Economía
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75 Convención Bancaria
La colocación de crédito no se debe forzar: Bancomer

La difícil situación de España no contagiará al banco

La industria bancaria debe ser lo más dinámica posible, pero sin correr riesgos con préstamos que sean insostenibles, advierte el director general de BBVA Bancomer, Ignacio Deschamps. Esa es la lección de la crisis financiera mundial: no haber medido bien los riesgos del crédito

 
Periódico La Jornada
Jueves 17 de mayo de 2012, p. 29

En la banca mexicana es momento de la cautela. No se debe forzar la colocación de créditos, considera Ignacio Deschamps González, presidente del consejo de administración y director general de BBVA Bancomer, el principal intermediario financiero del país. Siempre tenemos que estar muy alertas, apunta.

En los últimos dos años el crédito otorgado por la banca a empresas y personas creció casi cuatro veces más que la economía. Es una racha que se extiende desde 2003 y que sólo se vio interrumpida por el frenón que representó la crisis de 2009.

La economía mexicana no tiene ahora un problema de sobrendeudamiento, dice Deschamps González, también ex presidente de la Asociación de Bancos de México, en entrevista con La Jornada a propósito de la realización este jueves y viernes de la 75 Convención Bancaria.

En cambio, cree que es necesario para el crecimiento de la economía acelerar la colocación de créditos y anticipa que, en esa línea, en los próximos cinco años se incorporarán 15 millones de nuevos usuarios al sistema bancario. Estamos hablando de un número que representa varias veces la población total de algunos países, menciona.

En el plano interno, Deschamps considera que existen condiciones para generar mayor crecimiento económico y por tanto más actividad bancaria sin forzar la demanda.

Respecto de la situación internacional, agravada por la profundización de la crisis financiera en Europa, y en particular en España, país de origen del BBVA, Deschamps asegura: ni ahora que está mal España, ni antes que estaba bien, ha tenido ningún impacto en Bancomer. Siempre nos hemos buscado la vida y nos va muy bien.

–¿Es sostenible el actual ritmo de crecimiento de 15 por ciento anual del crédito bancario?

–Siempre tenemos que ser prudentes para anticipar cómo puede evolucionar el ciclo económico en el país. Estamos en un momento muy positivo. Si vemos más allá del país, aquí las cosas se han hecho bien en varios sentidos: en términos de regulación, que permite anticipar problemas mayores en el sector financiero; un nivel muy alto de solvencia del sistema bancario; inversión muy sorprendente en el sector en la última década y un manejo de la economía que ha probado ser solvente.

Ahora ya se nos olvidó, plantea, pero el crédito bancario estuvo suspendido desde la crisis de 1995 y comenzó a crecer de manera sostenida hasta 2003. Pero antes de ese año, asegura, el sector había perdido dos décadas de inversión, después de la nacionalización de la banca en 1982, en que se cayeron todas las carteras de crédito.

Desde 2003, insiste, ha habido una enorme inversión de la banca. Creo que tenemos que valorar que vamos a cumplir casi 20 años de estabilidad financiera, donde no se ha hipotecado el futuro para conseguir crecimientos espectaculares del crédito, sino que se ha preferido mantener un paso firme y constante de crecimiento de manera sostenible.

–Siempre existe la preocupación, por la experiencia reciente, de que en algún momento se vuelva excesivo el endeudamiento de familias y empresas. ¿Cómo se cuida que no ocurra?

–Tenemos que estar muy alertas. El termómetro para la colocación del crédito es la cartera vencida. Podemos hacer muchos planes, nuevos productos, muchas campañas, ampliar la fuerza de ventas, pero el termómetro es que los clientes estén en una buena respuesta en términos de su comportamiento de pagos. Ha habido gran inversión, en el caso de Bancomer, en tecnología y talento para desarrollar una plataforma de cobranza y de riesgos.

Por ahora, no advierte que exista un problema en cuanto al incumplimiento de pagos de los clientes de la banca. “Hay una buena evolución en general. En el segundo semestre del año pasado hubo tensiones importantes en la recuperación de créditos hipotecarios individuales. Este año ha habido una recuperación bastante buena del pago de las familias que tienen hipotecas.

Pero sí, tenemos que ser siempre cuidadosos y no subestimar los semáforos de alerta que se puedan prender en cualquier cartera. Hoy hay en general una buena recuperación, pero siempre hay que estar muy atentos, abunda.

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Ignacio Deschamps, director general de BBVA Bancomer, entrevistado por La Jornada en sus oficinas de ReformaFoto Roberto García Ortiz

–Hubo una competencia fuerte entre bancos para colocar créditos, en especial en tarjetas, hasta hace muy poco. ¿Esta competencia provocó que los intermediarios se sintieran impulsados a tomar más riesgo?

–Por supuesto que puede suceder y sucedió. En 2009 el exceso de financiamiento en la tarjeta de crédito se debió a una competencia por riesgos de crédito. Después de eso la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) modificó todas las normas de provisiones de crédito, que se realizan a partir de la pérdida esperada. Bancomer es el único banco que tiene aprobado un modelo interno de tarjeta de crédito por la CNBV, en el que hicimos provisiones por el doble de lo que exigía la norma.

La experiencia de modificar la regulación para exigir más rigor en el riesgo que toman los bancos es destacada por Deschamps como un factor que ha contenido en México problemas que se presentan ahora en otros países.

“No podemos competir por riesgos de créditos y creo que esa es la gran lección de la crisis financiera mundial: muchos de los grandes crecimientos de la industria financiera fueron por estructuras bancarias, productos, servicios, donde el riesgo de crédito no estaba bien medido. El caso de las subprime (hipotecas sin las garantías de pago necesarias en Estados Unidos) fue emblemático”.

En México, asegura, no existe ahora un problema de sobrendeudamiento del conjunto de la sociedad. Hay, dice, necesidad de acelerar el crecimiento del crédito. La industria bancaria tiene que ser lo más dinámica que pueda, pero sin forzar la demanda y sin tomar riesgos de crédito que no sean sostenibles, porque entonces flaco favor le hacemos al país. Lo hemos visto y se está viendo en muchos países. Aquí ocurrió durante la crisis de 1995, cuando hubo expansiones sin ningún soporte del crédito que terminaron convirtiéndose en un problema para las familas, para la banca, para las empresas y el país.

–¿Cree que se sostenga el crecimiento del crédito en todos los segmentos de actividad?

–Si hacemos bien las cosas, sí. Primero el gobierno en la conducción de la economía del país, esa es la plataforma. La banca es un termómetro de la economía. Si somos capaces de mantener estabilidad financiera y crecimiento económico, la banca puede tener una década de gran crecimiento en todos los segmentos de mercado, porque se está dando un proceso de bancarización muy fuerte. El año pasado Bancomer incorporó 2.1 millones de clientes y la banca en conjunto pasó de 23 a 45 millones de usuarios en ocho años. En los próximos cinco años se van a incorporar 15 millones de familias y negocios a la banca. Entonces, no hay ninguna razón para que no haya un crecimiento sano.

–La situación de la banca en Europa y en España en particular ¿qué riesgo añade para la operación de Bancomer en México?

–Ni ahora que está mal, ni antes que España estaba muy bien, pues no ha tenido ningún impacto. BBVA tiene un modelo que hoy es recomendado por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, totalmente descentralizado en la operación de sus bancos. Bancomer es el emisor más activo de deuda y de notas de capital en el mercado nacional y uno muy importante en el mercado internacional. Siempre nos hemos buscado la vida, nos va muy bien. Es un banco que tiene gran confianza de los inversionistas local e internacionalmente, no hemos parado para nada nuestros planes, al contrario, nadie tiene un plan de inversión de 2 mil millones de dólares como el que tiene Bancomer para tres años.

El factor contagio a Bancomer de las dificultades del sistema financiero español no ocurrirá, asegura. Realmente no ha habido ningún contagio, ningún impacto, ninguna preocupación. También la gente tiene que entender que España, a pesar de que está muy mal la economía y el pais, solamente representa 18 por ciento de las utilidades del grupo a nivel internacional (México aporta 34 por ciento). Ya es un grupo que opera en 40 países y que tiene una fuente de negocios muy diversificada.