jornada


letraese

Número 191
Jueves 7 de Junio
de 2012


Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate




Óscar Barrera

¿Sólo un juego?

El futbol es el juego del hombre, dicen. Para el académico Óscar Barrera no es una afirmación menor. En su libro Nosotros no jugamos con viejas (Editorial Académica Española), el doctor en Ciencias Sociales y Políticas indaga sobre el papel que juega el balompié en la difusión del modelo "ideal" de hombre.
El cuerpo deportivizado, como objeto de culto y como modelo a seguir, habla de la sociedad occidental moderna y capitalista, pero también enseña sobre el género y el cuerpo al ejemplificar lo que la sociedad patriarcal califica como deseable: disciplina, control, éxito, fortaleza.

Sostienes que el futbol refuerza el sistema patriarcal. ¿De qué manera lo hace?
Sí, los estudios sobre masculinidad han coincidido en que los últimos bastiones del poder hegemónico de los hombres son la Iglesia y el Ejército. Sin embargo, se han olvidado de los deportes y, en especial de futbol soccer. Este deporte no sólo propaga la representación de un modelo de hombre hegemónico (es decir, fuerte, joven, ágil, hábil, pero también tramposo, burlón ante los demás) a un gran número de espectadores, sino que se presenta envuelto en publicidad y comercio que reproducen no sólo los estereotipos, atributos y valores del hombre ideal, sino los mecanismos políticos y económicos que hacen fluir el capitalismo como expresión de la misma masculinidad hegemónica.

El futbol es un negocio millonario. ¿Es indisoluble la relación entre capitalismo y patriarcado?
Claro, pensar el capitalismo es pensar en un orden social patriarcal, donde ser hombre también se va reconfigurando dependiendo de las características que va adoptando el propio sistema económico y este sistema económico se reproduce a la par que se recrea la propia representación masculina. El capitalismo es inminentemente reproductor de la masculinidad hegemónica.

Los hombres y las mujeres ¿ven de la misma forma la masculinidad reflejada en el fútbol?
Se presentan algunas características que asemejan las representaciones de mujeres y hombres respecto a lo masculino hegemónico. Ambos ven al futbolista profesional como un hombre "de verdad", sin embargo, los hombres lo ven como ideal a seguir, mientras que las mujeres lo consideran según los esquemas relacionales amorosos, de gusto físico, principalmente. Por otra parte, los hombres ven al futbol como su deporte y no lo creen así para las mujeres, a quienes consideran les corresponde practicar voleibol o gimnasia.

Hoy vemos equipos femeniles y mujeres comentaristas en algunos canales de televisión. ¿Esto significa que algo está cambiando?
Pareciera que está cambiando, se creyera que se el futbol se está democratizando, pero no es así y no es su intención. Hay mayor participación de las mujeres en equipos femeniles o mixtos, pero bajo el mismo esquema de juego masculino, con las prácticas discursivas y de reproducción de poder masculino y por herencia principalmente de los padres o hermanos. Asimismo, la participación de algunas comentaristas en los medios de comunicación, sobre todo la televisión, responde más a abrir un espacio para el consumo de mercancías y para la exhibición del cuerpo femenino, con sus atribuciones asignadas socialmente, para el consumo visual masculino.

Si el futbol es el "juego del hombre", ¿a quién podría interesarle o beneficiarle que la situación cambiara?
La respuesta es difícil, porque tendría que ser que tanto a mujeres como a hombres nos beneficiarían nuevas formas de socialización a través de juegos y deportes incluyentes y equitativos. Sin embargo, la realidad muestra que ni a los hombres masculinos hegemónicos ni al propio sistema social, económico y cultural les interesa transformarlo, sino sólo cambiarlo, dependiendo de las configuraciones y reconfiguraciones que se presentan en lo masculino, en las relaciones de género e intragénero y en el capitalismo. (Rocío Sánchez)

 

 


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