Cultura
Ver día anteriorLunes 2 de julio de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Surrealismo: vasos comunicantes, exposición que se inaugura el próximo 4 de julio

Revelará el Munal los alcances de un hito del arte del siglo XX

Debido al apoyo de museos como el Georges Pompidou de París y de colecciones privadas de EU, se podrán apreciar obras de Magritte, El Corcito, Cocteau o Bretón

Se complementa con ciclos de cine, conferencias, talleres infantiles y una muestra paralela del mexicano Raúl Anguiano

Foto
Acrópolis, de Paul Delvaux, que se exhibe en el recinto de la plaza Manuel Tolsá
 
Periódico La Jornada
Lunes 2 de julio de 2012, p. 6

El surrealismo es para los jóvenes de hoy un hito, porque se trata de una de las vanguardias del siglo XX, que cristalizó en excelsos momentos iconográficos ideas de revolución, de cambio, de inconformidad, señala Antonieta Bautista, investigadora del Museo Nacional de Arte (Munal).

La especialista participa en el equipo de trabajo que prepara una de la exposiciones más importantes de 2012 en ese recinto: Surrealismo: vasos comunicantes, la cual descubrirá al público los alcances que esa tendencia artística tuvo en México.

Gracias al apoyo de museos como el Centro Georges Pompidou de París, Francia (recinto que prestó 17 piezas), así como colecciones privadas estadunidenses, se podrán apreciar obras como El buen ejemplo, de René Magritte, cuadro que abre el primero de los tres núcleos temáticos, titulado La revuelta creadora: génesis del surrealismo, en los que se divide la muestra.

Se trata de uno de los ejemplos del pintor francés que jugó con imágenes ambiguas, alterando la relación entre el lenguaje y las ideas visuales.

En el segundo apartado de la exposición, llamado El reinado del sueño: el diván del artista, se abre el diálogo de los surrealistas europeos con los mexicanos. Por ejemplo, se intercalan cuadros de Paul Delvaux (como Acrópolis) con óleos de Antonio Ruiz El Corcito, como El sueño de la Malinche.

Si bien durante todo el recorrido hay espacios para el cine –una de las expresiones fundamentales del surrealismo–, en este núcleo se ofrece al visitante un momento privado: un cuarto pequeño acondicionado con divanes para que se recueste a observar una proyección.

El cortometraje en blanco y negro es un collage de una cinta de Man Ray, mezclado con una sección de La sangre de un poeta, dirigida por Jean Cocteau. Es una provocación que apunta hacia un trance reflexivo e interior, apelando al inconsciente a partir de la figura de la espiral, mientras se escucha el sonido de un arroyo del Desierto de los Leones, explica Pablo Martínez, quien propuso esta instalación.

Con momentos como el que el público vivirá en el espacio de los divanes, la propuesta es que la exposición Surrealismo: vasos comunicantes sea muy interactiva, principalmente, que el espectador interactúe consigo mismo, señala Bautista.

La investigadora añade que en el espacio de la sala de lectura estarán siluetas del llamado Grupo de París, las cuales mostrarán el proceso que el surrealismo tuvo en la vanguardia. Entramos aquí en el espacio del ojo y las deconstrucciones del cuerpo, así como las constantes visuales de los surrealistas.

El tercer núcleo, el más fuerte, en opinión de la especialista, es Los bellos misterios: souvenir du Mexique, un apartado más histórico, donde se apreciará más lo mexicano, desde la llegada del surrealismo de André Breton, en 1938, con uno de sus cadáveres exquisitos, hasta la obra de Jacqueline Lamba, la cual conecta con la de Diego Rivera, que conecta con Frida Kahlo, con Leonora Carrington, Remedios Varo, Gunther Gerzso. Esos lazos van hilando las historias, con Guillermo Meza, Manuel González Serrano y María Izquierdo, entre otros mexicanos que participaron en la exposición de 1940, un hito en el surrealismo internacional.

En total, se presentarán en el Munal 114 piezas, además de seis instalaciones dedicadas a proyectos visuales o espacios de cine. Por ejemplo, habrá un muro para incitar el morbo de las personas, que se podrán asomar por pequeños cerrojos para mirar ya sea un torso desnudo o una cabeza cortada (cintas también de Cocteau), o una cabina con imágenes captadas por Luis Buñuel.

Esa parte íntima es una de las propuestas que hemos trabajado para dar intensidad al sicoanálisis, sobre todo al inconsciente del público, protagonista fundamental de esta muestra que abarca esa idea de México como el país surrealista por excelencia, pero no solo por cuestiones bizarras o estigmas como ser señalado como colonizado o primitivo. También se plantea la reflexión en torno al otro y a la identidad, concluye Bautista.

Ciclos de cine (con el apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía), conferencias, talleres infantiles, así como un espléndido catálogo, y una exposición paralela dedicada a la faceta surrealista del mexicano Raúl Anguiano, complementan la exposición Surrealismo: vasos comunicantes que se inaugura el próximo 4 de julio en el Museo Nacional de Arte, Tacuba 8, Centro Histórico.