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Hemos alcanzado un hito en la comprensión de la naturaleza, afirmó el director del CERN

Confirman existencia de partícula subatómica, posible bosón de Higgs

Clave en la formación de estrellas, planetas y eventualmente de vida, tras el big bang de hace 13 mil 700 millones de años

Presentan resultados de los experimentos Atlas y CMS en Australia

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Christopher Llewelyn-Smith, Lyn Evans, Herwig Schopper, Luciano Maiani y Robert Aymard celebran el hallazgo con otros científicos en la sede del Centro Europeo de Investigación Nuclear en Meyrin, cerca de GinebraFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 5 de julio de 2012, p. 2

Ginebra, 4 de julio. El Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en inglés) confirmó este miércoles la existencia de la partícula subatómica que podría ser el llamado bosón de Higgs o partícula Dios, buscada durante mucho tiempo y clave para explicar el origen del universo.

Los enormes esfuerzos de muchas personas nos han llevado a este momento emocionante, dijo la portavoz del equipo del experimento Atlas, Fabiola Gianotti. Sin embargo, aclaró que se necesita un poco más de tiempo para la preparación y publicación de esos datos.

El anuncio fue hecho este miércoles en los trabajos de un seminario del CERN que se realiza en Melbourne, Australia, y transmitido por teleconferencia a su sede en esta ciudad suiza.

El seminario es el foro para la presentación de los experimentos Atlas y CMS, que aún tienen el carácter de preliminares.

Se trata de resultados espectaculares y de hecho de una nueva partícula; sabemos que debe ser un bosón, el más pesado que se ha encontrado, detalló Joe Incandela, el portavoz del equipo del experimento CMS.

Las implicaciones son muy importantes y es precisamente por esta razón que debemos ser muy diligentes en todos nuestros estudios y realizar pruebas cruzadas para comprobarlo, añadió.

Es difícil no emocionarse con estos resultados, dijo el director de investigación del CERN, Sergio Bertolucci.

Gianotti precisó que Atlas y CMS observaron una nueva partícula en la región de masa alrededor de 125-126 GeV.

Bertolucci recordó que para este año se esperaba encontrar un nuevo tipo de partícula de Higgs o excluir la existencia del modelo con ese nombre.

Punto de bifurcación

Con toda la prudencia necesaria, me parece que estamos en un punto de bifurcación: la observación de esta partícula nueva indica el camino hacia una comprensión más detallada de lo que vemos en los datos, agregó.

Los resultados presentados se basan en los datos recogidos en 2011 y 2012, con éstos aún bajo análisis y publicación a finales de este mes, después de que el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), la llamada máquina del big bang, realice experimentos que proporcionen más información.

El siguiente paso será determinar la naturaleza exacta de la partícula y su importancia para la comprensión del universo.

Con este descubrimiento clave se podrá saber cuáles son las propiedades del largamente buscado bosón de Higgs, el último ingrediente que falta en el modelo estándar de física de partículas.

Los científicos del CERN tampoco descartan el hallazgo de una partícula aún más rara.

El modelo estándar describe las partículas fundamentales de las que estamos hechos los seres humanos, todo lo visible en el universo y las fuerzas que actúan entre ellos.

Sin embargo, está en lo invisible. Toda la materia que se puede ver parece ser no más de aproximadamente cuatro por ciento del total. Una versión más extraña de la partícula de Higgs podría ser un puente para la comprensión del restante 96 por ciento del universo, que permanece en la oscuridad.

Creo que lo tenemos, afirmó Rolf Heuer, director general del CERN. Hemos alcanzado un hito en la comprensión de la naturaleza y podemos estar muy optimistas.

Precisó: El descubrimiento de una partícula en consonancia con el bosón de Higgs abre el camino a estudios más detallados, lo que requiere grandes estadísticas que concreten las propiedades de la partícula nueva, y quizá la probabilidad de arrojar luz sobre otros misterios de nuestro universo.

Para el CERN, cualquiera que sea la forma que la partícula de Higgs tenga, nuestro conocimiento de la estructura fundamental de la materia está a punto de dar un gran paso adelante.

Entre los asistentes en Ginebra se encuentra Peter Higgs, quien hace 50 años vislumbró la partícula que lleva su nombre, y quien no podía contener las lágrimas de emoción al escuchar los resultados anunciados este miércoles.

Para la comunidad científica este descubrimiento será el más emocionante de la historia de la física moderna.

El bosón de Higgs es una partícula subatómica clave en la formación de estrellas, planetas y eventualmente de vida, tras el big bang de hace 13 mil 700 millones de años. Es la última pieza que falta en el modelo estándar, la teoría que describe la formación básica del universo. Las otras 11 partículas que se predecían en el modelo ya se han encontrado, y hallar el Higgs validaría el modelo.

Descartarla o encontrar algo más extraño obligaría a revisar la comprensión de cómo se estructura el universo.

Los científicos creen que en la primera billonésima de segundo tras el big bang, el universo era una gran sopa de partículas que avanzaba en distintas direcciones a la velocidad de la luz, sin ninguna masa apreciable. Fue a través de su interacción con el campo de Higgs como ganaron masa y, con el tiempo, formaron el universo.

El campo de Higgs es un campo de energía teórico e invisible que invade todo el cosmos. Algunas partículas, como los fotones que componen la luz, no se ven afectadas por él y por tanto no tienen masa. A otras las cubre, produciendo un efecto similar al de los cereales reunidos en una cuchara.

Imaginen a George Clooney (la partícula) caminando por la calle con un séquito de periodistas (el campo de Higgs) que lo rodean. Un tipo normal en la misma calle (un fotón) no recibe ninguna atención de los paparazzi y sigue con su vida. La partícula de Higgs es el rastro que deja el campo, comparable a una pestaña de uno de los fotógrafos.

Esa partícula es teórica, y su existencia fue propuesta en 1964 por seis físicos, entre los que estaba el británico Peter Higgs. Su búsqueda comenzó a principios de los años 80, primero en el ahora cerrado colisionador de partículas Tevatron del Fermilab, cerca de Chicago, y más tarde en una máquina similar en el CERN.

Objetivo de certidumbre

La investigación se intensificó en 2010, cuando se puso en marcha el Gran Colisionador de Hadrones del centro europeo.

James Gillies, portavoz del CERN, ha dicho que al igual que las teorías de Albert Einstein se construyeron sobre la obra de Isaac Newton, el trabajo que hacen ahora los miles de físicos del CERN tiene el potencial de hacer lo mismo con la obra de Einstein.

Para poder anunciar un descubrimiento, los científicos se han marcado el objetivo de certidumbre que llaman 5 sigma.

Esto significa que hay una o menos de una entre un millón de que las conclusiones sobre la información recogida por el acelerador de partículas sea el resultado de un error estadístico.

Los dos equipos que buscan el Higgs en el CERN, llamados Atlas y CMS, ahora tienen el doble de datos que les permitieron anunciar fascinantes atisbos del Higgs a finales de año, y esto podría llevar sus resultados al otro lado de ese umbral de la prueba.