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El real peligro es que 3.9 millones de estadunidenses llevan un año sin empleo, advierte

Olvidar el déficit y focalizarse en reducir el masivo desempleo de EU, pide Krugman

La austeridad es contraproducente; países que recortan gasto llevan economías al despeñadero

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El premio Nobel de Economía Paul Krugman, en una entrevista en Nueva York el pasado 4 de mayoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Martes 8 de mayo de 2012, p. 27

Nueva York, 7 de mayo. Paul Krugman tiene un mensaje simple para las autoridades de Estados Unidos: olviden el enorme déficit presupuestario del país. Se puede arreglar en la próxima década. La atención debe estar en el problema mucho más inmediato del masivo desempleo. No es cierto que estemos yendo al precipicio con los problemas fiscales, aseguró el economista ganador del premio Nobel en una entrevista con Reuters TV. Ya estamos sobre el precipicio con el problema del desempleo, y de eso hay que preocuparse, agregó.

Krugman, en cuyo nuevo libro End This Depression Now! reprueba a las autoridades de ambos lados del Atlántico por tratar de reactivar a las economías mediante la austeridad, dijo que discrepa de la opción de reducir el déficit fiscal estadunidense, ya que es una pérdida de energía política en tiempos de crisis.

Cada intento por abordar el déficit se convierte en una enorme batalla. Mientras tanto, 3.9 millones de estadunidenses han estado desempleados por más de un año. Esa debiera ser, evidentemente, nuestra prioridad. Deberíamos estar focalizándonos en el peligro claro y actual, agregó.

Consultado sobre lo que haría si tuviera poderes absolutos sobre la economía estadunidense, Krugman, que ha abogado largamente por un fuerte gasto estatal para enfrentar las crisis económicas, apoyó un gran trago de ayuda a los gobiernos estatales y locales por 600 mil millones de dólares en dos años.

Agregó que las agencias de financiamiento hipotecario Fannie Mae y Freddie Mac deberían refinanciar las hipotecas de viviendas que valen menos que sus deudas, lo que podría aliviar la carga de pasivos de millones de estadunidenses.

Contra los recortes

Tales políticas enfrentarían casi insalvables obstáculos políticos, admitió el economista, y agregó que sentía como su deber elevar la voz contra la focalización en los recortes de gasto. Todo lo que se puede hacer es levantar la voz, afirmó.

Los déficit de Estados Unidos se multiplicaron cuando la crisis financiera redujo la recaudación tributaria y el gobierno elevó el gasto para eludir el riesgo de depresión. En el año fiscal que terminó en septiembre, el déficit llegó a 1.3 billones de dólares, uno de los más grandes de la posguerra.

Krugman, profesor de economía de la Universidad de Princeton, dijo que Estados Unidos enfrentará una crisis fiscal a largo plazo, pero advirtió contra estrangular una economía que apenas puede respirar.

Lo mismo planteó para Europa, donde los países tratan de ajustar sus cinturones pese a que están cayendo en recesión. Toda esta austeridad es realmente contraproducente. Estamos viendo países que recortan el gasto y llevan a sus economías al despeñadero, agregó.

Krugman habló el viernes, antes de que el socialista Francois Hollande, crítico de la austeridad, ganara las elecciones presidenciales de Francia el domingo. Somos como médicos medievales que pensaban que el tratamiento para la enfermedad era desangrar, y cuando los pacientes se enfermaban más, los desangraban más, añadió.

A los duros del Congreso les preocupa que el tamaño del déficit de Estados Unidos implique que los acreedores exijan tasas de interés mucho más altas para prestar dinero al país, pero Krugman dijo que no hay señal de que eso ocurra.

Países avanzados que piden prestado en su propia moneda tienen una resistencia asombrosa, afirmó. La gente ha estado esperando una inminente crisis de deuda japonesa por una decena de años al menos, y quienquiera que haya invertido sobre esa base ha perdido montones de dinero, porque los japoneses, pese a sus niveles de deuda de cerca de 200 por ciento del PIB, siguen pidiendo prestado a tasas de interés muy bajas, agregó.

Krugman se reserva algunas de sus críticas para la Reserva Federal y su antiguo colega de Princeton, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, porque no ha llevado a cabo las ideas que expuso cuando era académico. En su nuevo libro, Krugman recordó cómo en 2000 Bernanke instó al Banco de Japón a elevar la tasa de inflación para salir de una crisis económica similar.