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La Brigada para leer en libertad celebra la efeméride en Coyoacán

Mil ejemplares maravillosos, de a peso cada uno, por el Día Mundial del Libro

Creemos que leer es una fiesta y este domingo habrá una sesión en el Jardín Centenario, anuncia Paco Ignacio Taibo II

Policías impondrán el orden mediante la lectura de sus textos

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Paloma Sáiz y Paco Ignacio Taibo II, artífices de la Brigada para leer en libertadFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Sábado 21 de abril de 2012, p. 5

Con mil ejemplares de a peso, la Brigada para leer en libertad festejará el Día Mundial del Libro. Se trata de la rifa de un millar de títulos maravillosos básicamente de literatura, algo de historia y ensayos periodísticos, detalló el escritor Paco Ignacio Taibo II.

Creemos que leer es una fiesta, y este domingo se podrá disfrutar a partir de las 14 a las 20 horas, en el jardín Centenario de la delegación Coyoacán.

Más de una veintena de autores estarán presentes para que el público pueda llevarse el libro autografiado por Elena Poniatowska y el propio Taibo II, entre otros.

El mecanismo consistirá en la venta de boletos a peso cada uno, limitados a tres por persona, para evitar que llegue un librero de viejo y compre mil boletos.

Si el papelito indica te toca libro, entonces uno va a la mesa y escoge el volumen en medio de aquel batiburrillo, donde habrá desde las mejores novelas de ciencia ficción de la época clásica, ejemplares de Amanecer en el Zócalo, de Poniatowska, así como revistas sobre cuentos y leyendas de México, entre otros tesoros que fueron cambalachados en librerías y donados por los escritores.

Tendedero de poesía

En la celebración al libro habrá actividades complementarias, como una exposición de dibujos de Vicente Huidobro alrededor del mundo de estos objetos con hojas rellenas de letras. Se exhibirán en el Centro Cultural Benémerito de las Américas, en el número 16 de la calle Jardín Centenario, y otras imágenes en las carpas aledañas.

Policías harán que se guarde el orden, pero con la lectura de sus propios textos que han creado como parte de un programa de promoción de esa actividad que realiza la brigada en colaboración con autoridades delegacionales.

Abuelas que leen a los niños en los parques, que participan en estos proyectos de impulso a la lectura, harán gala de su habilidades, por lo que también serán premiadas en reconocimiento a su constancia.

Desde una banca del parque, tal vez cercana al kiosko, alguno podrá pedir: “Toma el librero abuelita y enséñame lo que tienes, con cosas maravillosas y tan hermosas que guardas tú”.

Habrá un tendedero de poesía, donde el público se acerca a páginas colgantes, escoge su verso favorito y se lo lleva.

Además, un micrófono abierto dará espacio a la voz de cualquiera que desee leer, recitar, recomendar lecturas o decir, como ejemplificó Taibo II, en esa mesa hay una novela de Panfilosky, que yo leí cuando era niño y que es buenísima!