Opinión
Ver día anteriorSábado 5 de mayo de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Los de Abajo

Trabajadoras sexuales piden reconocimiento

O

lvidadas por todos, incluso por la clase trabajadora a la que pertenecen, marcharon el primero de mayo para exigir su inclusión como trabajadoras sexuales, con derechos laborales y seguridad para ejercer el llamado oficio más viejo del mundo, y también el más violentado y explotado de todos.

Recorrieron las calles de Corregidora, San Pablo, Circunvalación y 20 de Noviembre, en el Centro Histórico capitalino, con el rostro tapado con cubrebocas, gorras y anteojos oscuros; la mayoría con ropa deportiva, el pelo recogido en cola de caballo, sin maquillaje, tacones altos ni grandes escotes. Integraron un contingente que encabezó la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer Elisa Martínez, como parte de la Red Mexicana de Trabajo Sexual.

La necesidad nos obliga a ejercer este oficio, pero no por eso no tenemos derechos o nos vamos a dejar explotar. La esquina es de quien la trabaja, explica Elvira Madrid, de la Brigada Callejera, megáfono en mano. Estamos hasta el copete de que no se reconozca este oficio como un trabajo más, que además se criminalice y que hasta las maten sin que nadie diga ni haga nada, insistió la acompañante de las trabajadoras en su lucha por la conquista de sus derechos y de una vida digna.

No todas, apunta Patricia, somos víctimas de tratantes, ni tampoco el hecho de trabajar en la calle significa que somos lenonas o cómplices de los tratantes. Ni víctimas ni victimarias. Muchas sólo hacemos nuestro trabajo, no lo elegimos por gusto, pero ya que estamos aquí lo queremos seguir ejerciendo sin ser explotadas ni asesinadas, con derechos y seguridad.

El reconocimiento al trabajo sexual como uno más es una causa por la que ni en la llamada izquierda se ponen de acuerdo. Un sector progresista conformado por algunas feministas, lamenta Elvira Madrid, quiere rescatar a las trabajadoras, sin siquiera preguntarles si quieren ser rescatadas. Quieren redimirlas y dan por hecho que todas son forzadas a la prostitución, pero no es así. Hay muchas mujeres que lo que quieren es poder ejercer el trabajo sexual sin explotación y seguir siendo dueñas de su cuerpo y de sus decisiones.

No nos rescaten de la calle, dice Krisna, rescátenos de este sistema que nos orilla a ejercer este trabajo. Krisna deja claro el llamado a no votar, pues ninguno de los partidos políticos las representa. Con el gobierno capitalino, dice, ya hay una experiencia: Aquí hay una falsa izquierda que dice que está con la gente, pero pretende desaparecer todas nuestras fuentes de trabajo en el primer cuadro del Centro Histórico.

Respeto total al trabajo sexual, fue la consigna predominante.