Espectáculos
Ver día anteriorLunes 25 de junio de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Dolores Heredia protagoniza con Mel Gibson la película en cartelera Atrapen al gringo

Necesitamos reírnos de lo que vive hoy México; tener humor negro

En el ambiente de los creadores hay de todo; nuestro gremio es el más afectado, porque hemos sido golpeados, y los que seguimos trabajando lo hacemos como un acto heroico, afirma la actriz

Foto
Dolores Heredia en un fotograma de la cinta junto con Kevin Hernández
 
Periódico La Jornada
Lunes 25 de junio de 2012, p. a11

Si no tuviéramos humor negro, quién sabe dónde estaríamos. Necesitamos reírnos de la situación que vivimos hoy día en México, porque si no, todos seríamos unos locos y no habría cárceles para detenernos, comenta Dolores Heredia, una de las actrices más activas dentro y fuera de los escenarios o sets en nuestro país.

Dolores Heredia está ahora en la pantalla grande de 300 salas comerciales en Atrapen al gringo (protagonizada por el polémico actor, productor y director Mel Gibson), cinta de entretenimiento y acción, que tiene su dosis de drama y comedia, pero mucho humor negro, comenta en entrevista la actriz, egresada del Centro Universitario de Teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y que ha participado en más de 50 producciones entre películas y series, además de teatro. Ahora sigue trabajando en una serie de la televisora Caracol de Colombia (con el tema del narco), la serie mexicana Capadocia, así como una cinta en Estados Unidos, además de mis proyectos personales.

En Atrapen al gringo, Gibson es un ladrón veterano que es capturado por las autoridades mexicanas y enviado a la cárcel, donde aprende a sobrevivir con la ayuda de un niño de 10 años, cuya madre es Dolores Heredia, también secuaz de la banda de malos. Los antagonistas son actores de peso en nuestro cine: Jesús Ochoa, Daniel Giménez Cacho, Tenoch Huerta y Gerardo Taracena, además de técnicos y creativos mexicanos.

Gran parte de la historia se basa “en El Pueblito, en la Penitenciaría de La Mesa, de Tijuana. Esa prisión, que hace unos dos años fue destruida, padecía todos los vicios posibles: corrupción de autoridades, autogobierno (que propicia privilegios y cobros indebidos), tráfico de drogas, hacinamiento, alimentación deficiente, falta o insuficiencia de trabajo y actividades educativas, sumadas a carencias que no propiciaban la readaptación social. La recreación de ese lugar se hizo en el edificio que durante varios años albergó el penal Ignacio Allende

“Ese tema de la cárcel de El Pueblito es algo de lo que se habló muy poco. Es increíble que haya ocurrido una cosa así y que no haya sido una explosión en el mundo entero”, dice Dolores Heredia, quien aseguró que le divirtió hacer escenas de acción y ver cómo las hacen los grandes como Mel Gibson, quien se las sabe al revés y derecho.

El director del filme es Adrian Grünberg, quien para rodar la película tuvo que realizar una investigación en diversos penales de México y de otros países. El punto que llama la atención en el filme es Gibson, controvertido personaje, odiado y amado por igual, pero que en opinión de Dolores Heredia es un ser humano extraordinario; no he conocido a nadie como él, aunque haya sido por encima. Es un personaje prejuzgado, es una lástima que la mayoría de la gente no hable de lo que es en realidad: una persona muy particular. La verdad es un hombre que sabe reconocer la belleza, el talento, la energía, la pasión... trabajé delicioso, porque todo lo que necesité estuvo ahí. Además, el director es un gran tipo, con una vasta cultura.

Para Dolores Heredia, quien ve natural ese activismo fuera de las tablas, ese esfuerzo por decir lo que pienso, si ganara la izquierda en el gobierno federal de todos modos habría tanto trabajo que hacer para donde voltees: los medios, la cultura, las instituciones... todo se tiene que reconstruir, el país entero se tiene que mutar. Hay que hacer una cambio completo, y eso asusta. En el ambiente de los creadores hay de todo. Nuestro gremio es el más afectado porque hemos sido golpeados, y los que seguimos lo hacemos como un acto heroico. Sin embargo, creo que hay esperanza de hacer ese cambio radical. Tengo plantada esa idea del cambio. La cosa es poderlo imaginar, porque el priísmo hizo una mella que nos devastó.