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En ambos autores surgen los temas de todo poeta comprometido con su patria, afirma

Portela acorta la distancia entre Irlanda y Cuba mediante el estudio de Yeats y Martí

Trato de establecer parangones, aun cuando las diferencias sean muy notables, hay algo que une a los poetas de las dos islas: la obsesión, señala en entrevista el autor de Cantos de fuego

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Iván Portela nació en Cuba y radica en México desde 1964Foto Archivo
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En la imagen, José Martí, El ApóstolFoto Archivo
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En la imagen, el poeta de ErieFoto Archivo
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 1º de julio de 2012, p. 3

Con relación a la semana de la Cultura Irlandesa en Cuba, el poeta cubano Iván Portela estrecha los lazos entre las dos islas mediante un análisis de dos grandes poetas y héroes nacionales: W.B. Yeats y José Martí.

Iván Portela nació en Santa Clara, Las Villas, en 1943, y vive en México desde 1964. Es autor de varios libros de poesía: Cantos de fuego, Cantos de Tir Nan Og, Cantos Ivánicos, La cruz de caña y Cantos Erín, entre otros.

–¿Qué tanto se conoce a William Butler Yeats en Cuba? ¿Y qué tanto a Martí en Irlanda?

–¡Ah, esto es básico! Es muy importante hablar de ello, ya que puede ser un lazo de unión definitiva para la mutua comprensión entre irlandeses y cubanos, especialmente entre los amantes de la buena poesía y de la historia de ambas regiones.

Realmente, salvo honrosas excepciones, es muy poco el conocimiento que se tiene de ambos autores en las dos islas. En Irlanda, desde luego, entre los estudiosos de literatura hispanoamericana, en las universidades, se estudia la poesía y, en ocasiones, algunos escritos en prosa de José Martí. Pude gozar la emoción de muchachos universitarios irlandeses y españoles en Dublín al escuchar los poemas de Martí, cantados por Óscar Chávez, en una reunión informal; también encontré alumnas leyendo los versos sencillos de Martí. Quizás lo mismo ocurra en Cuba, entre los poetas especializados y gustosos de la lírica de habla inglesa. Pero aún no ha sido posible una difusión intensa de ambos autores, a escala nacional en Cuba e Irlanda; esperemos que el encuentro cultural de Irlanda en Cuba abra estos caminos, no solamente para reconocer de forma pasional y profunda la obra de ambos autores, sino también la de muchos otros poetas de Eire y de Cuba.

–¿Considera a estos dos grandes poetas representantes del modernismo y del simbolismo? ¿Cuáles son sus diferencias y semejanzas?

–Si bien Rubén Darío fue el gran artífice del modernismo, José Martí fue el iniciador de este importante movimiento lírico en la América hispana. Si penetramos serenamente en la poesía martiana, descubriremos profundos rasgos del naciente simbolismo que más tarde Darío, y todos los modernistas, expandieron por todo el mundo de habla hispana.

“Claro que, salvando las diferencias idiomáticas, no existe una valoración exacta, no puede establecerse un baremo que explique, de manera precisa, las similitudes entre las estructuras y estilo de Yeats y de Martí, pero el flujo de ideas y de estilos que penetró en la creatividad de los poetas decimonónicos establece un común denominador que fluye hacia el modernismo y que se encuentra tanto en la poesía de José Martí como en la de Yeats: se trata del carácter simbolista en ambos poetas. En Yeats directa y necesariamente simbólico, ya que al poeta irlandés le tocó en suerte vivir para ver el proceso del simbolismo en los principios del siglo XX y Martí, en cambio, no pudo disfrutar esa oportunidad al ofrendar su vida en el campo de batalla.

“Es interesante recordar los versos de Yeats elegidos para su epitafio: ¡Cast a cold eye/ on life on death./ Horseman, pass by! (Echa una mirada fría/ a la vida y a la muerte/ ¡Jinete, pasa de largo!) Y recordar que aquel jinete en la isla de Cuba, allá en Dos Ríos, efectivamente, dejó su huella eterna y… ‘pasó de largo’, pero para dejar su pensamiento en el corazón de un pueblo.

“También las imágenes del Sol, del mar, de los colores intensos en la poética de José Martí, fueron escritas por el Apóstol como símbolos referentes a la vitalidad propia de los modernistas. Yeats, por su parte, también establece sus símbolos claros y determinantes en toda su obra desde Crossways (Encrucijadas) hasta los poemas de The Winding Stair and Other Poems. ¿Acaso no es Martí simbolista en sus versos sencillos? ¡Claro que Martí no pertenece al grupo de los ‘raros’! Tampoco Yeats, sin embargo, ambos son elevados amantes de sus islas, plenos de amor por el mar azul, el verde de las montañas, por el anhelo lírico que los une. La opinión purísima de Martí acerca de las mujeres (léanse los poemas La niña de Guatemala y La bailarina española) se encuentra a la misma altura de las opiniones de Yeats (The Two Trees/ Los dos árboles) Y qué decir de la preocupación de ambos por las tragedias sociales de sus amadas islas.”

–¿Fueron poetas del pueblo y del amor?

–Indudablemente siempre estuvieron identificados con sus respectivos orígenes. El pueblo cubano para Martí era tan importante como lo era el irlandés para Yeats. Para comprender esto cabalmente recomendaría la lectura de la obra de ambos autores, no sólo en verso, sino también en prosa.

La preocupación y el amor al pueblo se encuentran perfectamente reflejados en sus diferentes concepciones y situaciones en la vida de ambos autores. Yeats expresa su solidaridad y amor al pueblo por medio de la divulgación de sus mitos y personajes; Martí, llevado por el profundo humanismo de su pensamiento y de su sensibilidad, expresó siempre su entrega e identificación total con el pueblo cubano.

–¿Qué otros temas tocan en común Martí y Yeats?

–Exceptuando los tópicos particulares que cada región isleña presenta en su devenir histórico, José Julián Martí y William Butler Yeats, por pertenecer ambos poetas a la historia de la lírica, reconocidos universalmente como poetas nacionales de Cuba e Irlanda, podríamos encontrar en sus obras una serie notable de temas comunes, con variantes de estilos y regionalismos. Serán siempre los mismos temas que afloran en todo poeta comprometido con su patria y con el planeta.

“Entre tantos poemas de Yeats y de Martí me vienen a la memoria aquellos donde el poeta de Erín y el de Cuba vierten su amor paternal: En Ismaelillo, José Martí vuelca su ternura y esperanza desde las primeras palabras: ‘Hijo: Espantado de todo me refugio en ti. Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti’.

“Por su parte, Yeats escribe en los primeros versos de A Prayer for my Son (Una plegaria por mi hijo): ‘Bid a strong ghost stand at the head/ That my Michael may sleep sound’ (Que un poderoso espíritu esté a su cabecera/ Para que mi Miguel duerma profundamente).”

–¿Cómo contribuye a estrechar los lazos entre las dos islas?

–Escribiendo mi poesía, que se halla vinculada con el alma de ambos terruños, y elaborando mi ensayo acerca de los poetas isleños de latitudes lejanas: ¡los ardientes poetas de ambas islas! Trato de establecer parangones, aun cuando las diferencias sean muy notables, hay algo que une a los poetas cubanos e irlandeses: la obsesión; ¡sí, la obsesión! Los poetas cubanos somos tan obsesivos con nuestra poesía como los poetas irlandeses con la suya; además, ambos estamos marcados por un hecho real: nos encontramos rodeados de agua, esto nos encierra físicamente y nos libera interiormente, tal parece que el vaivén de las olas en las costas isleñas son tan influyentes en el alma como el vals de Juventino Rosas.

Efectivamente contribuyo a estrechar los lazos entre ambas islas al escribir mi obra lírica inspirada en Irlanda y al relacionar las imágenes visionarias y la impresión estética experimentada en ambas islas.