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Traicionaron el derecho de Japón a estar seguro ante los accidentes nucleares, sostienen

Colusión entre Tepco y autoridades causó la crisis en Fukushima, acusan expertos
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La unidad número tres de la planta Ohi de Kansai Electric Power Co, en la prefectura de Fukui –oeste de Japón–, reinició ayer a primera hora el suministro de electricidadFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Viernes 6 de julio de 2012, p. 30

Tokio, 5 de julio. La crisis nuclear en la central de Fukushima del 11 de marzo de 2011 fue un desastre que se originó debido a una colusión entre el gobierno, los reguladores y la operadora de la planta, informó este jueves una comisión independiente, la cual indicó que las autoridades se mostraron reacias a adoptar los modelos mundiales de seguridad.

Ellos traicionaron en los hechos el derecho de la nación a estar segura ante los accidentes nucleares, indicó el informe de la comisión, la cual agregó que los daños causados por el terremoto y el posterior tsunami de esa fecha no se pueden descartar.

La comisión criticó la respuesta de la operadora de la central Tokyo Electric Power Co (Tepco), de los reguladores y del entonces primer ministro, Naoto Kan, quien dimitió el año pasado tras las críticas por la gestión de un desastre natural que desembocó en una crisis creada por el hombre.

El accidente fue el resultado de una colusión entre el gobierno, los reguladores y Tepco, y la falta de autoridad de esas partes, de acuerdo con un resumen en inglés del informe japonés de 641 páginas.

El texto señala que las autoridades regulatorias se mostraron reacias a adoptar los estándares mundiales de seguridad, que podrían haber ayudado a prevenir un desastre en el que los reactores se fundieron y filtraron radiación, lo que obligó a 150 mil personas a abandonar sus hogares, muchas de las cuales no volverán.

Kivoshi Kurokawa, quien encabezó la comisión investigadora, destacó en el informe: “lo que se debe admitir con mucho dolor es que fue un desastre ‘hecho en Japón’. Sus causas fundamentales deben ser halladas en las convenciones arraigadas de la cultura japonesa: nuestra obediencia, nuestra renuencia a cuestionar a la autoridad, nuestra devoción a no abandonar nuestro programa, nuestro grupismo y nuestra insularidad”.

La conclusión de los expertos es que los daños sísmicos jugaron un papel que pudo haber afectado la reconexión de los reactores que fueron apagados, principalmente para hacer revisiones y controles de seguridad, en los meses transcurridos desde el accidente en Fukushima.

El informe indicó que se perdieron numerosas oportunidades de tomar medidas tendientes a prevenir el desastre, y mencionó entre los motivos de la falla en la preparación las presiones de las compañías energéticas y la creencia en el mito de la seguridad que permeó la industria y el sistema regulatorio.

El panel exigió estrictos controles en todos los reactores según las guías fijadas en 2006 y dijo que las 21 plantas más antiguas de Japón –cuya construcción fue aprobada antes de que se señalaran los lineamientos en 1981– corren similar peligro ante un terremoto como el de Fukushima.

Expertos han dicho que una falla activa puede estar bajo la planta Ohi de Kansai Electric Power Co, en el oeste de Japón, cuya unidad número tres comenzó a suministrar electricidad a la red a primera hora de este jueves.

La unidad cuatro de Ohi entrará en funcionamiento más tarde este mes, después de que el gobierno aprobó la reanudación para evitar la escasez de energía.

La compañía planea aumentar la producción del reactor a 40 por ciento para este viernes y al tope de su capacidad para el próximo lunes.