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El inmueble, sin las condiciones para conservar el acervo, lamenta la hija del escritor

La biblioteca de José E. Iturriaga está secuestrada y urge su reubicación

Sabemos que ha sido saqueada, denuncia

Busca apoyo para construir un espacio adecuado

Foto
Yuriria Iturriaga durante la entrevista, en su casa familiarFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Lunes 14 de mayo de 2012, p. a11

El inmueble que en la actualidad resguarda los más de 30 mil volúmenes que integran la biblioteca del escritor José E. Iturriaga Sauco (1912-2011), ubicado en Coatepec, Veracruz, no tiene las condiciones para la conservación de ese valioso acervo, ni la infraestructura para convertirse en un espacio abierto al público, por lo que es urgente su reubicación en un lugar adecuado.

Así lo señaló Yuriria Iturriaga, hija del reconocido diplomático, al explicar que debido a una disputa legal, desde hace poco más de un año la biblioteca de su padre se encuentra prácticamente secuestrada e, incluso, no sabemos si ha sido saqueada.

En entrevista con La Jornada, la también albacea del historiador detalla que el galerón de 265 metros cuadrados donde se encuentran los libros forma parte de una extensa propiedad a la que su padre se mudó en 1995 y donde vivió sus últimos años.

El espacio fue construido ex profeso para albergar los volúmenes que Iturriaga, gran lector, reunió a lo largo de su vida. Uno de sus grandes sueños fue donar ese legado para que todos los mexicanos tuvieran acceso a él, pero un intento por llevarlo a la Universidad Veracruzana se vio frustrado debido a que esa institución no disponía de los recursos necesarios para hacerse cargo del acervo, explica Yuriria.

Añade que un mes antes de morir, su padre vendió la casa donde vivió en Coatepec, excepto el inmueble con sus libros, los cuales, por tanto, continúan formando parte de la herencia que dejó el escritor a sus cuatro hijos y a doña Eugenia de la Fuente Maldonado (su esposa durante 56 años), según indica su testamento.

No obstante, detalla Yuriria, la venta fue un poco rara, porque dejó el espacio que alberga el acervo con unas condiciones ilógicas de accesibilidad, todo encerrado, sin acceso a la calle, sin luz; quedó como una bodega.

Niegan acceso a la UNAM

Esa situación ha provocado conflicto, pues los dueños de la puerta de acceso a la biblioteca han impedido el paso al acervo, no sólo a los herederos de Iturriaga, “sino a investigadoras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes durante 2011 intentaron en vano ingresar a la biblioteca para fotocopiar los materiales que debían integrarse a la edición de las Obras Completas de José E. Iturriaga, que editan la Cámara de Diputados y Miguel Ángel Porrúa.

En cambio, sin nuestro consentimiento, casi de manera ilegal, se ha permitido la entrada al inmueble a diversas personas, y sabemos que se ha sacado material. Los ahora propietarios de la casa adyacente a la biblioteca también han dejado que entren periodistas que han fotografiado el espacio, porque están haciendo una campaña para quedarse con la biblioteca; saben que es una joya con la que se pueden adornar, pero no les pertenece.

El 3 de diciembre de 2010 (a sólo 11 semanas de su fallecimiento), José E. Iturriaga manifestó ante el Congreso Veracruzano su intención de donar su biblioteca y hemeroteca particular: mi deseo es que ahí puedan formarse más jóvenes, dijo en esa ocasión.

Pero la donación no se legalizó, “y la campaña de los nuevos propietarios de la otra parte de la casa también ha sido para presionar al gobierno de Veracruz para que se apropie del acervo, para dejarlo en Coatepec, en esa misma casa, quizá en una suerte de comodato.

Pero quienes tenemos noción del valor de la biblioteca vemos muchos inconvenientes. Para empezar, si no se cuenta con acceso al edificio, construir uno quitaría espacio a los libros, además de que éstos se dañarían por las obras de albañilería; se tendría que hacer toda una reconstrucción arquitectónica que atentaría contra el acervo.

Yuriria aclaró que su intención por buscar otra sede para la biblioteca de su padre no significa que estén despojando al pueblo de Veracruz, “pues no se trata de una cuestión de dinero; el asunto es que él nunca hubiera dejado sus valiosos materiales en un lugar sin luz y sin acceso al público. La casa entera sí habría sido una sede ideal, incluso con alojamiento para un directivo con su familia y para estudiosos, durante estadías de investigación.

Pero al parecer mi padre cambió de opinión al vender la propiedad con esas características, reservándose la superficie que contiene su biblioteca, dejándola a manera de bodega transitoria. Él siempre quiso la integridad de su acervo, el cual tiene el valor de contener el pensamiento de los grandes intelectuales que construyeron el siglo XX, por ejemplo, gracias a un vasto epistolario, y también se resguarda ahí un rico archivo fotográfico.

Existe un inventario de la biblioteca, que durante nueve años hizo la secretaria del diplomático, el cual conserva el gobierno de Veracruz, a cuyas autoridades, preocupadas siempre por la cultura, he pedido que intervengan en este caso, pues debe solucionarse a la brevedad, ya que los libros no resistirán mucho tiempo en las condiciones en las que están.

Yuriria considera que un lugar ideal para la biblioteca de su padre sería La ciudad de los libros que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en La Ciudadela, por lo que se acercará a esa instancia para solicitar apoyo; otra opción es la UNAM, comentó.

“Si no se concreta ninguna, donaría la casa de Coyoacán, donde vivió mi padre muchos años, para construir la biblioteca mediante el apoyo de un patronato privado que tuviera los medios para fundar ese espacio que tanto deseó.

Los libros fueron para José E. Iturriaga el lugar donde se reconstruyó su espíritu, gracias a ellos superó la amargura de la orfandad y siempre supo que eso lo debía compartir con otras personas, sobre todo con los jóvenes, concluyó la hija del destacado escritor.