Opinión
Ver día anteriorMartes 10 de abril de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Postrimerías griegas
A

l terminar diciembre de 2011 el desempleo para menores de 25 años en Grecia era de 50.5 por ciento; 43.4, hombres, y 58.2, mujeres.

En el primer trimestre de 2009 el PIB fue de –11.5 por ciento y comenzó el derrumbe. El PIB anual de 2010 cayó a –8.7 por ciento. En 2011 cayó nuevamente, a –6.0 por ciento. Al finalizar 2010, la deuda pública representaba 145 por ciento del PIB, la más alta de la eurozona (véase datosmacro.com).

Un informe sobre la situación de los menores en Grecia formulado por el comité griego de Unicef y la Universidad de Atenas, titulado La condición de la infancia en Grecia, 2012, denuncia que en el país hay más de 439 mil niños que viven por debajo de la línea de pobreza. Por línea de pobreza se considera el ingreso mínimo que debe tener una familia de cuatro personas para pagar alquiler, alimentos, transporte, vestimenta y educación. Según el mismo informe, más de 100 mil menores trabajan para contribuir al magro presupuesto familiar, en tanto 25 por ciento de los griegos viven ahora con 470 euros al mes, cifra inferior a la que llevó a Dimitris Christoulas, de 77 años, a su dramático suicidio, que elevó el nivel de exasperación a la sociedad ateniense.

Las manifestaciones de protesta, no sólo de jubilados, sino de la sociedad en general, se han multiplicado y son cada vez más violentas.

En tanto, la señora Lagarde, directora del FMI, declaró el pasado viernes que Grecia aún puede quebrar y verse fuera de la UE. El pasado domingo 1º de abril ya lo había dicho a la cadena estadunidense CBS: en Grecia el riesgo crece, a pesar de las medidas de austeridad aprobadas por el gobierno heleno. Dijo que sus declaraciones eran la última voz de alarma sobre la coyuntura en la que se puede sumir Grecia tras las elecciones anticipadas que se celebrarán el 6 de mayo, ya que un cambio de las fuerzas políticas que integren el gobierno podría poner en peligro las condiciones bajo las que Atenas aceptó el segundo rescate financiero.

El riesgo del que habla la señora Lagarde es absolutamente real, pero esos hechos admiten una lectura muy distinta. La necedad y la ceguera mental de los capitanes del sistema financiero internacional pueden ir tan lejos, como para ir contra sus propios intereses. El pasado viernes las agencias calificadoras volvieron a rebajar la calidad de la deuda soberana de Grecia (junto con la de Italia, España, Portugal, Irlanda y Francia). Mientras esos capitanes ven que las recortes presupuestarios y la disminución de impuestos operados hasta ahora, para Grecia, no son suficientes para enderezar esa economía en un plazo más breve, ven también inminente que Grecia cruce la línea del impago. Tienen toda la razón. La austeridad fiscal asestada a Grecia, continuará contrayendo la economía.

Es un hecho. Hace tiempo que Grecia dejó de tener las condiciones para ser parte de la eurozona. Las decisiones de la troika (intentando salvar al máximo a los bancos alemanes y franceses) la han mantenido dentro. Pero la desdicha de este país es que aun un gobierno contrario a las políticas de los mandamases de la eurozona, tampoco está en condiciones de salirse del euro y volver al dracma con una decisión soberana. Volver al dracma, llevar a cabo una severa devaluación de su moneda para impulsar las exportaciones y a partir de ahí intentar reconstruir una economía nacional, se ve extremadamente remoto, máxime si la bondadosa Europa, opta por cerrarle absolutamente el mercado del crédito (como hicieron con México a partir de 1981), cerrarle el mercado de sus escasas exportaciones y aun embargarle cualquier fondo que Grecia pudiera poseer en el exterior; eso llevaría al país a una situación de miseria profunda por muchas décadas.

Especialmente en el presente es un cruda verdad que la economía es –lo ha sido siempre–, una correlación de fuerzas. Y Grecia es un país muy frágil. Con unos 11 millones de habitantes que viven principalmente en las regiones de Atenas y Salónica, la griega es una economía principalmente agrícola de baja productividad, debido al minifundio, resultado de la subdivisión por herencia durante siglos. Enfrenta ya un grave problema de población: a partir de 2002 el número de muertes supera al de nacimientos. Y tiene una inmigración problemática proveniente de Serbia, Bulgaria, Rumania, Ucrania, Polonia y Georgia, países todos muy cercanos, aunque también hay inmigración de Pakistán, Irán y China. El gobierno ignora el número de inmigrantes debido a que la mayoría permanece en el país de forma ilegal y en actividades ilegales. Al parecer son paquistaníes y albaneses quienes se dedican al robo y forman parte de mafias que operan en Atenas y Salónica.

En el futuro cercano de Grecia se advierten revueltas sociales y represión. Grecia no puede sola.

Quizá deba esperar a que llegue el momento griego al menos a Italia, España, Portugal e Irlanda, porque llegará, y actuar de consuno con otros aliados emergentes.