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BM y FMI advierten que otras 48.6 millones de personas se sumaron a la pobreza

El precio internacional de los alimentos superó el máximo alcanzado en 2008
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de ministros de hacienda y gobernadores de bancos centrales del Grupo de los 20 que participaron en la reunión de primavera del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional en WashingtonFoto Reuters
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Periódico La Jornada
Sábado 21 de abril de 2012, p. 28

Washington, DC, 20 de abril. El precio internacional de los alimentos superó en el último año el nivel máximo que ya había registrado en 2008, antes de que el mundo entrara en la mayor recesión en ocho décadas. El nuevo aumento llevó a la pobreza a otras 48.6 millones de personas, que se sumaron a las 105 millones que, por la misma causa, ya habían caído en esa condición durante 2007 y 2008, reveló un reporte publicado este viernes por el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los dos recientes episodios de alza en los precios de los alimentos tuvieron como un efecto adicional al de provocar la caída en pobreza de 153.6 millones de personas –la suma de los incrementos de 2008 y 2011– el de retrasar los avances que el mundo en desarrollo había hecho para cumplir las llamadas Metas de Desarrollo del Milenio (MDM), compromiso asumido por los países que forman parte de la Organización de Naciones Unidas.

Las recientes alzas desmedidas en los precios internacionales de los alimentos han detenido el avance en varios de MDM, según el informe Precios de los alimentos, nutrición y las metas de desarrollo del milenio, publicado hoy de manera conjunta por el BM y el FMI en el marco de la asamblea de primavera de ambos organismos multilaterales.

En septiembre de 2000, los gobiernos de 189 países firmaron la Declaración del milenio, en la que se fijaron varios objetivos, entre ellos: que en 2015 el porcentaje de personas que viven en pobreza extrema en el mundo fuera la mitad del registrado en 1990; lograr educación primaria universal; mayor acceso a las mujeres a posiciones de liderazgo; reducir la mortalidad infantil y materna, y combatir enfermedades como sida y malaria.

La crisis que para las personas más pobres representa el alza en el precio de los alimentos se ha convertido en una amenaza para el cumplimiento de estas metas. Las variaciones no han sido menores. El informe presentado hoy por los dos organismos multilaterales.

Los aumentos en el precio de los alimentos han evitado que millones de personas escapen de la pobreza, dice el reporte. Los más afectados en estos últimos años han sido las personas que viven en zonas urbanas y los miembros de hogares encabezados por mujeres. Los incrementos rápidos e inesperados en los precios de alimentos han impuesto privaciones particularmente severas en muchos hogares, que requieren de más tiempo para ajustarse a esos aumentos. En las áreas rurales, en cambio, el impacto inicial sobre la población tiende a declinar con el tiempo, en la medida en que la producción de alimentos crece y el ingreso aumenta, pero no de manera suficiente para reducir el choque inicial en el corto plazo.

El precio promedio de los productos agrícolas en 2011 fue mayor en 17 por ciento al nivel récord registrado en 2008, dice el reporte. Desde diciembre de 2005, el último año de costos relativamente bajos antes de la corrida alcista que inició en 2006, los precios de alimentos se han incrementado 92 por ciento en términos reales y 57 por ciento en términos reales descontado el efecto inflacionario, citó.

Precios altos y volátiles, factores que se han presentado a la vez en los últimos años, pueden dañar la seguridad alimentaria. Los fuertes, rápidos y particularmente inesperados incrementos en el costo de los alimentos vuelven difícil para los miembros de los hogares ajustarse a la erosión en su poder de compra, lo que los orilla a reducir el consumo de calorías y la calidad de lo que comen e impulsa a un mayor número de personas a la pobreza.

Los elevados e inestables precios de los alimentos son un mal presagio para el logro de muchos de las MDM. Afectan el poder adquisitivo de los consumidores e impiden a millones de personas escapar de la pobreza y el hambre. Además, tienen efectos adversos a largo plazo en salud y educación, comentó Justin Yifu Lin, economista en jefe del Banco Mundial, en la presentación del reporte este viernes.