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Lo que quieren es limitar recursos a salud o educación, objetivo del neoliberalismo, dice

Falso que el gasto social del Estado sea la razón del déficit, señala economista francés

Jean-Marie Harribey es activista del comité para una auditoría ciudadana de la deuda pública

Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Lunes 9 de abril de 2012, p. 21

Burdeos, 8 de abril. Jean-Marie Harribey es profesor de economía en la Universidad de Burdeos 4. Fue presidente de la asociación ATTAC (por la tasación de las transacciones financieras) y sigue siendo miembro de su comité científico. Es parte del grupo Economistas aterrados, creado en septiembre del 2010, y activista del Comité para una auditoria ciudadana de la deuda pública.

–¿Nos podría explicar lo que se puede esperar de la creación de un comité para una auditoría ciudadana de la deuda pública?

–Primero, quiero explicar lo que es la deuda pública. Es la deuda que contrae el Estado para pagar el déficit anual entre sus recetas y los gastos necesarios para pagar lo que es salud, educación, etcétera.

“En Europa, gobiernos, periodistas económicos y medios de comunicación dominantes nos dicen a diario que el Estado paga y gasta demasiado, y que esos gastos suben constantemente y de manera incontrolada. Es totalmente falso. En los últimos 20 años, es decir antes del inicio de la crisis de 2007-2008, el porcentaje del gasto público, no sólo del Estado, sino también de las regiones y departamentos, ha sido muy estable, alrededor del 51 por ciento del PIB. Con la crisis, porque ha sido necesario salvar el sistema bancario y ayudar al sector industrial en recesión, hubo un ligero aumento de uno por ciento.

“Si los déficit provocan el endeudamiento es porque las recetas públicas disminuyen. Se ha bajado el impuesto sobre la renta y sobre los beneficios de las empresas. Se ha organizado sistemáticamente una serie de exenciones fiscales y de cotizaciones sociales a los ricos, un regalo de entre 70 y 140 mil millones de euros cada año. Y 140 mil millones de euros es el equivalente del déficit anual francés. Afirmar que el déficit se debe a que el Estado es demasiado social y gasta demasiado para sus escuelas, la salud de la población o las familias es únicamente propaganda ideológica para ocultar el objetivo final de las políticas neoliberales, que consiste en limitar cada vez más el perímetro de la esfera no mercantil, educación, salud, jubilaciones…

“Existe en Europa una tremenda campaña ideológica sobre el tema del endeudamiento. Más aún, desde que los tratados europeos han exigido que el Banco Central Europeo quede independiente de los poderes políticos; no puede prestar directamente a los estados en déficit. Y los estados se ven obligados a dirigirse a los mercados financieros, que van aumentando las tasas de interés mientras el endeudamiento aumenta por el riesgo de no pago, que también aumenta. Así es como crece el déficit del Estado. Así es como aumenta la deuda pública en los últimos años. Lo que es cierto para Francia es cierto para los otros países de Europa, con casos donde la crisis es más exacerbada, como en Grecia, Portugal o España. Para esos países, las políticas impuestas no pueden sino agravar su situación en los próximos meses.

“Por todas esas razones, la asociación Attac, con otras organizaciones y sindicatos, ha lanzado la idea de hacer una auditoría ciudadana de la deuda pública para que sea llevado al conocimiento de los franceses y al debate el carácter fundamentalmente ilegítimo de una parte de esa deuda”.

–Hace año y medio se dio a conocer un Manifiesto de los economistas aterrados. Nos podría platicar sobre esa iniciativa?

–En el otoño de 2010 un grupo de economistas comprometidos, aterrados por el discurso dominante en materia económica, publicó ese manifiesto. El discurso dominante afirma que sólo el mercado es capaz de regular las sociedades y que, dentro de los mercados, el financiero es el más eficiente, capaz de repartir en el mundo entero los capitales financieros, sin ninguna barrera, para el bienestar de la humanidad sin ningún riesgo de crisis.

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Jean-Marie Harribey, del grupo de los Economistas aterrados, es profesor en la Universidad de Burdeos 4Foto tomada de Internet

“Sabemos bien que los últimos 25 años han sido marcados por una serie de crisis ininterrumpidas: burbuja financiera, especulación, estallido de las burbujas, nacimiento de otras burbujas (nuevos valores tecnológicos, Internet, inmobiliaria, materias primas, petróleo…). La especulación se focaliza sobre cierto sector, en valores-refugio que inmediatamente se convierten en valores especulativos. Cuando la crisis inmobiliaria en Estados Unidos, los grandes fondos de inversión se desplazaron inmediatamente hacia otros soportes para asegurar su dinero y las materias primas alimentarias fueron el blanco de la especulación. Igual que en el segundo semestre de 2008, cuando el precio de trigo, maíz y arroz se triplicó o más en unas semanas, provocando grandes daños a los países del sur.

“El Manifiesto de los economistas aterrados se ha vendido a decenas de miles de ejemplares. Lo han firmado 3 mil investigadores y académicos que quieren regresar a un pluralismo totalmente desaparecido de la universidad francesa, donde sólo las teorías llamadas neoclásicas tenían derecho de expresarse. Marx y Keynes desaparecidos, la ley del mercado debía imponerse en todos lados.

“Acabamos de publicar otro libro, Cambiar la economía, para someter al debate público temas que nos parecen importantes en la campaña electoral actual, porque lo que queremos es ser partícipes de los cambios.

–Precisamente, ¿nos podría explicar si hay diferencias importantes en el programa económico entre los dos principales candidatos de izquierda, el del partido socialista y el del frente de izquierda?

–Las diferencias entre los dos candidatos de izquierda no son mínimas, pero no son importantes como las que puede haber entre derecha e izquierda. Los sociólogos Monique Pincon-Charlot y Michel Pincon han escrito un libro magnífico, El presidente de lo ricos, donde explican el rechazo masivo a las políticas que enriquecen a los ricos y empobrecen a los pobres.

“Sobre Europa, sobre las políticas de austeridad, sobre la transición ecológica hay diferencias entre las izquierdas. El partido socialista no logra reconocer públicamente que fue el principal artífice de las políticas neoliberales cuando estuvo en el poder. Tampoco ha podido tomar una postura de oposición en cuanto a los tratados europeos, al pacto europeo de estabilidad o al pacto financiero que se está preparando.

“La reforma fiscal va a ser fundamental en el inicio del mandato del próximo presidente, ya que el endeudamiento del Estado y las regiones tiene sus orígenes en los regalos fiscales hechos a las categorías sociales más ricas y grandes industrias. La propuesta de Francois Hollande, de aplicar una tasa de imposición arriba de 75 por ciento, sería una medida esperanzadora. Pero no será suficiente si la reforma fiscal no es global.

El resultado de la primera vuelta de la elección presidencial del 22 de abril permitirá quizás abrir puentes entre las izquierdas. El éxito de un polo de oposición radical en contra de las políticas neoliberales me parece, como ciudadano, muy importante para que el cambio, si se da, sea un cambio verdadero.