada para la conferencia, el patio de las oficinas de López Obrador en la colonia Roma estaba abarrotado por alrededor de 100 representantes de medios nacionales y extranjeros. Al parecer los organizadores no previeron tan nutrida asistencia, el lugar era insuficiente e inadecuado para tantos periodistas. Esto provocó que las cámaras y los fotógrafos formaran una barrera entre el político tabasqueño y la mayoría de los reporteros.

Mientras tanto, a la entrada de lo que desde ayer es la casa de campaña de López Obrador, se congregaba un ruidoso grupo de brigadistas del Partido de la Revolución Democrática (PRD), algunos trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas y activistas del Movimiento Regeneración Nacional (Morena): unas cuantas piezas de ese rompecabezas llamado izquierda.

A las 7:05 horas apareció el candidato ante la prensa. Su rostro era serio, casi inexpresivo. Sólo un telépata o un síquico podrían decirnos todo lo que pasa por la mente de este político que está a punto de comenzar la última etapa, tal vez la más ardua, de un largo proceso que lo tiene a él como figura principal pero que incumbe a todo el país.

Tras agradecer la presencia de los medios, hizo hincapié en la trascendencia histórica del momento: Esta campaña será definitiva para el futuro del pueblo y de la nación, en julio se decidirá si continúa más de lo mismo; es decir, si continúa el régimen de corrupción, de injusticias y de privilegios que está destruyendo a México, o si entre todos logramos hacer valer un cambio verdadero que significa honestidad, justicia, seguridad y tranquilidad para todos los mexicanos.

A pregunta expresa, dice que su confianza en el triunfo se debe a que, a diferencia de 2006, ahora tenemos más organización, construida entre todos, desde abajo, está el Movimiento Regeneración Nacional y tenemos comités en casi todos los municipios del país; hay 53 mil comités seccionales, 3 millones 600 mil protagonistas del cambio verdadero y 2 millones 500 mil representantes de nuestro movimiento.

Su encuentro con los medios no duró ni 15 minutos. Después se reunió en privado con algunos de sus colaboradores y a las 8:15 de la mañana abordó el automóvil que lo llevó al aeropuerto, desde donde viajó a Tabasco, para presidir su primer acto masivo de campaña.

Así empezó López Obrador el primero de los 90 días que le restan al proceso electoral.