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Critican el sistema regional de derechos humanos y a la OEA; son tutelados por EU, acusan

Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela dejan el mecanismo de defensa TIAR

Hojarasca inútil, el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, afirman las cuatro naciones

Apoyo a Argentina, al concluir la 42 asamblea general de la Organización de Estados Americanos

Exhorta la cumbre al Reino Unido a reanudar el diálogo para una solución pacífica por Malvinas

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El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y el presidente boliviano Evo Morales escuchan al mandatario ecuatoriano Rafael Correa, en los debates de la junta realizada en Tiquipaya, departamento de CochabambaFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de junio de 2012, p. 31

Tiquipaya, Bolivia., 5 de junio. Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela acordaron hoy dejar de pertenecer al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), un mecanismo hemisférico de defensa hemisférica, en medio de críticas al sistema regional de derechos humanos y a la misma Organización de Estados Americanos (OEA), por considerar que son organismos tutelados por Estados Unidos.

Los citados países latinoamericanos gobernados por partidos de izquierda dijeron que iniciarán su retiro de lo que consideran una hojarasca inútil de la OEA.

El TIAR, que data de 1947, es un acuerdo regional de defensa mutua firmado tras la Segunda Guerra Mundial por los miembros de la OEA. La última vez que se invocó fue en 2001, en ocasión de los ataques islámicos del 11 de septiembre en Estados Unidos.

Nuestros países han tomado la decisión de denunciar el tratado, fundamentados en el artículo 25 del acuerdo hemisférico, dijo el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño en una declaración de prensa junto a sus colegas David Choquehuanca (Bolivia) y Nicolás Maduro (Venezuela), además del embajador nicaragüense ante la OEA, Denis Moncada.

El anuncio fue hecho por los cancilleres de los cuatro países en la 42 asamblea general de la OEA que concluyó este martes en la ciudad central boliviana de Tiquipaya, departamento de Cochabamba. Nuestros países han tomado la decisión de enterrar lo que merece ser enterrado, de tirar al tacho de la basura lo que ya no sirve, dijo el canciller ecuatoriano.

Los cuatro países, miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), explicaron que la denuncia del tratado es una muestra de la necesidad de encarar reformas urgentes en la OEA. La denuncia del tratado implica que no tendrán más obligaciones sobre ese acuerdo.

Necesitamos limpiar la hojarasca de esta organización que tiene la obligación de refundarse, agregaron los cancilleres.

Los países de la Alba miembros de la OEA impulsan reformas en la organización, a la que acusan de ser un instrumento de presión de Estados Unidos hacia América Latina. El TIAR quedó casi herido de muerte tras el conflicto bélico de 1982 entre Argentina y Gran Bretaña por la soberanía de las islas Malvinas, cuando Estados Unidos desconoció el apoyo a Buenos Aires, recordó Patiño.

Por su parte, México denunció el acuerdo en 2002.

En este contexto, la asamblea general de la OEA reiteró hoy su apoyo incondicional a Argentina por las islas Malvinas, y exhortó al Reino Unido a reanudar el diálogo para una solución pacífica del conflicto bélico de 1982, de acuerdo con un proyecto de resolución presentado por Vera Machado, subsecretaria general de política internacional de Brasil.

El canciller argentino, Héctor Timerman, recordó que la OEA y la Organización de Naciones Unidas aprobaron al menos 19 resoluciones que instan al Reino Unido y Argentina a terminar con el conflicto de manera pacífica y apelando al diálogo. Frente a los submarinos (ingleses) mi pueblo extiende la mano y ofrece el olivo de la paz para que aquí en Cochabamba nos juntemos para traer paz a nuestros pueblos, expresó.

La asamblea de la OEA instó a Bolivia y Chile a un diálogo bilateral sobre el diferendo marítimo, luego de escuchar a ambas partes.

Bolivia planteó renegociar el Tratado de Paz y Amistad de 1904 que definió los límites fronterizos tras la guerra de 1879, cuando el país del altiplano perdió su total salida de 400 kilómetros al océano Pacífico, y pidió el cumplimiento de 11 resoluciones de este foro sobre el tema, pero Chile exigió respeto al acuerdo de 1904, restó competencia a la OEA y reiteró que su posición no va a cambiar.

Bolivia demanda al gobierno de la República de Chile renegociar el tratado con la finalidad de cumplir el imperativo contenido en 11 resoluciones de este foro interamericano y el derecho soberano boliviano a (una salida al) océano Pacífico, afirmó el canciller David Choquehuanca.

El jefe de la diplomacia boliviana hizo una explicación sobre lo que él llamó el incumplimiento de Chile al Tratado de Paz y Límites, así como en el derecho al libre tránsito por puertos marítimos.

El ministro de Exteriores boliviano advirtió que el costo de la mediterraneidad a Bolivia le genera una erogación anual de 180 millones de dólares, por lo que Chile incumplió con conceder las facilidades que le prometió a La Paz.

Choquehuanca indicó que Chile ofreció diálogo, pero son palabras vacías que no reflejan palabras de solución.

Bolivia y Chile se enfrentaron en una guerra en 1879, cuando el primero perdió 400 kilómetros de costa; ambos países carecen de relaciones diplomáticas desde 1978.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, quien dijo esperar un gesto de Chile para el reinicio de las negociaciones, ratificó su confianza en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) como una alternativa a la OEA, aunque acotó que tampoco quisiera que se muera la OEA. Dijo que una posible desaparición del organismo continental sería culpa de Estados Unidos.

En tanto, Venezuela planteó corregir desviaciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por considerar que el organismo pretende someter y perseguir a los gobiernos de la región. El canciller Nicolás Maduro denunció que la CIDH se extralimitó en sus funciones cuando reconoció el golpe de Estado fallido en su país de abril de 2002.

Desde Caracas, el presidente venezolano Hugo Chávez reiteró la propuesta de crear en la región mecanismos latinoamericanos para la unidad y la integración como alternativa a los dependientes de la OEA. Recordó la creación de la Celac en diciembre del año pasado, y anteriormente la Unión de Naciones Sudamericanas.

Colombia se declaró en favor de una reforma consensuada del sistema interamericano de derechos humanos, sin descalificaciones despectivas. También planteó conformar un frente común en la lucha contra el narcotráfico.

Los países miembros de la OEA resaltaron la necesidad de adoptar medidas para mejorar la seguridad alimentaria en el continente, otro de los temas centrales de esta cita continental, que incluya propuestas de presente y futuro para proporcionar a sus ciudadanos acceso a una alimentación abundante, segura y nutritiva.

Se resumieron los obstáculos existentes para la seguridad alimentaria y se destacaron las medidas que han tomado algunos de las naciones para combatir la malnutrición y el hambre crónica, y todos los países se comprometieron a buscar soluciones de alcance regional en el ámbito de la OEA.

Por su parte, el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, evaluó positivamente los avances de la 42 asamblea de Tiquipaya, que aprobó durante la víspera la Carta Social de las Américas. Estamos muy satisfechos en el sentido del diálogo, pues en las deliberaciones hubo gran respeto y concordia unos con otros, dijo el diplomático al comienzo de los debates de la segunda y última jornada de la Asamblea.

Por último, la ciudad guatemalteca de Antigua fue designada para ser sede en junio de 2013 de la 43 asamblea de la OEA, y Panamá lo será de la VII Cumbre de las Américas a realizarse en 2015.