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El Presidente insiste en su exhorto a regular la venta de armas en el país vecino

La violencia que hoy padece México amenaza el futuro de EU: Calderón
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Stephen Harper, Barack Obama y Felipe Calderón, luego de ofrecer una conferencia de prensa conjunta para divulgar los resultados de su reunión de trabajo en Washington que sólo duró unas horasFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 3 de abril de 2012, p. 13

Washington, 2 de abril. Las demandas de más esfuerzos en la lucha contra el tráfico de armas que inunda México dominaron hoy buena parte de la Cumbre de líderes de Norteamérica entre los gobernantes de Estados Unidos, México y Canadá en la Casa Blanca, en un encuentro en el que sin embargo también la economía tuvo un papel relevante.

Tras la cita auspiciada por el presidente Barack Obama, su par mexicano, Felipe Calderón, reiteró la importancia de que Estados Unidos imponga medidas que detengan el tráfico de armas a México y advirtió a los que se oponen a ello que la violencia de este flujo también puede amenazar en el futuro a la “propia sociedad americana.

Yo respeto mucho la legislación estadunidense, en particular la segunda enmienda, pero estoy absolutamente convencido de que si no se frena el tráfico de armas a México, si no se restablecen los mecanismos para prohibir las armas de asalto o al menos para registrar plenamente la venta de armas de asalto, no sólo será imposible que la violencia termine en México, sino que incluso puede amenazar en el futuro a la propia sociedad de Estados Unidos, dijo Calderón en rueda de prensa con Obama y el premier canadiense, Stephen Harper.

Durante su visita oficial en mayo de 2010 a Washington, Calderón hizo un histórico reclamo al Congreso estadunidense para que reimpusiera la prohibición de armas de asalto, que expiró en 2004. El llamamiento provocó una oleada de protestas sobre todo de la oposición republicana del país, que lo consideró una injerencia.

Este lunes, en la que podría ser su última visita a Washington como presidente, Calderón volvió a insistir en este tema, y advirtió: pensar que lo que ocurra en México no tiene que ver con la seguridad de los nacionales de este país es un error.

Asimismo, vinculó directamente el fin de la prohibición de esas armas en Estados Unidos con el resurgimiento de la violencia en su país.

Nosotros sostenemos que la expiración de la prohibición de armas de asalto en 2004 coincide casi exactamente con el inicio de la etapa más dura de homicidios y violencia que haya visto México en mucho tiempo, subrayó.

El mandatario mexicano subrayó que le dejó claro a sus colegas que la lucha que libra México por una América del Norte más segura requiere el fortalecimiento de las acciones nacionales, entre las que destacó no sólo frenar el tráfico de armas, sino también combatir con más fuerza el tráfico de dinero y reducir la demanda de drogas.

Pese a sus críticas, Calderón valoró hoy algunos esfuerzos de la Casa Blanca en este aspecto, asegurando que ha visto una actitud mucho más activa que la de administraciones estadunidenses anteriores.

Por su parte, Obama –que no hizo ninguna promesa nueva al respecto– aseguró que su gobierno se toma muy en serio el tema difícil de tratar de detener el tráfico ilegal de armas en la frontera compartida.

Seguiremos coordinando estrechamente con el gobierno mexicano, porque reconocemos lo que está costando a las familias e individuos inocentes dentro de México y forma parte de nuestra más amplia cooperación para debilitar al narcotráfico en México, aseveró el mandatario estadunidense.