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Segundo día de trabajos del foro internacional en la Antigua Escuela de Medicina de la UNAM

Criminalizar drogas frena la investigación de sustancias con potenciales usos médicos

La mariguana tiene propiedades terapéuticas como anticancerígeno e incluso previene la diabetes

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Asistentes al foro sobre políticas de regulación del consumo de enervantesFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de abril de 2012, p. 10

La criminalización de las drogas no sólo produce más daños que las drogas por sí mismas –debido al encarcelamiento y la estigmatización de muchos usuarios–, sino además obstaculiza la investigación sobre sustancias que podrían tener potenciales usos médicos y científicos.

La anterior fue una de las conclusiones de los especialistas asistentes al segundo día de actividades del Foro internacional sobre políticas de regulación del consumo de drogas –que concluirá el 27 de abril–, en la Antigua Escuela de Medicina, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Amanda Feilding, directora de la Fundación Beckley, con sede en el Reino Unido, subrayó que la mariguana –una de las drogas ilegales más utilizadas en el mundo– tiene propiedades terapéuticas como ansiolítico, anticancerígeno, analgésico e incluso como método de prevención de la diabetes.

Sin embargo, a pesar de sus múltiples cualidades y de ser mucho menos dañina que sustancias legales como el alcohol y el tabaco, sigue aplicándose una visión punitiva contra sus usuarios, quienes muchas veces resultan más afectados por las penas de cárcel en su contra que por la mariguana misma.

Por ello, la activista llamó a no criminalizar su posesión y consumo, y someterla a un riguroso control de las autoridades. “Ya es momento de romper el tabú y así acabar con la violencia en los países de tránsito, porque el apetito de drogas de las naciones consumidoras no se va a acabar. Urge cambiar de política y que las drogas sean controladas por las instituciones, y no por los cárteles”.

Oscar Próspero García, investigador del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM, señaló por su parte que la planta de cannabis tiene un potencial médico que se estaría desaprovechando por aplicar a rajatabla criterios prohibicionistas.

Al explicar los mecanismos por los cuales un usuario puede caer en la adicción a la mariguana, el académico señaló que prácticamente todas las zonas del cerebro tienen receptores a ella, es decir, sustancias con un efecto similar a las que el cuerpo produce de forma natural, lo que estimula las funciones de recompensa y placer, y refuerza el consumo.

Aunque 40 por ciento de la posibilidad de volverse adicto depende de las características genéticas de cada individuo, agregó, la falta de atención por parte de los padres también puede facilitar la ingestión desmedida de ésta y otras sustancias, de acuerdo con estudios científicos, agregó.

Diana Nava, integrante del capítulo México de la asociación Students for a Sensible Drug Policy (Asociación de Estudiantes por una Política Racional sobre Drogas), indicó que el tema del consumo de mariguana y otras drogas no debe ser abordado desde una perspectiva moralista, sino a partir de datos objetivos y científicos, ya que la desinformación no permite valorar todas las aristas del fenómeno.

Robin Room, investigador de la Universidad de Melbourne, enfatizó que el alcohol y el tabaco son mucho más dañinos que otras sustancias y consideró que si las drogas se legalizan, debe ser bajo férreo control del Estado, con tratamientos de rehabilitación y sin injerencia del libre mercado.