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Elecciones 2012

La candidata panista cerró su campaña en el DF en la Plaza de Toros México

Insiste Josefina Vázquez Mota en que rebasará al puntero Enrique Peña Nieto

Al acto acudió la plana mayor del panismo, incluyendo gobernadores y secretarios

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La candidata del PAN a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, en el acto de cierre de campaña en el DF, el cual se realizó en la Plaza de Toros MéxicoFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Domingo 24 de junio de 2012, p. 10

Al cerrar campaña en la Plaza de Toros México, la candidata del PAN a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, insistió ayer en que alcanzará y rebasará al puntero en las preferencias electorales; que está a seis puntos del priísta Enrique Peña Nieto, y se encuentra por encima de su contendiente de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador. En el centro del ruedo aseguró que va a cortar orejas y rabo y llamó al voto útil en su favor.

A diferencia de lo ocurrido en el estadio Azul en el acto de inicio de campaña, las personas que acudieron este sábado al mitin permanecieron en el lugar hasta que la abanderada panista concluyó su discurso. Para lograrlo se cuidaron todos los detalles. Para empezar, se dotó a los asistentes con botellas de agua, con el fin de que aguantaran el calor. También se les dieron hules y paraguas, por si llovía. Sumado a ello, la Sonora Dinamita amenizó la espera, junto a un grupo de mariachis y una estudiantina que cantaron las tonadas No al PRI y Sí a Josefina, respectivamente.

Los organizadores planearon una reunión breve, de menos de una hora de duración, de manera que la aspirante a Los Pinos tuvo que reducir su discurso a 30 minutos, que normalmente supera los 45. Adicionalmente, se decidió que sólo habría dos oradoras: Vázquez Mota y la candidata del PAN a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, Isabel Miranda de Wallace, quien en un discurso de cinco minutos pidió el voto para la primera.

Los responsables de la logística fueron muy claros con los asistentes traídos de los estados de México, Puebla, Hidalgo y Veracruz, entre otras entidades. Entran por la puerta tal y salen por la misma puerta cuando haya concluido el acto. El camión los va a esperar, se escuchó a varios operadores que entregaban pulseras blancas y azules, mediante las cuales se determinaba en qué lugar del inmueble serían ubicadas las personas, casi todos pertenecientes a organizaciones campesinas ligadas al panismo, y otras a agrupaciones vecinales del Distrito Federal.

Con estas medidas, los panistas evitaron repetir el yerro del estadio Azul, ocurrido el 11 de marzo pasado, cuando la ex funcionaria rindió protesta como abanderada del PAN a la Presidencia en un coso semivacio.

Para beneplácito de la ex secretaria de Educación Pública, su partido mostró músculo al prácticamente llenar la Plaza de Toros, un inmueble con aforo para poco más de 40 mil personas. Además, recibió el apoyo del presidente Felipe Calderón, quien no estuvo en el acto multitudinario del mediodía, pero llegó a una comida que la abanderada tuvo con los gobernadores de Jalisco, Emilio González; Morelos, Marco Adame, y Sonora, Guillermo Padrés, entre otros panistas.

El cónclave se realizó en la Hacienda de Los Morales y siendo la primera reunión conocida de Vázquez Mota con el jefe del Ejecutivo federal, quien ha sido acusado por diversas corrientes del panismo de haber abandonado a su correligionaria.

Antes, en el redondel, la también ex secretaria de Desarrollo Social no sólo contó con el respaldo los gobernadores citados, sino también con el de sus ex contendientes en las primarias del PAN, Santiago Creel y Ernesto Cordero, y los secretarios de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa; Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra; Medio Ambiente, Juan Rafael Elvira; Energía, Jordy Herrera; Educación, José Ángel Córdova; Turismo, Gloria Guevara, y Reforma Agraria, Abelardo Escobar.

De igual manera, llegaron senadores, diputados y militantes de larga trayectoria, como Luis H. Álvarez y Fernando Elizondo, ex gobernador de Nuevo León. En un video, Margarita Zavala, esposa del presidente Felipe Calderón, y Diego Fernández de Cevallos se hicieron presentes y manifestaron su apoyo a la aspirante a Los Pinos.

En la Plaza de Toros, Josefina Vázquez Mota reiteró su llamado a ejercer un voto útil en su favor, para seguir con estabilidad económica, tener mejor educación y continuar con programas sociales como Oportunidades y el Seguro Popular.

Aunque la mayoría de las encuestas la sitúan alejada del puntero y en tercer lugar, se mostró confiada en ganar, pues hay una mayoría silenciosa que se va a expresar en las urnas, subrayó. Resaltó incluso que ni la lluvia, ni el sol, ni el PRI, ni el PRD, la van a detener para lograr la victoria.

Pidió el voto para que el 2 de julio, cuando todos nos levantemos leamos las ocho columnas del periódico que dirán: Josefina presidenta, ganó Acción Nacional.

Como en otros actos, criticó a sus principales adversarios. Todo ello en medio de papelitos blancos que se lanzaron al aire; globos del mismo color y azules, y banderas del PAN.

Por otra parte, en la ciudad de Celaya, Guanajuato, Josefina Vázquez Mota vaticinó que la votación en la entidad le dará el triunfo electoral, porque el derroche de dinero del PRI no vota.

Arropada por el gobernador sustituto, Héctor López Santillana, y el gobernador con licencia, Juan Manuel Oliva, la candidata se dijo feliz porque está a pocas horas de ganar la elección.

Antes de terminar el mitin, mientras Vázquez Mota saludaba a los panistas que estaban cerca del templete, la gente comenzó a abandonar el estadio.

Con información de Carlos García, corresponsal

Fin de fiesta al puro estilo priísta, con la fugacidad del sueño de las primeras planas

Blanche Petrich

Las maquinarias del PAN en el DF, estado de México, Hidalgo y Puebla –con sus sectores campesinos y populares, versiones de lo que llaman la CNC azul– aprendieron la lección y ahora sí movilizaron organizadamente a los beneficiaros de programas sociales que llenaron, sin desbordar, la Plaza de Toros México este mediodía. Esta vez no eligieron la sede del equipo Cruz Azul, que hace tres meses, en el arranque de campaña, generó la dañina imagen del estadio semivacío, sino la Monumental Plaza de Toros. Ambos sitios tienen un aforo de alrededor de 40 mil lugares.

En el cierre de campaña de quien se presenta como Josefina Diferente no faltó ninguno de los elementos tradicionales del acarreo: cañones de papel picado, maestro de ceremonias estridente, la Sonora Dinamita y una atroz (musicalmente hablando) estudiantina Chepina Sí, tortas de desayuno, promesa de una comida, camisetas, paraguas, vasos, manitas aplaudidoras, parafernalia que en pocos minutos se convierte en basura.

Todo esto sumado a la presencia de cinco gobernadores del mapa azul (Sonora, Baja California Sur, Guanajuato, Morelos y Jalisco), cinco o seis secretarios de Estado y varias figuras prominentes del panismo permitieron a la eufórica Vázquez Mota anunciar que esta vez sí iba a cortar rabo y orejas. Redondo el acto, sin incidentes, la candidata cerró su ciclo después de vaticinar que el 2 de julio los periódicos publicarán a ocho columnas el titular de sus sueños: Josefina Presidenta. Con esa ilusión –¿sueño fugaz?– se retiró después de literalmente dar la vuelta al ruedo, segura de que, esta vez sí, había cortado rabo, orejas y todo lo demás.

En el balance que hagan sus estrategas podrán obviar los pequeños detalles negativos. Por ejemplo, la ausencia de los verdaderos pesos pesados del panismo: ni el ex presidente Vicente Fox, mucho menos el presidente Felipe Calderón, pero tampoco su esposa Margarita Zavala (quien sí había estado a su lado en el arranque de campaña). Ausente Diego Fernández de Cevallos, el jefe Diego, a quien el área de prensa del PAN se permitió citar en la lista de asistentes. Ausentes varios ex presidentes del PAN que se han ido desprendiendo: César Nava, Germán Martínez, Felipe Bravo Mena, Carlos Medina Plascencia. Presentes apenas cinco o seis ministros de un gabinete de 20. Pecata minuta, dirán.

El vocero y operador de la campaña, Juan Ignacio Zavala, captó a tiempo la necesidad de ofrecer una imagen de familia unida y armado con un marcador azul invitó a Ernesto Cordero y Santiago Creel a la plataforma de los fotógrafos para posar, con otros colados de rango medio, para la imagen de moda, la palma extendida, cruzada como si fuera boleta.

Un milagro, un poco de veneno y una omisión

El reloj de la Plaza marcó el mediodía. Esta vez la puntualidad sería la regla, para evitar que el aburrimiento hiciera salir a los miles que con tantos esfuerzos habían sido trasladados al lugar. Isabel Miranda de Wallace subió al micrófono y pidió: por favor unir filas para hacer realidad el sueño de Josefina presidenta y un Distrito Federal azul.

Acto seguido, un video promocional. Solo ahí, en la pantalla gigante, hicieron presencia Fernández de Cevallos y la señora Zavala de Calderón. Esta última aseguró que México hoy es un mejor país que hace 12 años, los ojos bien cerrados frente a la tremenda realidad: un periodo histórico, el panista, que empezó con la fuga de la prisión del narcotraficante más temido, Joaquín El Chapo Guzmán, las 9 mil 300 muertes asociadas al crimen organizado en el foxismo, la brutal escalada de violencia con el calderonismo, que se estima cerrará su sexenio con más de 70 mil muertes, 10 mil desaparecidos y un número indeterminado de desplazados. Y, el colofón: la presentación de la captura del hijo de El Chapo... que no fue.

Y, al fin, la entrada triunfal. Del túnel de acceso emergió la candidata, rodeada de sus hijas, las tres ataviadas con los chalecos del estaf.

Vázquez Mota hizo suya la idea de la esposa de Calderón: México hoy es un mejor país que hace 12 años; ella también con los ojos bien cerrados frente al episodio del falso Chapito, símbolo de la errática guerra contra el crimen organizado, que hoy roba la atención mediática.

Y se puso mística hablando del milagro de la lluvia que le cayó encima en su cierre de campaña en Hermosillo, después de 24 años de sequía, señal inequívoca que a ella le lloverán más votos que a cualquiera.

Y se aferró al optimismo, apostando todo a la mayoría silenciosa que en el pasado ha hecho ganar a las fórmulas panistas a despecho de las encuestas.

Y soltó un par de párrafos con veneno, líneas de confrontación que, según dicen quienes conocen al PAN detrás del telón, le dicta Juan Ignacio Zavala. Atacó al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, un joven viejo que le teme a los jóvenes. Y a Andrés Manuel López Obrador, a quien volvió a acusar –ella, miembro de un partido que nunca condenó las matanzas de Tlatelolco (68) y del jueves de Corpus (71)– de haberse incorporado al PRI después de esos hechos represivos.

Entonces empezó el penoso regreso a casa: las apretadas hileras de campesinos y colonos venidos de Tula y Pachuca en medio centenar de autobuses; los estudiantes de los Tecnológicos de Tlaxcala y Puebla que, aquí entre nos, cuchichean, no todos van a votar por la panista; los de San Bartolo Ameyalco, delegación Álvaro Obregón, donde sí somos fieles a la señora; la entrega de lonches a los clientes electorales del diputado José Caballero, de Ecatepec, estado de México, y los del municipio mazahua San José del Rincón, traídos por el panista Mauricio Olivares, y los de Villa del Carbón, los de Neza, los de Acapulco, los muchos de la Benito Juárez, donde el candidato José Romero está en peligro de hacer perder el histórico bastión panista, un partido cada vez con menos simpatías de la clase media.

Ahí, en ese nudo de autobuses y filas de las bases populares del PAN, el triste anticlímax de la fiesta, se hacen visibles los resortes del clientelismo, al estilo del viejo PRI, que se construyó en el sexenio foxista con los programas sociales que Vázquez Mota manejó como secretaria de Desarrollo Social. Josefina Diferente.