A poco más de 30 años de su creación, dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) afirmaron que para detener el avance de un modelo privatizador y neoliberal en la educación pública, no han tenido otra opción más que la calle, estrategia que ha llevado a miles de maestros a movilizacions y paros. No obstante, reconocieron que hay inercias que debemos ir rompiendo, aunque no siempre es fácil.

Señalaron que es necesario pasar de una organización contestataria a una propositiva y aseguraron que desde noviembre pasado estamos en un proceso de revisión autocrítica y un balance. Sabemos que de eso depende nuestra subsistencia y quizá sea necesario un cambio de visión.

Líderes magisteriales de Michoacán, Distrito Federal, Guerrero, Chiapas y Oaxaca coincidieron en que convocar a un paro de labores o marchas masivas afecta a los estudiantes y genera un rechazo de la sociedad.

No queremos afectar a nadie, pero tampoco que continúe el deterioro del sistema educativo. La disyuntiva es o nos quedamos los 200 días de clases para ver cómo pasa la ofensiva de la derecha para privatizar la educación, o hacemos jornadas intensivas de lucha, dijo Jorge Cázares, secretario general de la sección 18 de Michoacán.

Francisco Bravo, dirigente de la sección 9 del Distrito Federal, explicó que todo movimiento social debe mantener una visión crítica y autocrítica, pues es el mejor método de no perecer, y como organización democrática y plural no podemos ser una organización monolítica. Por ello, indicó, “hemos impulsado acciones como las jornadas pedagógicas, cadenas humanas sin obstruir vialidades, encuentros con intelectuales y conferencias magistrales.

Daniel López Castellano, de la sección 7 de Chiapas, expresó que la única alternativa que el Estado les ha dejado es tomar las calles, y agregó quedesde la Independencia hasta la Revolución, las movilizaciones han sido el instrumento para enarbolar las peticiones del pueblo, nada ha sido gratuito.

Gonzalo Juárez, dirigente de la sección 14 de Guerrero, señaló: Expresar nuestra inconformidad con correos electrónicos o cartas no ha servido de nada. Es necesaria la presión en la calle.

Epifanio Paredes, dirigente de la sección 22 de Oaxaca, consideró que sin movilización no habrá presión. Dijo que en la vía práctica el rechazo a la prueba Enlace es la mejor evidencia de que sus protestas dan resultados.