Opinión
Ver día anteriorLunes 11 de junio de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Desde el Otro Lado

Advertencia

L

a semana que terminó fue una de las más ingratas para el presidente Barack Obama en su intento por relegirse. Por un lado, el candidato demócrata al gobierno de Winsconsin fue derrotado por Scott Walker, actual gobernador republicano, en un estado clave para Obama para ganar en los comicios de noviembre próximo. Por otro lado, Mitt Romney, virtual candidato republicano a la presidencia, reunió 77 millones de dólares en mayo, superando a Obama que sólo obtuvo 60 millones, en esta desaforada carrera para comprar la primera magistratura estadunidense.

El caso de Walker es sintomático de lo que será la campaña para la presidencia. Llegó al gobierno de Wisconsin hace dos años y una de las primeras decisiones que tomó fue restringir la capacidad de negociación colectiva de trabajadores públicos. Decretó, con apoyo de la mayoría republicana en el Congreso estatal, que las negociaciones contractuales de trabajadores públicos, que se hacían mediante el sindicato, no fueran colectivas sino individuales. Justificó esa decisión como necesaria para reducir el déficit del estado. Los trabajadores ofrecieron aumentar el monto que aportan para el seguro médico, con la condición de que no se impidiera la negociación colectiva. De esa forma el estado hubiera obtenido un sensible ahorro en la parte que aporta para ese fin. El gobernador refutó la oferta y así quedó claro que en el fondo su intención no era resarcir las finanzas estatales, sino limitar en todo lo posible la fuerza de sindicatos. Paralelamente a las negociaciones con el gremio, Walker inició una insidiosa campaña para convencer a la opinión pública con el argumento de que es injusto que trabajadores del sector público reciban salarios más altos que los del privado. La respuesta de trabajadores fue promover la realización de una elección especial para deponer al gobernador. El martes pasado se celebró la elección y el gobernador Walker la ganó, entre otras razones por haber gastado 20 millones de dólares en su campaña contra 4 millones que gastaron los trabajadores.

El asunto tiene un trasfondo que va más allá de lo sucedido en Wisconsin. Buena parte de los millones que gastó Walker en su campaña llegaron de fuera del estado, aportados por personajes que sistemáticamente se han opuesto a la política de Obama, y de un puñado de organizaciones que han sido creadas para derrotarlo en noviembre. Una de ellas es la que dirige Karl Rove, quien fue el principal asesor del ex presidente Bush. De acuerdo con diversos comentaristas políticos, la elección en Wisconsin fue un referéndum sobre la política del presidente y un ensayo de la próxima elección para la presidencia. La advertencia es clara: Obama podría perder su relección a manos de un poderoso grupo que se siente afectado por sus decisiones políticas. Habrá que ver su reacción.